La mayoría votó en la mañana; las dos fórmulas denunciaron actos dolosos en perjuicio de listas

En la escuela 11 hubo cuatro circuitos de la serie KCB. Mientras los mayores hacen fila, un niño juega con un camión y una camioneta.
Con el rostro sonriente, Beatriz Medina, de 100 años de edad, coloca su voto en un circuito del Liceo 4.

La ciudad de Paysandú amaneció con cielo claro. Después se sabría que en todo el departamento se disfrutaba del mismo buen clima. Quizás por eso los sanduceros cumplieron con el sufragio más temprano que en las elecciones generales del 27 de octubre. Desde las 7 de la mañana, en algunos circuitos, comenzaron a formarse filas de ciudadanos y a las 13, la Junta Electoral informó que el porcentaje de votantes era del 60%, prácticamente el doble que en el anterior acto electoral. A las 16, el 70% había sufragado. No se registraron dificultades para la instalación de los 270 circuitos en el departamento, que a las 8 o minutos después comenzaron a recibir normalmente a los votantes. Aunque las hojas de votación eran solamente dos, en muchos circuitos los delegados eran varios, en la medida que varios partidos de la coalición opositora estaban representados y al mismo tiempo del Frente Amplio había delegados de varias listas. En todos los circuitos el trato fue cordial y respetuoso, pero mientras en los urbanos había cierta distancia, en los rurales –por vecindad– fue frecuente verlos a todos en una misma rueda y en algunos casos hubo asado, compartido con los integrantes de la Mesa Receptora y el custodia.

DENUNCIAS ANTE LA JUNTA ELECTORAL

Representantes departamentales de las dos fórmulas, tanto de Daniel Martínez-Graciela Villar, como Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón denunciaron que hubo destrozos o atentados a las hojas de votación con el interés de engañar a los votantes, y lograr que algunos votos resulten anulados.
La jefa de la Junta Electoral, Laura Cruz, confirmó que durante la tarde le fueron presentadas denuncias formales (por escrito), identificando los circuitos donde se verificaron anomalías, aun cuando no se dieron a conocer porque -dijo Cruz- “la Junta Electoral está en plena investigación”.
Sí fue identificado el circuito 181, uno de los tres ubicados en la Escuela 15 (Enrique Chaplin y Yapeyú), donde un presunto votante del Frente Amplio rompió listas de la fórmula de la coalición opositora y al salir se las arrojó al rostro de una delegada del Partido Nacional, lo que motivó que fuera convocada con urgencia la Policía. La propia Mesa Política Departamental del Frente Amplio expresó su rechazo.
En varios otros circuitos, incluyendo uno en Porvenir, se constataron también roturas de listas así como rayas realizadas con lapicera, siendo afectadas listas de ambas fórmulas. Algunas listas fueron apenas marcadas, de manera casi sutil, precisamente con el objetivo que personas con problemas de visión o que no examinaran con detenimiento la lista antes de introducirla en el sobre, anularan su voto.
Otras listas fueron rayadas en el dorso, con la misma intención. Todo esto puede constituir delito electoral en la medida que se establezca el interés doloso en alterar las hojas de votación.
No fueron denunciados en el departamento ataques como los registrados en la rambla de Montevideo, donde una veintena de vehículos particulares sufrieron destrozos –especialmente en sus parabrisas o ventanas laterales– y un camión de la Armada Nacional que transportaba urnas y custodias.
Incluso los líderes políticos consultados en Paysandú –el propio senador Jorge Larrañaga incluido– no estaban al tanto de esos desmanes que no habrían tenido un móvi político

INTENSO TRÁNSITO

El tránsito fue intenso en las primeras horas de la mañana. Muchos vehículos con banderas apoyando una de las dos fórmulas presidenciales revelaban que se trataba de vehículos puestos a disposición de los diferentes partidos políticos para el traslado de votantes, de modo de asegurar que concurrieran al circuito apropiado. También los taxímetros se movilizaban con rapidez de un lado a otro de la ciudad. Y muchos vehículos particulares, lo mismo que motos, trasladando a familias o amigos, deseosos de cumplir temprano con el derecho y el deber del voto para poder luego disfrutar del resto del día.
En las cercanías de los circuitos se apreciaban precisamente muchos vehículos estacionados, y dentro largas filas, como ocurrió en ella escuela 11 que tenía cuatro circuitos de la seria KCB, todos con accesibilidad, un detalle muy importante que en los últimos años ha cobrado notoriedad. Tanto así que de los 270 circuitos, 211 fueron accesibles a personas con dificultades de movilidad. Los otros 59 no ofrecieron esa posibilidad. En la escuela 11 votó el intendente Guillermo Caraballo, quien llegó recuperado tras un pequeño traspié de salud sufrido en las últimas horas por hipertensión.

CAMBIO DE HÁBITOS

El buen clima llevó a cientos de sanduceros al Balneario Municipal, y la costa, para descansar, hacer un asado, jugar al truco o incluso tirarse sobre la arena para el primer bronceado.

La recorrida por algunos circuitos rurales, además de permitir apreciar absoluta tranquilidad y ese trato afable que da el hecho que se trata de familias que residen en la zona desde hace muchos años. Del mismo modo que en la ciudad, se votó temprano.
Empero, lo que ya se había apreciado el 27 de octubre, a diferencia de lo que hasta 2014 era común, los votantes del área rural –al menos en un radio de unos 50 kilómetros de la ciudad– ya no llegan a caballo ni vestidos con tradicionales prendas gauchas. Probablemente, en zonas rurales más recónditas, aun se mantenga esta costumbre. Pero claramente, no solo las camionetas sustituyen a los caballos para los traslados sino también las motos, muy utilizadas en zonas rurales.