Puede parecerlo, pero la preocupación por los derechos de los animales definitivamente no es una moda ni mucho menos una frivolidad: va de la mano del desarrollo de nuestra sensibilidad y de la búsqueda de la no violencia; una búsqueda paradójica, porque el ser humano la promueve para sí mismo pero suele desconocerla —ejerciendo lo contrario— hacia las demás. Como bien lo expresa CoPPA – Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos: “Estudios e investigaciones demuestran que existe un estrecho vínculo entre el maltrato a los animales y el maltrato infantil, el maltrato de ancianos, la violencia de género y otras formas de violencia interpersonal”.
Es a los niños a quienes podemos encaminar para un trato ético a los demás seres vivos y ¡vaya si será importante en su vida social futura! habiendo aprendido que sentir miedo, dolor, placer… no son privilegios exclusivamente humanos. Dejar el antropocentrismo detrás, es abrir los ojos a la evolución tan urgente para poder sobrevivir.
Partimos del respeto a un perro o gato pero ese es solamente el inicio de un largo camino de toma de conciencia para el cuidado de toda la biodiversidad. Hoy estamos hablando de que es imperativa la necesidad de ser mejores humanos y mirar más allá de nuestro círculo, para que el planeta decida seguir sosteniéndonos.
¿Qué implica mirar más allá? Lograr buenas políticas públicas de protección animal y educación en la convivencia respetuosa con el medio ambiente sumado a leyes que tipifiquen como delito todo lo que atente contra los mismos; dejar atrás nuestras costumbres meramente caprichosas y comprender que la moral de la época ha cambiado: lo que antes era divertido y permitido socialmente como la utilización de animales en espectáculos públicos, hoy ya no lo es.
Nuevamente conmemoramos un 4 de octubre. Con más incendios gigantescos y pérdida de especies irrecuperables, con caza indiscriminada, con tradiciones de tortura y muerte, con retrógradas y crueles jaulas. Y por eso seguimos trabajando para revertir todo esto y que también sea un 4 de octubre con más conciencia y sensibilidad.
Bienvenidos los cambios, bienvenidas las cadenas rotas. Bienvenidas las ideas cuerdas y las un poco locas, siempre que aporten en el crecimiento de nuestros valores y no se conviertan en guerras de egos y privilegios.
Agrandemos ya nuestra capacidad de compasión hacia todo lo que nos rodea. Ahí están las bases de la paz y además… además se lo debemos hace rato.
Por los Derechos de Todos los Animales ¡que así sea! Marilina Odella. Por Amigos de los Animales Paysandú