La Asociación Cultural Eslava de Paysandú, en celebración de las fechas navideñas y con la intención de revivir y transmitir sus costumbres, recreó por primera vez una tradición rusa que hasta 1980 se celebró en el “Centro Cultural Máximo Gorki” de San Javier. (ACEP).
En una cena donde se compartieron comidas típicas, entre relatos a los niños dio la bienvenida al Died Maroz (en ruso, el abuelo del frío o el invierno) quien personificaba la fuerza de la naturaleza y anunciaba su llegada caminando entre los bosques dando golpes con su vara mágica y una campana causando fuertes heladas. El Died Maroz (normalmente un vecino o familiar disfrazado), llama a la puerta e interrumpe la cena pidiendo a los niños que canten o reciten poemas para después hacerles entrega de sus regalos de nochevieja.
El abuelo del frío con su traje y barba blanca llegó a la reunión de la asociación acompañado de su nieta Snegúrochka (la doncella de las nieves) con quien compartió la entrega de regalos e hizo vivir a los niños un momento diferente con el que los miembros de la asociación al revivir momentos de su infancia expresaron estar muy contentos.
