Consolidar mercado de Estados Unidos y carcasas mayores de 22 kilos, entre los objetivos del compartimento ovino

El doctor Jorge Bonino Morlán fue uno de los disertantes en el Simposio de Ovinos de las 48ª Jornadas Uruguayas de Buiatria, y manifestó que entre los objetivos para el presente año en el Compartimento Ovino está la consolidación del mercado de Estados Unidos, tratando de imponer carcasas pesadas (más de 22 kilos).
Pero también se refirió a la importancia de “concretar otros mercados como Japón; Nafta (Canadá y México); Israel y seguir trabajando Unión Europea y Reino Unido, aprovechando el “brexit”; además de adecuar esta figura para Corderos Precoces o “Mamones” sin destetar”.
Entiende que se debe “lograr mercados para Carne de Calidad correspondiendo a reses de adultos (mayores de 4 dientes). Crear una Asociación de Compartimentos (“Cocac”) para ser más eficientes; imponer el “cordero maquillado” para mejorar ingresos de los criadores. Acotó que “este es un animal con condiciones que facilitan el engorde y brinda seguridad para el éxito del emprendimiento productivo, minimizando problemas que representan costos”. Es un cordero de 18 a 35 kilos., con buena conformación, que sepa comer; cola cortada, castrado, esquilada la cara (desojado) y con “agujero en cada pabellón auricular” (facilita la puesta de caravana y evita la miasis). Sanitariamente, libre de afecciones podales; vacunados contra Ectima Contagioso y Clostridiosis; libre de ectoparásitos o tratados con Spinosad (piojo) y Doramectina (sarna); sin endoparásitos o tratados con Monepante”.

La profesión veterinaria

Bonino expresó durante su exposición, que “el excelente estatus sanitario del país y su importante consideración mundial, tanto a nivel técnico como comercial, es consecuencia del trabajo conjunto de todos los uruguayos, siendo el gran protagonista, la profesión veterinaria con su trabajo a nivel oficial y particular”.
Las app existentes en materia sanitaria, actuando tanto a nivel internacional como nacional: Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE); Comisión de Salud Animal (CSA) del Comité Veterinario Permanente (CVP); Comisión Sudamericana para la Lucha contra la Fiebre Aftosa (Cosalfa); Comisión Nacional Honoraria de Salud Animal (Conahsa); Comisiones Departamentales de Salud Animal (Codesa); Sistema Nacional de Acreditación Veterinarios de Libre Ejercicio (Sinavele); Comisión Administradora del Fondo de Seguro de Control de Enfermedades Prevalentes en Bovinos (Scepb); Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL); Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA); etcétera, son un sustento vital para el estatus sanitario y una gran fortaleza del país en la consideración internacional.
“El Compartimento Ovino ha jerarquizado al país y a sus veterinarios en particular, siendo una gran herramienta para aplicar en animales en pie, genética (semen y embriones) y campañas sanitarias”, indicó Bonino.
La cadena ovina (criador- “invernador”- industrial) debe fortalecerse e igualarse, dejando de ser el productor el más expuesto y el industrial quien regula el precio acorde a su beneficio. Además ambos deben valorar al criador a fin de tener la oferta necesaria. Los aspectos reproductivos, en particular la tasa reproductiva, deben mejorarse para lograr un mayor número de corderos, aumentando la oferta y el stock de hembras a encarnerar.
Acotó que las restricciones de abigeatos y depredación “hay que levantarlas para que se expanda el ovino en predios de pequeña y mediana escala y concientizar a los de mayor escala de que el rubro es complementario de cualquier sistema de producción con una gran rentabilidad. Además de promover en la juventud la explotación ovina, capacitándolos en todas las áreas y demostrando que genera un muy buen ingreso en relación a la baja inversión”.
protagonismo
Jorge Bonino recordó que el Compartimento Ovino es una figura sanitaria donde participaron muchas instituciones y personas, “pero no se puede olvidar el gran protagonismo de la profesión veterinaria, que no sólo refrenda la consideración mundial del estatus sanitario uruguayo, sino que aporta una herramienta que favorece al comercio de animales, productos y subproductos y además es una opción para usar en campañas sanitarias”.
Estableció que “es muy sencillo de implementar con una excelente relación costo/beneficio, siendo clave la responsabilidad de la defensa y seriedad de su uso, donde todos los veterinarios vuelven a ser protagonistas. Además es una muy buena fuente de ingresos para el país, la especie ovina, la cadena productiva, los productores y la profesión”.
El desafío es aumentar el número de corderos mejorando los índices reproductivos, seguir abriendo mercados y buscar el producto más rentable para el criador, el “invernador” y el industrial. La consolidación de una cadena ovina, transparente y comprometida será la base para el logro de estos objetivos.