Especialistas, técnicos y funcionarios de América Latina y el Caribe, África e India intercambiaron conocimientos y experiencias sobre el combate a la langosta, una plaga que está afectando la producción agropecuaria y las reservas naturales en distintas regiones del mundo y pone en riesgo la seguridad alimentaria global.
En el III Seminario de Cooperación “Langostas: manejo y perspectivas de colaboración en América Latina y el Caribe, África e India” se señaló que, por tratarse de una especie migratoria y transfronteriza, su abordaje requiere compromisos internacionales y cooperación entre distintos países a gran escala, que incluyan el diseño de sistemas de alerta temprana, un monitoreo permanente y la promoción de soluciones innovadoras.
La actividad fue una oportunidad para compartir información sobre las distintas especies de langostas existentes en cada región, su estado de situación y pronóstico; los planes de acción llevados adelante por organismos de cooperación y localmente; la articulación institucional y las innovaciones tecnológicas que se están aplicando.
Se trató del tercer capítulo de un ciclo de seminarios regionales, en el contexto del que ha sido designado como Año Internacional de la Sanidad Vegetal por las Naciones Unidas.
La organización de la serie de conferencias corre por cuenta del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Argentina, en conjunto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Grupo Interamericano de Coordinación en Sanidad Vegetal (Gicsv) y el Comité de Sanidad Vegetal del Sur (Cosave).
En esta ocasión el seminario contó con la participación también de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además de expertos de América Latina y el Caribe, cuyos países ya habían estado representados en seminarios anteriores, tomaron parte funcionarios de la India, Etiopía, Eritrea y Kenia, entre otros países africanos, quienes dieron detalle de las acciones llevadas adelante en sus naciones en los últimos años y describieron el escenario actual.
“A través de la cooperación internacional buscamos un desarrollo sostenible e inclusivo para los pueblos del mundo. Y, en este año tan particular, planteamos soluciones creativas a los desafíos que se nos han presentado” dijo la ministra Alicia Barone, en nombre de la Dirección General de Cooperación Internacional de la Cancillería argentina, al explicar el espíritu de la actividad.
Situación complicada
En América Latina y el Caribe –según explicó Héctor Medina, del Senasa– hay cuatro especies de langostas que afectan distintas regiones, pero la situación más preocupante se da en el continente, debido al resurgimiento de la langosta sudamericana. “Argentina, Bolivia y Paraguay enfrentan una situación de peligro y han declarado emergencias fitosanitarias. La plaga avanzó en 2020 y ha amenazado a Brasil y Uruguay. Aunque se han llevado adelante estrategias de control exitosas, la situación fue, es y sigue siendo complicada”, dijo Medina.
Por su lado, Jingyuan Xia, director de la División de Producción y Protección Vegetal de FAO, señaló que la langosta representa uno de los desafíos más difíciles enfrentados por la humanidad y lo calificó como un desastre natural comparable con inundaciones y sequías.
Por su lado, Keith Cressman, Oficial Superior de Prevención contra las Langostas de FAO, se refirió a la langosta del desierto, especie que afecta a Asia, África y Oriente Medio. “Es la plaga migratoria más peligrosa en este momento, ya que cubre el 20% de la superficie de la Tierra. Hay por lo menos 29 países que tienen que lidiar con esta langosta todo el año, pero la plaga puede extenderse hacia los cuatro puntos cardinales e invadir otros 25 países si es favorecida por tres condiciones ambientales, que son la lluvia, las temperaturas cálidas y el viento. Podrían verse impactados más de 50 países, y con ellos, los medios de vida de miles de comunidades”, dijo Cressmann.
“El principal insumo para combatir la langosta es el conocimiento”, advirtió el Representante del IICA en Argentina, Caio Rocha, quien abogó por la integración permanente y el intercambio de experiencias y tecnologías.
En nombre del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Santiago Bonifacio dijo que un papel decisivo en el éxito de las acciones que se encaren para controlar la plaga lo jugarán las tecnologías.
Finalmente, el ministro Juan Ignacio Rocatagliatta, de la Cancillería argentina, puso el énfasis en la necesidad de trabajar simultáneamente en estrategias de corto y de largo plazo y de promover la convergencia entre actores estatales y actores privados.