Jorge Larrañaga llegó con la misma sonrisa de siempre, entre abrazos, apretones de manos y besos al liceo Nº 5, donde ha votado en las últimas elecciones. “Es una emoción muy grande votar en mi pago, en mi departamento. Es el lugar donde tengo mis raíces, donde nací y donde votaré hasta que me muera”, dijo.
“Sin dudas este lunes iniciaremos el camino para acompañar la fórmula presidencial de nuestro partido, por estos días que faltan hasta el 24 de noviembre. Vamos a luchar por el cambio y por nuestra colectividad política, poniendo lo de siempre, que es una enorme lucha y sacrificio, del cual me siento muy orgulloso. Porque digan lo que digan hemos sido protagonistas en pedir los cambios que el país precisa”, agregó.
En cuanto al proyecto de reforma constitucional, indicó Jorge Larrañaga que “hemos sido promotores de una reforma constitucional que ha sido uno de los principales temas, sino el tema de más debate a lo largo de toda la campaña electoral. Hemos cumplido con nuestro deber de intentar los cambios que el país precisa para mejorar la seguridad de sus ciudadanos”.
“No tengo dudas en afirmar que la reforma que impulsamos será sin dudas la opción política más votada. Tenemos la expectativa que sea aprobada”, aseguró cuando aun se estaba en pleno horario de votación.
“Y aun en el caso que no se apruebe no puedo olvidar a los más de 400.000 promotores que están detrás de este proyecto de reforma constitucional. Si tales o cuales dirigentes acompañaron la propuesta es otro precio. Pero creo que lo que importa es la gente que incluso pasa por encima del pensar de los candidatos o dirigentes políticos, por importantes que sean. La impulsamos porque entendemos que el país tiene que decir basta frente a una situación de inseguridad que tiene todas las características de una emergencia, la que únicamente el gobierno no la reconoce”, aseguró también.
Lamentó que la vicepresidenta de la República (Lucía Topolansky) “haya hecho declaraciones en contra de la reforma constitucional que promovemos. Porque eso supone una clara violación de la veda política y no de parte de cualquier dirigente sino nada menos que de la Vicepresidenta de la República. Es algo muy lamentable y una falta de respeto del Ejecutivo. Pero bueno, como siempre la ciudadanía sabrá juzgar y opinar a través del voto”, destacó.
Luego permaneció en la fila unos 25 minutos dialogando con otros votantes que esperaban turno, hasta que le llegó el suyo. Se sacó fotos, abrazó, dio apretones de mano y besos y como pudo, con el siempre útil “permiso, permiso” abandonó el lugar. Había cumplido como ciudadano. Luego viajó a Montevideo para afrontar sus compromisos como dirigente político.