En una circular firmada el pasado jueves por la directora de Gestión Humana, Lorena Abate, la Intendencia estableció la prohibición a sus funcionarios del uso de los teléfonos celulares, salvo excepciones, y de las redes sociales durante el horario laboral. Con estas medidas se pretende, según comentó Abate, que el trabajador se concentre en sus tareas y la búsqueda de la excelencia en la atención al usuario.
“Por orden del Sr. intendente queda terminantemente prohibido el uso de teléfonos celulares con fines personales en el horario de trabajo, a excepción de razones de emergencia o fuerza mayor, que deberá dar cuenta a su superior inmediato. Asimismo, está estrictamente prohibido el uso de redes sociales en el horario de trabajo”, asegura en su parte medular la misiva de circulación interna.
También se comunica a todo el personal dependiente –tanto de la Intendencia como de los municipios y juntas locales–, de la “plena vigencia” de la ley 18.823 (Código de Ética en la Función Pública) y del decreto 30/2003 (Normas de Conductas en la Función Pública), que hacen referencia a este tipo de situaciones.
“Se apunta al abuso en el uso de la redes sociales y el teléfono, mejorar la atención al público y hacia el propio trabajo del funcionario. Pasa en cualquier empresa, vengo del sector privado y teníamos esa problemática. Se trata de tener más atención en lo que uno está haciendo, sobre todo hacia el usuario”, explicó Abate a EL TELEGRAFO.
“El fin es prestar atención al que va a la Intendencia, al contribuyente. Se busca la calidad y la excelencia en el servicio, y para eso es necesario que ese funcionario no se distraiga y esté cien por ciento dedicado. En todos los ámbitos es un elemento de distracción. Esto es simplemente para ordenar”, ahondó la jerarca.
En cuanto a las posibles sanciones llegado el caso que un trabajador no cumpla con esta normativa, “hay mecanismos establecidos en el propio estatuto”, aseveró Abate, y “que los funcionarios conocen”.