El espacio cultural “Alfredo Eusebio Gobbi”

Uno de los aspectos que ha caracterizado la gestión del intendente Guillermo Caraballo ha sido el impulso de la actividad cultural, tanto a través de la difusión de artistas sanduceros como de otros departamentos e incluso del exterior. En el acierto o en el error, queda claro que todas esas acciones forman parte de una política departamental que el actual jefe comunal ha señalado como relevante, desplegando en los hechos un compromiso personal e institucional que va dando sus frutos.
Las áreas de actuación en esta materia han sido varias. Sin perjuicio de los esfuerzos para desarrollar una cartelera de eventos que resulte atractiva para los sanduceros y para toda la región, se ha trabajado asimismo en la infraestructura para alojarlas. En este sentido pueden destacarse las mejoras edilicias, de equipamiento y cambios en la gestión sufridas por el teatro Florencio Sánchez, así como la generación de la nueva biblioteca “José Pedro Varela”. En este marco, debe reservarse un especial lugar para la decisión de dotar de un foso de orquesta a nuestro principal teatro, lo cual habla a las claras de una voluntad de enfocar las obras pensando en espectáculos de indudable jerarquía, máxime cuando no existe ninguna sala en el interior del país o en la región que lo posea.
La inauguración del espacio cultural “Alfredo Eusebio Gobbi” se encuadra dentro de esa visión y marca otro de los puntales de esos logros de infraestructura cultural que no puede ni debe pasar desapercibido por los sanduceros. Sin lugar a dudas la decisión de recuperar la sala del excine Astor constituyó una medida más que acertada, que recogió una prédica que durante años llevó adelante nuestro diario desde sus editoriales. Los esfuerzos surgidos desde la sociedad civil, como el llamado “Grupo Astor” encabezado por el Arquitecto Rubens Stagno ayudaron a recordar y valorar la importancia de ese inmueble y la necesidad de evitar su demolición. La recuperación del cartel del antiguo cine, tarea de herrería cumplida por docentes y estudiantes de la UTU muestra hasta qué punto la comunidad sanducera abrazó y se apropió de un proyecto tan querido para ella. Sin lugar a dudas el apoyo e impulso de la Intendencia Departamental de Paysandú y de los Ministerios de Transporte y Obras Públicas, de Educación y Cultura y de Turismo, la Agencia Nacional de Desarrollo (Ande), el Sodre (que donó un proyector 4K) y la Embajada de la República Popular de China en Uruguay (que contribuyó con equipos de luces y sonido) lograron hacer posible lo que hace tan solo unos años parecía una simple quimera. Las iniciativas de las autoridades departamentales en esta materia no se agotan en los aspectos locativos y han puesto especial énfasis en la gestión, un verdadero talón de Aquiles para un país en el cual muchas veces las obras logradas con un gran sacrificio terminan por volverse inoperantes por falta de una administración y planificación adecuada. Afortunadamente, hoy por hoy Paysandú cuenta con una intensa agenda cultural que ayuda a dinamizar la economía local y potencia la oferta turística departamental y regional.
Es importante tener en cuenta que el desarrollo de las actividades culturales tiene además un beneficio adicional e intangible: la recuperación de la autoestima de los sanduceros. Durante las últimas décadas actores políticos y sociales han manifestado en varias ocasiones la necesidad de superar un estado de ánimo negativo por el hecho de creer que “todo tiempo pasado fue mejor” y que no existen posibilidades de desarrollo para el departamento fuera del tradicional –y hoy casi inexistente– esquema de la industria manufacturera. La actividad cultural forma parte de una forma diferente de vernos a nosotros mismos y de mirarnos desde otras perspectivas y eso sin duda alguna impulsa estados de ánimo y reflexiones colectivas que son una herramienta eficaz contra el desasosiego que muchas veces parece habernos ganado a los sanduceros. Sobre este punto el académico de la Universidad de Sevilla, Enrique Hernández Pavón ha expresado que “lo que le confiere a la cultura su carácter estratégico en las relaciones sociales es, sin lugar a duda, su papel como instrumento de cohesión social, de desarrollo humano y de comunicación creativa”. Así pues, una política cultural como la que viene desarrollando el intendente Caraballo es un aspecto de indudable importancia para “dar vuelta la pisada” luego de varias décadas de pesimismo sobre el presente y el futuro de Paysandú.
Pero las ventajas de la existencia de una comunidad local activa que desarrolle, difunda y consuma diversos productos culturales coloca a Paysandú en una senda virtuosa para transformarse en un referente a nivel nacional y regional en esa materia.
Esos avances permitirían al departamento la creación de industrias culturales que potencien el trabajo de los actores locales en el ámbito cultural. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) las industrias culturales son consideradas como aquellas que “combinan la creación, producción y comercialización de contenidos que son abstractos y de índole cultural. Así también, un aspecto importante de las industrias culturales de acuerdo a la Unesco es que “están centradas en promover y mantener la diversidad cultural y asegurar el acceso democrático”. Sin dudas Paysandú tiene una oportunidad en esta materia, la cual debe ser apoyada por políticas públicas que permitan al departamento fortalecer un área de actividad cuya particularidad consiste en combinar lo cultural y lo económico.
La elección de designar “Alfredo Eusebio Gobbi” el nuevo espacio cultural constituye, en sí mismo, un acierto indudable y un merecido homenaje a un artista sanducero cuyos logros comienzan a ser reconocidos por todos sus contemporáneos. Este músico, nacido en el año 1877, desarrolló una intensa actividad tanto en América como en Europa, donde fue pionero en la introducción del “2×4” en París. Sin lugar a dudas se trató de una verdadera “estrella global del tango” en una época en la cual las opciones de medios de comunicación y de transporte eran muy limitadas y costosas. A pesar de ello el músico sanducero logró traspasar fronteras y hacerse conocido internacionalmente en sus diversas facetas artísticas y con los diversos compañeros en tales emprendimientos, los cuales incluyeron a su esposa Flora Rodríguez, con quien formó un exitoso dúo. De esta forma, la tarea de reivindicación llevada a cabo tiene un doble sentido: no sólo se recupera una sala emblemática para los sanduceros, sino que también se homenajea un destacado hijo de este departamento, sobre el cual EL TELEGRAFO ha desarrollado una intensa tarea para el rescate y preservación de su obra y memoria.
Así las cosas, los pasos que en materia cultural ha dado la Intendencia Departamental muestra un rumbo acertado para contribuir a un cambio de paradigma en la actividad de esta área en el departamento, un paso que sin dudas tiene una relación directa con el desarrollo local y la calidad de vida de todos sus habitantes. La inauguración del espacio cultural “Alfredo Eusebio Gobbi” forma parte de ese proceso y por ello debe ser bienvenida, apoyada, disfrutada y cuidada por todos los sanduceros.