El auge agrícola impactará en el precio de la carne

En la última publicación de Everdem y Tardáguila Agromercados, cvorrespondiente a este mes de enero, el ingeniero agrónomo Rafael Tardáguila afirma que el aumento en los precios agrícolas repercutirá en las carnes, haciendolas subir también.
Señala que quizás en ganaderías pastoriles como las que predominan ampliamente en el cono sur americano no es tan fácil de ver, pero el aumento en los precios de los productos agrícolas tendrá, más tarde o más temprano, su repercusión en las cotizaciones cárnicas.
Los productos de la agricultura son un insumo esencial para la producción de carne, ni que hablar en el caso de las avícolas o las granjas de cerdos, pero también para buena parte de la terminación de vacunos, que es a corral y con alimentación a grano.
El encarecimiento de los granos pega de lleno en los números de la producción de carne, al encarecer un insumo básico. Por lo tanto, el negocio para estas empresas comienza a complicarse, se resiente la producción y aumentan los precios de venta. Esa es la forma que tienen los mercados para recuperar los equilibrios.
El precio de la soja en el mercado internacional superó los U$S/t 500 en los primeros días de 2021, cotización que no se observaba desde el año 2014. Hay un apetito voraz por este producto, fundamentalmente desde China, donde se están recomponiendo las existencias de cerdos luego del mazazo de la fiebre porcina africana. Y esta demanda encuentra una oferta en problemas, fundamentalmente en los países sudamericanos —donde más se produce— debido a condiciones de sequía que atentan contra los rendimientos.
Como si esto fuera poco, hay otros condicionantes que también presionan al alza. El optimismo en cuanto a que, vacuna mediante, en el correr de este 2021 comenzará a dejarse atrás la pandemia, tiende a deprimir la cotización del dólar. Por lo tanto, los bienes que cotizan en esta moneda suben de precio.
Además, hay quienes se animan a afirmar que se está en los inicios de un nuevo ciclo de valorización de las materias primas o commodities. El más importante de todos, el petróleo, superó los U$S 50 por barril y mantiene su senda de aumento. En abril pasado había cotizado por debajo de U$S 20, con algún día de locura extrema en el que su precio era negativo: o sea, había que pagar para que alguien se lo lleve.
En este marco de volatilidad e incertidumbre, hay entonces varios argumentos que permiten ser optimista en cuanto a los precios de venta de la hacienda para faena durante 2021.