
El EVC se caracteriza por cambios progresivos y ampliamente predecibles asociados con una mayor susceptibilidad a muchas enfermedades. No es un proceso homogéneo. Más bien, los órganos de la misma persona envejecen a ritmos diferentes influenciados por múltiples factores, incluida la composición genética, las elecciones de estilo de vida y la exposición ambiental. Por definición se aplica a partir de los 60 años.
¿CÓMO REPERCUTE EL EVC?
*Sistema sanguíneo: las reservas funcionales de la médula ósea se reducen, con una respuesta retardada a la pérdida de sangre o la hipoxia. La función de los glóbulos blancos está alterada y la mielotoxicidad de la quimioterapia suele aumentar. La edad avanzada conduce a un estado procoagulante, con mayor propensión de trombosis.
*Tubo digestivo: la esofagitis por reflujo, debido a la alteración de las contracciones y el tono del esfínter, es común y puede afectar la nutrición. La infección por Helicobacter pylori es común y aumenta la sensibilidad a los irritantes como los fármacos antiinflamatorios no esteroides.
*Riñón: propensión a aumento de la creatinina y toxicidad por fármacos.
*Sistema cardiovascular: aumento del riesgo de hipertenslón arterial y coronariopatía.
*Neurológico: Disminución de la función ejecutiva, capacidad de atención y de resolución de tareas.
*Sistema genitourinario: mayor riesgo de incontinencia urinaria, infección urinaria, disfunción eréctil y dispareunia.
*Disminución de la masa muscular (sarcopenia) que provoca problemas de motilidad y equilibrio, aumento de probabilidad de fracturas.
*En la mujer, impacto del descenso de estrógenos.
*Piel: provoca atrofia, disminución de la elasticidad, propensión a arrugas.
*Sistema sensorial: la presbicia se debe a cambios relacionados con la edad en el cristalino y el iris, disminución en la agudeza auditiva de alta frecuencia y deterioro del reconocimiento del habla en ambientes ruidosos.
*Función inmune: aumento de la frecuencia de infecciones y neoplasias malignas.
EN SUMA
Son pilares del EVC saludable:
Reentrenamiento cognitivo, alimentación saludable, variada y equilibrada, ejercicio regular, evitar tabaco y alcohol, rutina del sueño adecuada, cuidar la salud bucal y exposición solar. Se plantea consumo de 83 mg al día de aspirina. Controles de salud periódicos.