Uruguay, un país de viejos que tiene la mayor cantidad de madres menores de 16 años de toda América Latina

El aumento de los viejos en Uruguay, el problema de las madres adolescentes, el crecimiento de los asentamientos, el éxodo rural hacia las ciudades y la migración centroamericana hacia Uruguay, son temas analizados para EL TELEGRAFO por el demógrafo Guillermo Macció.
Nacido en Florida hace 84 años, educado en Montevideo, fue director del centro latinoamericano sobre demografía de las Naciones Unidas donde trabajó durante 32 años, y “ahora vivo en Colonia del Sacramento donde tengo una barca de pesca adaptada para hacer cruceritos y sigo trabajando en el tema deportivamente, no se puede dejar. Y estuve trabajando en la realidad uruguaya porque creo que la dirigencia política de cualquier corriente tendría que instalar el tema con seriedad para conversarlo”.

Cinco aspectos que preocupan

“Hay cinco aspectos que comprometen a Uruguay desde el punto de vista demográfico para los cuales no hay soluciones técnicas ni políticas. Y el tema no está en la agenda de ninguno de los partidos políticos. Es una realidad que está incidiendo, las estadísticas lo dicen y los anuarios de las Naciones Unidas lo informan, pero es ignorado”. Si bien detrás de estos trabajos “hay todo un bagaje matemático complicado y sofisticado”, según aclaró, “también se puede decir claramente para que los electores puedan entenderlo”.
A juicio del demógrafo, los problemas que atañen a Uruguay “son graves, porque se van acentuando con el tiempo y no hay ninguna política explícita o implícita para revertirlos”.
Comenzó señalando que “dentro de los viejos, los mayores de 60 años, cada vez pesan más los mayores de 65 años. Como esas personas mayores de 65 viven más años de los que se esperaban, la carga de la seguridad social es mayor, en detrimento de los menos viejos, que son los mayores de 60 años, y no hay propuestas financieras o políticas para este tema, que no es un fenómeno exclusivo del Uruguay, que se da en Alemania y en China, pero debe analizarse”.

Muchas madres adolescentes

Otra de las preocupaciones es por la fecundidad de las adolescentes. Al respecto, Maccio entiende que “Uruguay tiene actualmente entre 5.000 y 5.500 niños que nacen de madres menores de 16 años, lo que se llama maternidad precoz. Es algo muy común en África y en Asia, pero en América Latina es Uruguay quien lleva la delantera, con lo cual hay madres precoces que siendo adolescentes van a atender a niños que va a crear un problema de conformación de la familia, y en Uruguay es una cifra importante, es alrededor del 13% de los niños que nacen cada año. Basta ir a la puerta del hospital Pereira Rossel y se ve a las niñas con un paquetito en brazos”.
El técnico afirmó que “eso se tiene que corregir con educación y atención a las niñas que están en alto riesgo de convertirse en madres”.

Los cinturones urbanos

Otro de los problemas que afirma hay en Uruguay, es “algo que era exclusivo para Montevideo, pero ahora se extendió a todo el país, y es que las capitales de los departamentos, en este caso Paysandú, empiezan a tener una periferia deteriorada creciente”.
Para el demógrafo, “las periferias urbanas, o como se dice vulgarmente los cantegriles, con viviendas y servicios precarios o con ausencia de servicios, está en las capitales departamentales. Eso genera un proceso de exclusión social que se expresa en precariedad de vivienda, de servicios, de seguridad y de asistencia básica que crece más que los núcleos urbanos consolidados. Es un problema demográfico de Uruguay que uno lo nota en los censos sobre la gente que vive en barrios marginales. Es un crecimiento discriminador, porque es como si la sociedad expulsara de la población urbana a gente que no tiene recursos para ocupar una vivienda digna y entonces va a asentamientos irregulares, y Paysandú no es una excepción”.

Menor población rural

Un tercer problema es que Uruguay “va en camino de tener población rural casi nula. Antes compartían el primer puesto con Bélgica, que eran los países con menor población rural. El caso de Bélgica era que se urbanizaba muy rápidamente, siendo un país muy pequeño creció mucho, se electrificó todo y las carreteras de Bélgica hoy están todas iluminadas como calles, y la población rural desapareció porque se urbanizó, lo que fue un fenómeno positivo. En Uruguay es exactamente lo opuesto porque la población rural, por extracción intensiva, como la soja, aumento del costo de la tierra y escasez de mano de obra, el productor chico, el chacarero tradicional se va del campo. Tal vez en Paysandú no se note tanto, pero sí en los departamentos del Sur donde un pequeño tambero sobrevivía con queso artesanal y la producción de su quinta, va desapareciendo”. Explicó que “la incorporación de grandes maquinarias, que no son propiedad de los agricultores sino de otros empresarios que la tienen para hacer la cosecha, también los expulsa. En consecuencia, ciudades del Sur de Uruguay van creciendo de una manera importante, y hacen que el pequeño y mediano productor desaparezca. Venden sus campos y van a la periferia”.
Dijo que “otro indicador es que las escuelas rurales se quedan sin alumnos. En el departamento de San José que hay unas 40 escuelas rurales, hay un montón de ellas que tienen tres o cuatro alumnos, y es indicativo que no hay familias con niños en edad escolar”.

La migración caribeña

“Ahora se generó un quinto tema, que es la llegada de cubanos, dominicanos y venezolanos al Uruguay. Es un tema derivado de una consecuencia de infraestructura, porque antes, para venir de esos países, había que hacerlo por avión, porque no había otro modo. Pero desde hace dos años, está inaugurada la carretera transamazónica, que en su último trayecto de Manaos hasta el estado de Boa Vista es vecino de Guyana y Venezuela, y de Manaos a Rodaima hay apenas 800 kilómetros, y se llega fácilmente en camión. Por eso en la frontera Norte de Uruguay, por ejemplo Rivera, hay una organización para ingresar migrantes seudo clandestinamente en Uruguay. Porque hay todo un sistema de transporte terrestre que es barato, y es lo que está empezando a pasar entre el Caribe y Uruguay”. Consultado sobre porqué eligen Uruguay, dijo que “Brasil tiene severos controles, no cualquiera se puede quedar allí, y Argentina es muy complicada porque hay mucha violencia. Y Uruguay es visto como un lugar tranquilo. Y la gente que viene, no son todos no calificados, sino que hay gente muy calificada y que consiguen trabajo, a veces de manera irregular, pero que se va afincando en el país. Eso se transmite por vía oral y hay un flujo no previsto que tiene consecuencias económicas y políticas”.
Dijo que ante estos hechos “hay distintas posiciones, unos que quieren cerrar las fronteras como está haciendo Italia, Austria o Hungría, u otra posición es legislar y desarrollar una política restrictiva o permisiva. Pero el país está expuesto a un proceso nuevo de migración que se genera por un cambio de la infraestructura del transporte en América del Sur, que puede cambiar el perfil demográfico del Uruguay. Son temas para estudiar, y no para que cualquier charlatán oportunista venga a hablar de este asunto, que es importante y relevante”, culminó el técnico.