Fernando Pereira, presidente del Pit Cnt pidió “un día de licencia” en la central sindical para trasladarse a Paysandú “en apoyo a los compañeros de la Vertiente Artiguista encabezados a nivel nacional por Enrique Rubio y en Paysandú nada menos que por el intendente departamental, con Ricardo Ambroa como candidato a la diputación”.
Defendió que “con toda tranquilidad de espíritu” puede estar al frente del movimiento sindical y también ser un militante frenteamplista. “Eso es independencia sin prescindencia; es no consultar ni al partido ni al gobierno para tomas de decisiones sindicales”.
“Si digo que el movimiento sindical es neutral miento, si digo que es independiente, digo la verdad. En eso me sustento y además este movimiento sindical es el que más medidas de paro hizo a un gobierno de izquierda, de centro o de derecha en toda América Latina”, dijo Pereira.
“Nadie podrá decir que no peleamos por una ley de responsabilidad empresarial, una ley de empleo para personas con discapacidad, que no peleamos con el gobierno cuando quiso aplicar la consolidación fiscal para cambiar los mínimos no imponibles para aplicar el IRPF”, aseguró.
“SOY FRENTEAMPLISTA ¿POR QUÉ NEGARLO?”
Ahora “además de presidente del movimiento sindical uruguayo, soy cristiano. No dejo de serlo al cruzar la puerta de ingreso al Pit Cnt. Ni dejo ser hincha de Goes. De la misma manera, desde 1983, soy frenteamplista ¿por qué negarlo?”.
“Me afilié a la Vertiente (Artiguista) hace 25 años y he estado desde entonces en sus listas. Ahora soy un poco más conocido, pero siempre he estado de relleno en las listas de los compañeros que tienen legítima aspiración de llegar a un lugar importante en el Parlamento”.
“Porque –subrayó Pereira– es mucho más que la disputa por la Presidencia (obviamente queremos que Martínez sea Presidente), también tiene que lograrse una bancada fuerte. Pienso que votar al Senado a la Vertiente Artiguista dará una Cámara Alta de altísima calidad”.
“Me tomé un día de licencia para poder decirlo libremente, sin que nadie me diga nada desacertado. No hay ni en la legislación ni en la Constitución nada que lo prohíba, pero por las dudas”, destacó más adelante. “Apoyo un proyecto político que ha cambiado en el Uruguay las relaciones laborales; han logrado una revolución. No porque lo diga yo, porque eso sería defenderme a mi mismo, pero como movimiento sindical propusimos que los trabajadores que tenían peores condiciones salariales mejoraran sus ingresos más que el resto de los trabajadores”.
Relató que “durante estos 15 años el salario creció un 62% pero cuando los peones rurales multiplicaron por cuatro su salario; las trabajadoras domésticas, de limpieza y seguridad privada por tres; las auxiliares de servicios de escuelas que a veces trabajaban por un plato de comida o el sueldo mínimo, multiplicaron por tres o por cuatro dependiendo las circunstancias”.
A nivel sindical “de 100.000 afiliados pasamos a 410.000, se crearon 300.000 puestos de trabajo aunque ahora se perdieron 50.000, que por cierto mucho nos duele. Pero se lograron además derechos para que un trabajador rural pueda cobrar horas extras o que las trabajadoras domésticas ganaran derechos en lugar de trabajar a demandas de los empleadores”.
EL NECESARIO RELATO DEL CAMBIO
De acuerdo a Fernando Pereira, “la sociedad no tiene un relato de cambio como el que pretende sostener la oposición sino de continuidad. Pero claro, para oponerse a un relato de continuidad se hace necesario proponer un relato de cambio”.
“No creo que haya que cambiarlo todo, porque si eso fuera cierto, hay que preguntarse cómo fue posible que en Uruguay creciera el PBI al ritmo que lo hizo; por qué la inversión educativa alcanzó tan altos niveles; por qué todos admiten que la Policía está mejor equipada que nunca; por qué se creó el Sistema Nacional Integrado de Salud con el notable impacto que ha tenido; por qué la matriz energética uruguaya es la más renovable de América Latina; y –no hay que olvidarnos– preguntemos también por qué somos el país de mayor transparencia pública en América Latina”, subrayó.
“La gente debería meditar en todo lo que pasó y lo logrado. Si lo hiciera estoy seguro que se volcaría mayoritariamente al proyecto que ha sido en algunos aspectos realmente revolucionario” concluyó el militante “en días de licencia” de Vertiente Artiguista y sindicalista a tiempo completo.