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Jorge Giordano se paró en la tarde de ayer frente al plantel de Nacional. Un grupo renovado por las ausencias luego de que se decidiera no renovar los contratos que finalizaron el 31 de diciembre. Fue una nueva presentación, porque se integró el sobrino (Bernardo) del propio Giordano al cuerpo técnico, y también el último gran ídolo del club, Álvaro Recoba.
Antes, en la mañana, Giordano dijo a EL TELEGRAFO que el salto de la Secretaría Técnica a la dirección técnica del primer equipo no le cambió demasiado “en cuanto a la manera de trabajar”, pero sí reconoció que no le gusta mucho “la sobreexposición, que el nombre de uno esté todo el día a la vuelta”.
Y tampoco cambió demasiado el hecho de que fuera confirmado para dejar el interinato que asumió cuando se cesó a Gustavo Munúa y asumir ahora como entrenador principal del primer equipo. “Cambia en que hay un reconocimiento a la actividad interna. Yo tenía en claro que si no conformaba, iban a ir por otro entrenador. Lo tenía claro de la mano del presidente, pero finalmente se demoró un poco. Es que con todo lo que sucedió (el acto de indisciplina ya conocido), primero hubo que atacar eso, la sanción del Ministerio de Salud Pública por romper la burbuja, y de a poco se fueron ordenando los zapallos en el carro”, dijo.
Sí, se puede
La idea no era hablar de lo pasado. Sino de qué se espera de aquí para adelante y de las posibilidades de sortear los nuevos desafíos, como ganar la final del Intermedio, el Clausura y el Uruguayo.
El floridense tiene en claro el Nacional que se viene: el que le dará oportunidad a los jóvenes. “Nacional está en la dirección de potenciar a los jugadores del club, los que forma. Hay que darles la oportunidad, siendo acompañados por tres o cuatro referentes”, explicó. Y confirmó que no perderá a uno de los que hoy tiene el plantel, pese a su edad, y que está en carpeta de River Plate argentino: “Gabriel Neves no se va a ir en este período”.
La apuesta, eso sí, debe tener ese equilibrio complicado en el fútbol de hoy. Porque se apuesta a los jóvenes, pero la mayoría de las veces se cambia de rumbo si los resultados no se dan. “Acá sucede que hay un convencimiento de que con estos chiquilines podemos lograr los resultados”, dijo Giordano.
El DT lo expresó con seguridad. Y para muestra basta un botón: “Si vos te fijás, el equipo que jugó contra Independiente del Valle es el plantel que quedó ahora. El único que jugó y ahora no está, es Gonzalo Castro. Ninguno de los que se fueron jugó. Por eso entendemos que estos chiquilines son competitivos”.
“El club eligió esta política y el entrenador tiene que respaldarla. De hecho, una de las salidas de entrenadores anteriores se dio por no apostar a los jugadores del club”, ahondó.
Con este plantel joven la apuesta es clara: “El gran objetivo es el bicampeonato, y mínimo llegar a la misma posición en la que se llegó en esta Copa Libertadores. Si cumplimos eso, sería un caso de éxito sobre todo, justamente, por la conformación del plantel. Y crecería el tema patrimonial, que es algo que está proyectado en números”.
Cómo ser protagonistas otra vez
Los objetivos pasan por el Uruguayo. Y llegar lo más lejos posible en las competencias internacionales. Para el fútbol de nuestro país, es complicadísimo pensar en volver a pelear bien arriba fuera de fronteras. Y para Giordano, es posible volver a hacerlo, aunque hay que apegarse a algo clave: mantener el equipo.
“Creo que se puede, que es posible. Pero hay que mantener el equipo. Nuestra idea es mantener este plantel, transferir lo menos posible. Este plantel debería mantenerse dos años, y contar con tres jugadores de experiencia, de muchísima categoría”, expresó.
Y, en ese sentido, dijo que la llegada de Andrés D’Alessandro a mediados de enero, para comenzar a prepararse de cara a la próxima temporada, es importante porque se trata de “un referente adentro y afuera de la cancha, un ganador nato que tiene mucho liderazgo, experiencia, y sobre todo es una persona acostumbrada al éxito. Y eso es importante cuando se cuenta con un plantel joven”.
Mate y teléfono de por medio, Giordano dejó constancia de que la idea de potenciar a los juveniles queda confirmada al decidir no contratar un golero y darle la posibilidad a los que vienen de abajo. Incluso uno de los arqueros juveniles atajará en la final del Intermedio ante Wanderers el jueves 14. “Centurión y el sanducero Suárez van a disputarse el lugar”, destacó, y sumó que el golero de Paysandú ha mejorado, aunque le costó ser profesional.
Por eso para Giordano, hombre del Interior, es importante el trabajo que realiza OFI con su programa U2030 de formación integral de los juveniles. “Es una idea fantástica”, dijo, pero también remarcó que “a nivel de intendencias y gobierno se debería dar otro tipo de apoyo, ayudar más porque esto no es solo un proyecto deportivo, sino social. Y he visto que en algunos lugares ese apoyo no está comprometido, y OFI, encabezada por Luis Matosas, está haciendo de tripas, corazón”.
El entrenador tricolor se preparaba para afrontar la primera práctica, con el desafío de los pocos días de trabajo antes de la final del Intermedio. “A las 16 horas serán los hisopados”, contó. Y será tiempo de presentar también a Recoba como ayudante técnico. “Estoy muy conforme con cómo se armó el cuerpo técnico, porque ahora tenemos un especialista en ataque y otro en defensa”, explicó. Y dijo sobre el “Chino” que “encontró lo que quiere hacer, y va a aportar la experiencia de su carrera. Es el último ídolo del club, y está en etapa de formación. Porque Nacional no solo debe formar sus jugadores, sino también a sus entrenadores”.