Llamado a sala dio lugar a extenuante sesión y al tradicional diálogo de sordos

El resultado de la “interpelación” se sabía de antemano: el respaldo masivo de la mayoría nacionalista y la declaración de apoyo de la Junta Departamental.

El llamado a sala al intendente departamental Nicolás Olivera en la sesión de este jueves de la Junta Departamental de Paysandú fue tenso y por momentos se salió de tono ante la vehemencia de los intercambios verbales, siguiendo la tónica del diálogo de sordos en que suelen convertirse las sesiones del deliberativo, con posturas antagónicas que derivan en intercambio de acusaciones y desafíos. Ante la certeza de la convocatoria a sala por la situación del Vertedero Municipal, el intendente Nicolás Olivera mantuvo su tesitura de llevar adelante una gestión “transparente y abierta” y se hizo presente en el recinto prácticamente segundos después de que se aprobara por el cuerpo el llamado a sala.

Se vio que la cosa venía complicada ya desde el vamos, cuando dos sucesivos pedidos de un cuarto intermedio de 10 minutos o en su defecto de cinco por el Frente Amplio fueron rechazados por el oficialismo, y la oposición salió al ruedo con la edila Silvia Fernández como miembro interpelante, una gladiadora dialéctica del Frente Amplio de fuerte perfil y de expresiones que a menudo agregan duros calificativos a sus argumentos.

Pero en realidad el eje de la cuestión quedó muy claro desde el principio: El Frente Amplio, empeñado en la denuncia del “desastre” de la gestión del Vertedero Municipal desde que se hiciera cargo la administración del intendente Nicolás Olivera, de lo que entiende es una muestra clara la muerte reciente de una persona en el lugar, y por otro lado, la administración nacionalista poniendo énfasis en el “caos” que heredó en el vertedero, al punto de que todo lo que se haga en este lugar siguiendo la misma dirección, no ofrece ninguna solución medioambiental y será un parche para terminar todo en lo mismo, pues es imposible que se pretenda lograr resultados diferentes si se hace lo mismo por las sucesivas administraciones.

Apoyo y antecedentes

Por lo tanto el intendente enfatizó que, ante la responsabilidad que le ha confiado en el acto electoral la población de Paysandú, con un contundente respaldo y consecuente rechazo a como se venía gobernando el departamento, la única salida es hacer las cosas distintas y cambiar el rumbo de la gestión, adoptando decisiones muy necesarias. Incluso trajo a colación que durante la última administración del Frente Amplio hubo un incidente –entre otros– en el vertedero, en el que resultó apuñalado un funcionario municipal, el que acudió a la Justicia y salió recientemente una resolución por la que por aquel episodio la Intendencia Departamental, con el dinero de los sanduceros, debe pagar una indemnización de 12.000 dólares y más de un millón de pesos a la víctima.

Dijo asimismo que desaparecieron en su momento más de 1.400 metros de los 1.600 metros del tejido perimetral que se facturó por el Frente Amplio para rodear al vertedero y que también hubo “el robo de un galpón entero” sin que se diera por aludida la anterior administración, en tanto consideró que mal puede decirse que se falló en los controles, cuando cualquiera puede ingresar por cualquier lado al faltar el tejido perimetral. En determinado momento la edila Fernández dijo que conoce detalles de como se había registrado el episodio y como se había ingresado, por lo que Olivera le respondió que por lo tanto cuenta con información calificada y que debería ponerla en conocimiento de la Justicia, cuando esta viene investigando precisamente los hechos, por lo que la edila respondió que efectivamente la tiene y que comparecería por voluntad propia.

También hizo hincapié en que el proyecto de Olivera para el vertedero es dar intervención “a empresas amigas” de la administración y que ella desconfía de este camino, habida cuenta de los antecedentes en esta materia, a la vez que cuestionó al intendente por “gritar” durante sus intervenciones y hacer caso omiso de iniciativas que estaban en carpeta por la anterior administración para el Vertedero, con estudios y apoyo de organismos nacionales.

Con intervenciones de algunos ediles de las respectivas bancadas, con el Frente Amplio insistiendo con preguntas que entendía no habían sido respondidas por el intendente, y con los nacionalistas ejerciendo una encendida defensa de la iniciativa de Olivera, a la vez de cuestionar el “desastre” que dejó el Frente Amplio en el vertedero, siguió transcurriendo la sesión, que ingresó en la consabida repetición de argumentos y des(calificaciones) sobre la base de alineamientos ideológico- partidarios y a menudo rebuscada argumentación y pase de facturas mutuo.

Resultado previsto

El resultado de la “interpelación” se sabía de antemano: el respaldo masivo de la mayoría nacionalista –así como del representante colorado, que trajo a colación además las situaciones que se dan en el vertedero de Guichón y otras localidades– y por ende la declaración de apoyo de la Junta Departamental en cuanto a declarar “satisfactorias” las explicaciones del intendente Nicolás Olivera, al cabo de las extenuantes tres horas y media de sesión.

Quedó sí claro al fin de cuentas que el intendente se ha trazado un camino, del que dijo es absolutamente responsable de su éxito o fracaso, a la vez que subrayó su convencimiento de que es hora de un cambio de rumbo, que va a permitir el cierre del actual vertedero, al que calificó como simplemente un basurero a cielo abierto, que no tiene futuro si no se cambia la pisada.