Solicitada: Respuesta a la propuesta de Un Solo Uruguay

Por este prestigioso medio, la debajo firmante, en nombre de la Asociación Animalista Libera Delegación Uruguay, desea responder públicamente al documento que está circulando en redes sociales y prensa, enviado por el movimiento Un Solo Uruguay, que denominaron “Estrategia para la tenencia responsable de perros en Uruguay”.
El documento comienza aseverando que desde que no existen las “perreras” en Uruguay, la población de perros se ha incrementado notoriamente, y que desde el Estado las políticas públicas han sido insuficientes, así como las esterilizaciones o castraciones.

Estamos de acuerdo en que las medidas de los gobiernos no han sido las necesarias, partiendo de la base –si bien proyectos presentados por organizaciones y activistas por los derechos de los animales no han faltado– de que nunca se dispone de un presupuesto mínimamente aceptable para tales tareas. Desde siempre se ha dejado la temática del sufrimiento de los animales como último asunto de interés, entre otras cosas porque los animales no votan y porque los perros y gatos no resultan productivos ni redituables.
“…Acá la campaña de castración tiene muy poco impacto…”

Nos preguntamos si indagaron en la cantidad de castraciones que logra hacer Zoonosis por año y la que por su cuenta hacen las protectoras y oenegés, porque evidentemente tendrán poco impacto si se carece de recursos económicos para hacerlas.
Paysandú ha sido claro ejemplo de buen trabajo con castraciones y donde se pudo ver un cambio en la cantidad de cachorros abandonados en las calles durante unos años.
En el año 2020 la oenegé Amigos de los Animales realizó un total de 3.090 esterilizaciones, 2.290 a cargo de ésta y 800 proporcionadas por la Intendencia de Paysandú.
En lo que va del año 2021 la oenegé ha realizado 1.070 por su cuenta solamente y ese retroceso se transforma en cientos de cachorros abandonados. Por ello, no podemos darnos el lujo de demorar y es imperante además de aumentar el número, dar continuidad a las mismas para que resulte efectivo y porque de un tiempo a esta parte la mayoría de la sociedad está entendiendo y está pidiendo las castraciones económicas y/o gratuitas.

Vale recordar que en el órgano Consultivo de CoTRyBA, se logró crear un plan de Gestión de Población Canina, el cual pretendía dar solución a estos problemas, aplicando una serie de medidas como: castraciones masivas, campañas educativas, de comunicación e identificación de los animales, regulación estricta de la reproducción y comercialización y fiscalización de ello.
Este proyecto fue apoyado por todos los integrantes del Consultivo: organizaciones protectoras de animales, representantes de asociaciones rurales, Sociedad de medicina veterinaria, representantes de UdelaR y ANEP. En su momento la rendición de cuentas no aprobó recursos para este proyecto y tampoco lo hizo el Ministerio de Ganadería.
Por lo tanto la afirmación de que las castraciones no tienen impacto, va a contramano del acuerdo de llegar a las diez mil este año en el Departamento de Paysandú, cosa que nos tenía muy esperanzados, para luego ser ejemplo hacia el resto del país.

“…Volver a abrir las perreras municipales o refugios…”
Resulta inaudito que en pleno siglo XXI, se vuelva a pensar en un concepto tan cavernícola como lo es una “perrera”, con todas las medidas éticamente correctas que se pueden tomar para evitar la sobrepoblación canina.
“…La captura de los animales la realizarán las Intendencias…” “…Todo animal suelto deberá ser llevado a las perreras…”
Se nos vienen a la mente recuerdos tan dolorosos como cuando éramos niños y corríamos desesperados al encuentro de nuestros padres avisando con angustia “¡Viene la perrera, viene la perrera!”, y sabiendo que los pobrecitos que alimentábamos pero no podíamos darles hogar, tenían los días contados luego de ser cazados y subidos a las camionetas nefastas.
Y como si fuera poco se está poniendo a consideración la vida de los animales en los refugios:

“…¿Qué hacer con la población de perros de los refugios? a través de plebiscitos, donde sea la propia gente que elija qué hacer con esta población de animales en el corto plazo; aunque nosotros pensamos que es inevitable la eliminación de gran parte de esta población, aspecto que manejamos con un profundo respeto hacia el animal…” “…bajo un plano de sedación profunda…”
Y si cuando leímos esto creíamos desfallecer, no dando crédito a palabras tan alejadas de personas que dicen sentir respeto hacia los animales, esto último merece el primer premio a la falta de ética y sensibilidad a la que como sociedad apelamos con todo nuestro ser:

“…En las zonas donde se identifiquen… daños a majadas… se generarán grupos de trabajo…
Dentro de las potestades de este grupo están:
i) la captura de perros
ii) caza de estos animales a través de trampas o su eliminación…”
Una realidad del campo que por algún motivo jamás mencionan las autoridades y/o interesados en la problemática de la matanza de ovejas, es que la gran mayoría de los perros que las matan, pertenecen o pertenecían –dado que de tanta cantidad se les caen de las camionetas– a cazadores con perros. Eso lo hemos comprobado con nuestros propios ojos viendo en el campo perros muy lastimados de caídas de camionetas o por peleas con “presas” que, acostumbrados a cazar cuanto animal se les atraviese –porque para ello fueron enseñados– obviamente que las ovejas no serán la excepción y más luego de días de abandono y hambre.

El colectivo que redactó este documento parece querer dar a entender que les importa el bienestar de los perros, pero la realidad es que hace mucho tiempo varios de sus integrantes se manifiestan casi que desesperados por la utilización del “rifle sanitario” a diestra y siniestra, disfrazando lo que sería la matanza de perros abandonados en la ciudad y el campo por la utilización de refugios. Bueno… ya no disfrazan más. Ahora directamente manifiestan que se debe salir a matar perros urgentemente.
Nosotros como activistas por los derechos de los animales, integrantes de organizaciones que hace muchos años trabajamos con mucho esfuerzo y poco reconocimiento, afirmamos que estas son las medidas urgentes, éticas y sensibles a la problemática; propias de personas que evolucionan como sociedad y como seres humanos:
-Castraciones gratuitas – masivas y financiadas por el Estado
-Prohibir la venta de animales
-Fomentar la adopción – en refugios y protectoras
-Apoyo Estatal a refugios – establecidos, con trayectoria y experiencia
-Prohibir la caza con perros – los mayores responsables de las jaurías en el campo y muerte de fauna nativa
-Legislación – que sea delito el maltrato, abandono y muerte de animales
-Campañas educativas – sobre Convivencia Responsable
Sin otro particular saluda muy atentamente, Marilina Odella

(*Asociación Animalista Libera Delegación Uruguay, integrante de Plataforma Animalista, colectivo que nuclea 28 organizaciones de protección de animales).