Solicitada: La revitalización de Paysandú, un compromiso de todos

Hoy en día, está en agenda un tema tan antiguo como los orígenes de Paysandú: nuestra ciudad y su vinculación al río. Fuimos puerto, luego ciudad industrial vinculada al río, luego surgieron los clubes deportivos de la costa y, en los años ‘50, con el desarrollo de un balneario como paisaje costero, realizado por el arquitecto Garrasino, aprendimos a disfrutar del paterno para el ocio. Después devino el puente y la vinculación regional y a nivel local, la Costanera Norte. En la actualidad, los accesos al puerto renovado, plantean la gran oportunidad de vincular el Norte con el Sur de ese gran paseo costero, donde también visualizamos la necesidad de conectarnos con una importante zona de la ciudad olvidada. Sería la inclusión territorial y social que los sanduceros tenemos en falta y que en la medida que se continúe reactivando esta zona con programas de oportunidades de superación a esa población, tendremos una sociedad en armonía.
En este contexto existe una apuesta a la concentración urbana contigua al Paseo Costero, con recursos del fideicomiso que los sanduceros pagaremos a 20 años. La propuesta es una muy buena invitación a pensarnos a largo plazo.

Y eso intentamos analizar aquí. Uruguay y Paysandú, poseen una legislación suficiente que nos da soporte para planificar nuestra ciudad. Repasando estudios producidos en los últimos 10 años sobre los riesgos de las inundaciones, constatamos la fragilidad de nuestro borde costero, que cada 5 años tiene una recurrencia de inundaciones que padecen muchas familias y que, como sociedad, todos debemos asistir con recursos para mitigar las dificultades de las mismas. Por lo tanto, es una responsabilidad de la ciudadanía en su conjunto –y en especial de quienes gobiernan este territorio, ya sea del Ejecutivo como del Legislativo Departamental– que se tomen los recaudos adecuados para optimizar la ocupación de la planicie inundable.
Consideramos que se debe planificar toda la costa con los mejores especialistas en materia ambiental, urbanística y social, pero también en pensar el recurso río como una apuesta definitiva y a largo plazo de una ciudad de cara al río. Como dijo Toni Puig, el gurú de las ciudades en ocasión de su visita a Paysandú, se debe apostar a una Marca Ciudad de la Cultura de cara al río, algo que nosotros ya lo sabíamos, pero tomar apuntes de uno de los arquitectos que desarrolló la Barcelona de los ‘90 nos viene muy bien a nuestra autoestima de sanduceros.

Entonces, revitalizar Paysandú es no sólo necesario sino desafiante. La costa debe ser parte de ello y debe hacerse a través de un Plan Parcial de la Costa, como lo establece nuestra normativa del año 2018 y que es vinculante a la planificación existente. El intendente ya posee un expediente que solicita el inicio de un plan de acuerdo a la Ley 18.308 de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible, que habilita a que un ciudadano individualmente lo solicite y, a través de la Dinot, se realice. Así también lo determina un pedido que realizó esta ciudadana que suscribe, a través de un trámite administrativo en febrero del corriente año. Intuimos que se está avanzando en eso, porque algunos especialistas han pasado por estas tierras y vemos con beneplácito que los recursos votados en el fideicomiso para el desarrollo de un plan maestro (plan parcial para nuestra normativa) parece que serán llevados adelante.

Pensamos que en este plan, el territorio costero será el soporte físico y su finalidad será definir el conjunto de acciones transversales del Estado y la sociedad civil, para lograr el desarrollo integral de ese territorio como una política pública de Estado. Opinamos también que los sanduceros y sanduceras, debemos tener posibilidades de ser consultados efectivamente sobre ese futuro deseado y que el conjunto de los actores directamente involucrados –los vecinos y vecinas de esos barrios; los clubes deportivos de la costa; quienes integran la oferta hotelera-gastronómica de esta zona; los actores de la cultura; los grupos de jóvenes que concurren habitualmente– tienen que ser considerados claramente en el proceso de planificación y gestión resultante.
Debemos señalar que las planificaciones con prospectiva deben ser una hoja de ruta para avanzar como sociedad, con metas claras a lograr en determinados plazos y con certezas para los inversores. Esto hará de la política pública un instrumento robusto, para que trascienda por varios períodos en las agendas de los gobiernos departamentales y así llevar a Paysandú a posicionarlo en la región con una marca de Paysandú ciudad de la recreación, la cultura y el turismo.

Esta marca ciudad, debe interactuar con la Ciudad Universitaria que ya somos, por eso es importante apostar a generar aularios para los 1.400 alumnos nuevos que este año se matricularon y hoy están en clases virtuales, así como continuar apostando a la Ciudad de la Innovación que está moviéndose poco a poco.
Se debe articular también con la promoción de la construcción de viviendas que hoy tiene la ciudad, viviendas promovidas por la ANV a través de privados y viviendas de cooperativas, siempre necesarias en nuestro Paysandú. Pero la apuesta de volcar a ello los recursos públicos debe realizarse en suelos ya urbanizados, con servicios y con entornos ambientalmente consolidados. Es adecuado generar un proceso de densificación urbana del centro y sugerimos aventurarse a pensar en hacerlo en predios como el de la vieja aceitera o el Corralón Municipal. De esa forma, la Intendencia estaría dirigiendo la inversión de los recursos públicos –votados en el fideicomiso por casi toda la representación departamental anterior y que ya comienza a generar intereses– hacia dinámicas que potenciarían de forma significativa la generación de empleo en el corto plazo, como así se pensó.

Apostar esos recursos a generar un relleno en la planicie inundable, además de inoportuno, demandaría un plazo de al menos dos años –requeridos para que se vote el plan necesario, se construyan los servicios de calles, saneamiento, agua, luz y se fraccionen terrenos– para que recién allí aparezcan los inversores y comience a dinamizarse la economía local. Buscar la generación de empleo y la movilización del mercado interno en este contexto de pandemia, es una necesidad urgente que no puede esperar y en la que el fideicomiso era una herramienta que apoyara el desarrollo, no un fin en sí mismo.
La revitalización del Paysandú Costero implica necesariamente otros tiempos de planificación, que si todos juntos nos involucramos en la implementación de la generación de valor público en la costa, lograremos los impactos deseados para esa ciudad de la recreación, la cultura y el turismo que los sanduceros nos merecemos. Arq. Andrea Ostuni