Sea pandemia o endemia, aún no hemos superado la COVID-19

Lenta pero consistentemente, en los últimos días se ha registrado un significativo repunte de casos de COVID-19 en nuestro país, en línea con lo que está sucediendo en otros países del mundo, particularmente en Europa, lo que reafirma que la batalla contra el virus no ha sido ganada y que al fin de cuentas el carácter de endemia que se le ha querido dar es todavía muy optimista y que mucho menos cabe dar “por terminada” la emergencia sanitaria.

Es así que el miércoles se registraron dos muertes y 294 casos nuevos en 10.864 test, en tanto actualmente hay 1.892 personas cursando la enfermedad, 22 de las cuales se encuentran en centros de cuidados intensivos, luego que este número había descendido casi hasta la mitad.
De los 294 nuevos casos, 126 son de Montevideo, 51 de Canelones, 21 de Lavalleja, 21 de Maldonado, 21 de Tacuarembó, 13 de Cerro Largo, 13 de Colonia, 11 de Florida, 7 de Paysandú, 3 de Durazno, 3 de Soriano, 1 de Rocha, 1 de Salto, 1 de San José y 1 de Treinta y Tres, lo que quiere decir que hay una distribución geográfica extendida pese a la heterogeneidad en el número de casos.

Desde que se declaró la emergencia sanitaria el 13 de marzo de 2020 se han procesado 3.796.253 tests y se han registrado 392.879 casos positivos de coronavirus en todo el territorio nacional. De ese total 384.911 ya se recuperaron.
Los dos fallecimientos con diagnóstico de COVID-19 corresponden a dos hombres de 87 y 88 años en Tacuarembó y Canelones, respectivamente y hasta el momento son 6.076 las defunciones con diagnóstico de COVID-19 en Uruguay.
Pero sobre todo el escenario debe evaluarse en el tiempo y la tendencia que se está dando en los últimos días, en que se está dando un total de casos del orden de los 300 por día –cuando el mes anterior se había caído a menos de 100–, con 1.892 casos activos, es decir personas que están cursando la enfermedad.

La realidad indica que en una diversidad de actividades y ámbitos se ha bajado la guardia y las exigencias han quedado solo pour la galerie, y si bien se ha incrementado el número de actividades al aire libre, la cercanía de la temporada turística y la inminente reapertura de los pasos internacionales agrega un elemento adicional de incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, aunque esté supuestamente bajo control.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que Europa registra desde principios de octubre un repunte de nuevos casos y fallecimientos por COVID-19, pese a que la incidencia de la pandemia se había estancado desde agosto.

Durante la última semana, unos 1.672.000 casos, un promedio de 239.000 por día, fueron notificados en la región compuesta por 52 países, hasta Rusia y Azerbaiyán, según datos oficiales recogidos por la agencia AFP este martes.
El alza supone un 18% más que la semana anterior y aproximadamente un 60% más que en agosto y setiembre, cuando el número de contagios se mantenía en alrededor de 150.000 casos por día.
A la vez, cuarenta y dos países de la región han experimentado un aumento de casos en los últimos siete días, mientras que solo siete han contabilizado cifras decrecientes.

Las cifras actuales siguen siendo inferiores a las alcanzadas en la región en su peor momento, con una media de 284.000 casos diarios entre el 2 y el 8 de noviembre de 2020. Pero, Europa representa actualmente más del 55% de los nuevos contagios en el mundo, y el repunte es generalizado en el globo, pese a que no se esté cerca de los peores números de la pandemia.
Sin contar a los micro-Estados, los países más afectados por este repunte epidémico son República Checa, con una media de 3.100 casos diarios, un 124% más que la semana anterior; Hungría, con 2.000 casos por día, un 104% más; y Polonia, con casi 5.000 casos, un 95% más. El número de fallecimientos también está aumentando en la región: 3.120 muertes diarias de promedio durante la última semana, un incremento del 16% en comparación con la anterior. No se había alcanzado una media de más de 3.000 muertes diarias desde principios de mayo. Más de un tercio de las muertes en Europa se registran en la actualidad en Rusia (una media de 1.051 muertes diarias), seguida de Ucrania (485) y Rumania (420).

Es decir, que la normalidad prepandemia es todavía más que nada una esperanza teñida de ilusión, cuando paralelamente en gran medida se ha bajado la guardia, dejando de lado elementales medidas de prevención, pese a que se ha ganado sustancialmente en base a la vacunación, mientras a la vez sigue existiendo un núcleo duro, del orden del 25 por ciento, que se resiste a inocularse.
En nuestro país, el Dr. Rafael Radi, exintegrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), afirmó que “la trayectoria de la pandemia de acá en adelante es que la epidemia en Uruguay está transitando hacia una forma endémica. Van a haber episodios epidémicos y la endemia se va a lograr cuando se logre una estabilización definitiva y se hayan retirado algunas de las medidas de control”, agregó el bioquímico.

Sostuvo que “la campaña de vacunación ha sido exitosa” y “la inmunización es la gran herramienta que tenemos. Tenemos ahora una situación que debemos disfrutar, la estamos disfrutando, pero también de nosotros depende poder seguirla disfrutando y que no tengamos otra vez un fin de año complejo”, aseguró el científico.
Además, Radi señaló que “la biología del virus puede implicar nuevas variantes que sean inclusive más transmisibles que las que están ahora o, en un escenario malo, que empezaran a evadir la respuesta a vacunas, algo que no ha ocurrido hasta ahora”. En ese sentido, aseguró que “este fenómeno va a continuar por algunos años más”.

El bioquímico cree que “la endemicidad de esta patología se va a establecer cuando realmente logremos nuestro nuevo statu quo, al cual todavía no arribamos. Recién ahí podremos decir ‘estamos ante un nuevo estado estacionario, un nuevo equilibrio dinámico’, que como sociedad decidamos cómo queremos manejarlo. Por ejemplo, ¿los aforos van a volver a ser al 100% o no? Son todas decisiones que va a haber que tomar y los ajustes van a tener que ser de forma permanente”.

Mientras tanto, Uruguay avanza en negociaciones con la farmacéutica Pfizer para contar con la cantidad de producto necesaria para una cuarta dosis generalizada, de forma de extender y mantener la cobertura con dosis completas, que hasta ahora no ha podido superar el 75 por ciento. Lo cierto, lo indiscutible, es que como han sostenido autoridades de la salud, el COVID-19 se está convirtiendo en una enfermedad de no vacunados –pese a que pueda enfermarse algún vacunado, pero de mucha menor gravedad– y corresponde mantener las medidas de prevención y sobre todo, extender la vacunación completa al mayor porcentaje posible de la población.

Y de lo que se trata es de preservar la salud, con o sin libertad responsable, haciendo obligatoria la exigencia de acreditar la vacunación completa de todo aquel que concurra a una actividad en un ambiente cerrado, porque el bien supremo a preservar lo justifica plenamente, más allá de invocaciones a la libertad de no vacunarse, que es lo mismo que a contagiarse y contagiar, sin tener en cuenta al prójimo.