Con carteles en alto y genuina preocupación, padres de alumnos de la Escuela 98 se concentraron en la víspera en Plaza Constitución para exigir respuestas por el violento episodio ocurrido días atrás en el patio del centro educativo, donde una niña de 12 años resultó seriamente herida tras ser atacada por otra adolescente. La menor debió permanecer varios días internada debido a una lesión en el bazo, que si bien no llegó a perforarse, requirió estrictos cuidados médicos.
En el lugar estuvo presente la abogada de la familia, doctora Gabriela Beneventano, quien informó que en Fiscalía “comenzaron las etapas de investigación”, con la primera declaración de la madre de la víctima tomada ayer. Añadió que hoy declararán maestras y la directora del centro, y posteriormente los demás adolescentes involucrados en el incidente. “Esto es un flagelo, es algo que pasa en Paysandú y nos afecta a todos”, afirmó.
La profesional indicó que, tras salir de Fiscalía, mantuvieron una reunión con los inspectores departamentales, quienes aseguraron a la madre que el programa Escuelas Disfrutables comenzará a trabajar con los alumnos de quinto y sexto año para fortalecer vínculos saludables. “También hay que decir que la adolescente que cometió el hecho es víctima de una situación familiar compleja. La investigación sigue su curso. Se abrió un expediente en el Juzgado de Familia, hay medidas de no acercamiento y otras cautelares; por suerte los primeros pasos ya se están dando”, señaló.
Respecto a las medidas desde la Inspección Departamental de Primaria, Beneventano informó que se analiza “abrir las puertas de la escuela”, dado que “había un muro muy pequeño”, lo que generaba vulnerabilidad. También se reforzará la seguridad en los baños y se incorporarán otras formas de contención para que los niños “estén más cuidados”. Agregó que aún no está claro si hubo descuido o qué falló, pero que se busca una solución conjunta entre distintos actores.
Le dieron el alta
La madre de la niña, Tatiana Maristán, confirmó que su hija recibió el alta médica y continúa recuperándose en su domicilio. Relató que, si bien estaba previsto realizarle una tomografía para controlar la evolución del bazo, los médicos resolvieron posponerla por el corto tiempo transcurrido desde la última intervención con contraste. “Decidieron mandarla a casa con el mismo reposo absoluto. Puede pararse, ir al baño sola y agregar sólidos blandos. Estará una semana así y luego volverá a tomografía”, indicó. En el plano emocional, la mujer reveló que la niña está “angustiada, triste y con sentimientos de culpa”. Lo que más le preocupa, añadió, es no poder culminar su ciclo escolar como lo había soñado: despedirse de compañeros, pintarse la túnica y participar de los tradicionales rituales de sexto año. “Eso es lo que más la tiene mal”, confesó.
Asimismo, enfrenta miedo y confusión tras el episodio. Fue evaluada por una psiquiatra del Hospital, quien recomendó iniciar un acompañamiento psicológico cuando la menor se sienta en condiciones. “Vivió un hecho traumático y necesitará apoyo para sobrellevarlo”, explicó Maristán, quien mantiene contacto permanente con la directora y la maestra de su hija.
Carta al inspector
Luego de la concentración, los padres marcharon en forma pacífica hacia la Inspección Departamental de Primaria, donde coincidieron con docentes movilizados por Ademu, aunque sin intercambios significativos. Desde el sindicato, según se constató, se negaron a realizar declaraciones públicas.
En ese marco, Dahiana Maristán, tía de la niña, leyó una extensa proclama firmada por padres de la Escuela 98, dirigida al inspector departamental, Carlos Cassaretto. Allí califican el hecho como “de extrema gravedad”, generador de profunda conmoción en la comunidad educativa. Señalan que, como es público, varias personas ingresaron al centro escolar, derivando en la agresión que dejó a una alumna hospitalizada y al resto de los niños expuestos “a un riesgo evidente, al encontrarse sin el debido cuidado directo”.
La carta subraya que, según testimonios de alumnos, al momento del incidente las docentes “se encontraban reunidas y distraídas en un festejo”, lo que habría impedido advertir de inmediato la presencia de personas ajenas a la institución y demoró la intervención. Aclaran que los dichos “no surgen de rumores”, sino de relatos coincidentes de los propios niños.
Los padres también critican duramente la postura de Ademu, que convocó un paro bajo el lema “por nuestros docentes y sus familias”. A juicio de las familias, sus hijos “no estuvieron cuidados” y quedaron expuestos a una situación gravísima sin supervisión adecuada. “Una niña resultó gravemente lesionada, lo que evidencia una falta inadmisible en la seguridad institucional”, señalan, y cuestionan que el paro no haga referencia a lo sucedido ni a las responsabilidades emergentes. “No nos sentimos representados”, afirman.
Finalmente, solicitan formalmente que se inicie una “investigación interna inmediata para esclarecer los hechos y responsabilidades; respuestas claras y por escrito sobre las medidas adoptadas tras el incidente y las previstas para evitar que se repita; la revisión urgente de protocolos de seguridad, vigilancia y supervisión dentro del centro y una reunión con las familias para brindar información directa y habilitar un diálogo transparente.
“Nuestra intención no es confrontar sino proteger a nuestros hijos”, concluye la proclama, subrayando el deseo de que la Escuela 98 “vuelva a ser un espacio seguro, confiable y cuidado para todos”.