(Información Comercial) “Hace algunos meses nos comunicaron nuevas exigencias y costos, haciendo inviable continuar utilizando la marca Trouville que con mucho orgullo llevé adelante durante más de 10 años”, dijo José Manuel Galván, quien desde 2011 abrió en Paysandú un local con esa franquicia, que se constituyó en un destacado suceso gastronómico. “Cuando abrimos en 2011 fuimos los primeros en tener una cocina operativa desde la mañana a la noche de forma continua. Durante el peor momento de la pandemia, en abril-mayo de 2020, llegamos a ser los únicos con salón abierto al público en toda la ciudad”, recordó Galván. “Eso se logró gracias al apoyo de un gran equipo de trabajo; triunfamos frente a la crisis generada por la COVID-19 manteniendo la empresa sólida y totalmente al día”. Aun cuando se hace necesario dejar una de las diez marcas gastronómicas creadas por su abuelo materno, quien fue una figura entrañable y gran referente en su vida, José Manuel Galván es consciente que “los cambios no hay que verlos como problemas sino como oportunidades para innovar”.
Por eso “analizamos distintos caminos y finalmente junto a la misma sociedad que comenzamos a principios de 2011, adquirimos la franquicia Rodelú”, destacó.
“Al asumir como director de Turismo delegué en mis socios parte de la operativa comercial quienes en este nuevo capítulo tendrán un papel aún más importante. Ofreceremos un gran servicio, agregando nuevos productos que complementarán la propuesta gastronómica sanducera”, aseguró José Manuel Galván.