Fempay: Innovación constante y generación de desarrollo local para industria de la construcción

Fundada hace 55 años por Moisés Dorfman como un negocio de compra y venta de metales, Fempay es una de las empresas que puede afirmarse es parte del “espíritu sanducero”, desarrollándose como uno de los puntales de la industria de la construcción, y con certificaciones del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
Ya con la tercera generación integrada a la conducción, con Pablo, María y Manuel Dorfman al frente, junto a su padre Mario, el “mundo de hierros” ya no se remite a eso, siendo una de las casas comerciales más desarrolladas del país, incluyendo maquinaria y materiales como pintura, cerámicas, cemento portland, grifería, aberturas y maderas.
Es impresionante, por ejemplo, conocer la fábrica donde se moldean las chapas destinadas a la industria con varios fines. Con más de 15.000 metros cuadrados de galpones entre la casa central y la fábrica de chapas y perfiles, Fempay es una referencia en todo el país, desde que se trabajan miles de toneladas mensuales que surten barracas y ferreterías de Paysandú y toda la región.
“Eso representa varios beneficios para los clientes: la fábrica está acá, los pedidos salen de hoy para mañana, por lo que los tiempos de entrega se acortan. Y también se ahorra en fletes, tenemos una logística muy desarrollada”, explicaron a EL TELEGRAFO Manuel y María Dorfman.
Los clientes son variados, “desde el que está construyendo su casa, hasta una gran empresa constructora, y hemos tenido muy buena respuesta de los clientes; muchos son de otros departamentos, desde donde hacen los pedidos, o son atendidos por los distribuidores que tenemos en varios puntos del país”.

La novedad exclusiva: el metal desplegado

En Fempay está la primera y única máquina que hay en Uruguay que fabrica metal desplegado, un insumo que está siendo cada vez más demandado por su versatilidad. Manuel explicó que “se usa mucho para hacer rejas, pasarelas en fábricas, bancos. Es una chapa de tres milímetros de espesor, a la cual la máquina le hace un entramado, como agujeros, que se puede utilizar para muchos destinos. También se utiliza en las paradas de ómnibus”.
María destacó que “es algo nuevo que estamos trabajando, recién empezamos a desarrollarlo. Es algo a lo que siempre apuntamos, innovar. La máquina está acá desde hace unos cinco meses, y la importamos de China. Llevó un tiempo la puesta a punto, pero ahora ya está produciendo muy bien”.
Manuel apuntó que “si bien siempre se tuvo la idea de innovar en maquinaria, en los últimos años hemos invertido mucho en nuevas máquinas para producir acá en Paysandú, lo que es un aporte a la industria sanducera, porque mueve mucha mano de obra, tanto directa como indirectamente, con mucho personal incluido”.

El desarrollo de un “polo logístico”

Parte de la infraestructura incluye “puente grúa, varios autoelevadores desde los que levantan dos mil kilos, hasta grandes para siete toneladas. Hay un depósito de contenedores que traen todo lo que importamos, y se descargan contenedores con hasta 25.000 kilos con una grúa especial. Y ese equipamiento se hizo acá”, destacó. La idea de los hermanos Dorfman es “generar un polo logístico en la región litoral para importar la materia prima, fabricar los insumos y distribuirlos en la zona, como ya estamos llegando a Salto, Tacuarembó, Fray Bentos, Mercedes y así apuntar a desarrollar más el Interior y que no todo se centre en Montevideo”.
En cuanto a los precios, dijo que “somos muy competitivos, y a nivel general, en Uruguay no hay muchos misterios, porque los que importamos la materia prima la compramos más o menos al mismo precio, sale de los mismos lugares y no hay ningún destacado que compre 50 veces más que el resto y consiga mejor precio, los volúmenes son más o menos similares. Sacando dos o tres que están más despegados, el resto movemos más o menos lo mismo”.
No obstante, reconocieron que “somos muy competitivos porque los volúmenes de hierro que manejamos y comercializamos son bastante grandes, porque atendemos prácticamente a todo Paysandú, pero tenemos barracas grandes de otros departamentos que nos compran, y eso va sumando mucho volumen. Y también algunas obras grandes, como la nueva de UPM que tenemos adjudicada, los hierros de la Torre de la Defensa”.

De todo en chapas

El trabajo en la fábrica comienza con la importación de la materia prima, que viene en bobinas de alrededor de un metro de diámetro, con un peso que oscila en los 5.000 kilos y “se procesa directamente como chapa o se hace otro trabajo, que es cortar el ancho de esas bobinas para hacer otro tipo de perfiles, por ejemplo para galpones o los que se utilizan para yeso”. Para eso, se cuenta con diferentes tipos de maquinaria, dependiendo del ancho de la chapa si es para techo o es para hacer perfiles, que también tienen diferentes medidas.
En la fábrica, ubicada a pocos metros de la casa matriz, en Joaquín Suárez casi República Argentina, se producen chapas para techo en onda común, trapezoidal e imitación teja; perfiles C; perfiles para yeso; chapa lisa en hojas y en rollos y también se hacen plegados especiales, a medida.
Para medir mejor, con láser
“Incorporamos toda la línea de herramientas Bosch. Además de lo usual que comparte con otras marcas, como amoladoras, taladros y rotomartillos, en calidad premium, tiene también otra parte dedicada a la medición y nivelación, que es relativamente exclusivo de esa marca y somos los únicos que la tenemos en Paysandú”, explicó María. Se trata de equipamiento “para el uso de agrimensores, empresas constructoras, metalúrgicas. Son niveles ópticos y medidores láser. Su uso es variado, puede ser para nivelar un piso, para alinear las columnas de un galpón, cuando se levantan paredes de una casa, para colocar la perfilería o un yeso. Mide distancias, nivela distancias automáticamente; se coloca con el trípode y se nivelan solos, tienen mucha tecnología”.
Si bien es una tecnología que hace un tiempo está disponible, “ahora es más accesible para el público en general”, y en cuanto a los precios, dijo que “la imagen que puede tenerse es que son cosas caras, pero en los últimos años han bajado mucho de precio, y ahora están accesibles para cualquier constructor. No son herramientas de miles de dólares”.
Además, con estas herramientas, “se logra mayor eficiencia, es muy preciso y la velocidad del trabajo es bastante más rápida”.
Otra de las novedades de Fempay, es que “estamos importando mucha cerámica y porcelanato de Argentina, hay un buen stock. Están muy bien de precio y son productos de primera calidad”.