Las variables en el posible cambio de proveedor de combustibles de la IDP

El intendente Nicolás Olivera anunció la posibilidad de cambiar de sello proveedor para surtir de combustible a la Intendencia de Paysandú, argumentando que podría conseguir mejores precios haciendo un llamado a licitación entre los tres sellos, Ancap (por medio de Distribuidora Uruguaya de Combustible S.A., Ducsa, propiedad del ente), Petrobras (Ahora DISA) y Exxon.
Actualmente, la comuna trabaja con Ducsa, y utiliza el Sistema de Control Vehicular (Sisconve) que le permite tener un detalle del combustible que carga cada vehículo –con la imposibilidad de sacarlo del tanque debido a un chip de control– y la ubicación geográfica por GPS, entre otros controles.
Olivera dijo a EL TELEGRAFO que la Intendencia consume mensualmente unos 100.000 litros de gasoil y unos 20.000 litros de nafta, pero no quiso entrar en detalles, señalando que brindará información “cuando avancemos y tengamos decisión tomada”.
De las consultas realizadas con dueños de estaciones de los tres sellos, existe la posibilidad de hacer algún tipo de descuento en las otras dos empresas –Exxon y Petrobras– aunque no contemplaría todas las ventajas que brinda Ducsa, excepto en el precio final. Se indicó por ejemplo que la Intendencia tiene importantes descuentos en los lubricantes de Ducsa, y además se considera que la firma de Ancap es la que ha mantenido (en algunos casos durante meses) la provisión de combustibles aún cuando las intendencias se atrasen en el pago, algo que se ha dado muchas veces en el país, y en el caso sanducero al menos en tres oportunidades durante los últimos 15 años, y con gobiernos de distinto color político.
Según nuestras fuentes, esta “ventaja” no la tendrían si las compras se hicieran a sellos privados, que además son propiedad de multinacionales. Además, se adujo que debe considerarse que las economías públicas se están viendo o se verán resentidas a causa del menor trabajo o ingresos salariales familiares a causa de la pandemia de COVID-19, lo que podría significar una menor recaudación en las arcas municipales, y por ende -de mantenerse la situación- dificultades financieras en la Intendencia.
Por otra parte, el cambio de sello proveedor de combustible derivaría también en la posible reducción de personal en alguna de las estaciones Ancap consultadas, ya que habría menor demanda.