El teletrabajo en el sector público

En las últimas semanas el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) dio a conocer la primera edición de la Encuesta de Teletrabajo en el Sector Público, documento implementado en el marco del proyecto estratégico Gestión efectiva de la modalidad de teletrabajo en el ámbito público. De acuerdo con el MTSS “Este proyecto tiene como propósito contribuir a una gestión eficaz del teletrabajo en las organizaciones públicas, sentar las bases para el desarrollo de esta modalidad y potenciar su posible continuidad luego de culminada la emergencia sanitaria.”
La referida encuesta permitió arribar a las siguientes conclusiones:

  1.  “El teletrabajo es una modalidad que llegó para quedarse. Hasta la emergencia sanitaria el teletrabajo era algo que no estaba extendido en el sector público. Su forzada implementación llevó a que la mayoría de los funcionarios conocieran y vivieran la experiencia de trabajar desde sus casas. Uno de los principales resultados de la encuesta tiene que ver con el apoyo que tiene esta modalidad entre los funcionarios. Este apoyo se ve reflejado en una alta proporción de funcionarios que quieren seguir trabajando de forma remota, aunque de manera combinada con instancias presenciales”.
  2. “La presencialidad tiene un rol importante. Las tareas que se desempeñan en el sector público no siempre requieren presencialidad y, por ende, existen condiciones operativas para pensar en un modelo híbrido. (…) El desafío principal pasa por encontrar un equilibrio entre la presencialidad y el teletrabajo. La proporción en que se combinan ambas modalidades no debería ser universal, es decir, aplicable a todos los funcionarios por igual. Ello dependerá de algunas cuestiones como qué tan adaptables son sus tareas al trabajo remoto, la capacidad de los funcionarios para llevarlas adelante en un contexto no presencial, así como también algunos factores asociados al entorno”.
  3. “Es importante tener en cuenta las habilidades y circunstancias de los funcionarios. Pensar en una receta general y para todos sería un error. En primer lugar, porque no todos quieren seguir teletrabajando. Ese 14% que prefiere no hacerlo da la pauta de que trabajar bajo esta modalidad tiene que ser un acto voluntario y no una imposición. Hay funcionarios que no se sienten a gusto y ello afecta su rendimiento. (…) Imponer la modalidad virtual a quienes tienen dificultades con estas cuestiones no sería una buena práctica. Lo más adecuado es apelar a la voluntad. (…) Además, los datos muestran que, aunque exista voluntad de teletrabajar, no todos los funcionarios tienen la misma posibilidad de hacerlo. No todas las tareas y funciones ejecutadas en el ámbito público son compatibles con dicha modalidad, por lo tanto, el teletrabajo no es adaptable a la tarea de todos los funcionarios”.
  4. “El desarrollo de habilidades digitales es fundamental. En términos generales, los funcionarios tienen las habilidades básicas para trabajar de forma remota. Sin embargo, hay habilidades digitales más complejas que no todos son capaces de realizar sin ayuda. En este sentido, la transición hacia una modalidad híbrida trae nuevas necesidades de capacitación para generar las competencias necesarias en los funcionarios”.
  5. “Es necesario tener en cuenta las particularidades de los organismos. Los resultados muestran que hay incisos en los que se observa un contexto más favorable que en otros para avanzar hacia una modalidad mixta. (…) Si bien se puede establecer una regulación general sobre el teletrabajo, la puesta en práctica necesariamente deberá contemplar los factores domésticos de cada institución”.
  6. “Es importante visibilizar y fortalecer el rol de las áreas de gestión humana. La encuesta mostró que el principal punto de apoyo que tienen los funcionarios con personal a cargo son sus propios equipos de trabajo. (…) Las áreas de gestión humana no son percibidas como un punto de referencia al momento de hacer consultas”.
  7. “La comunicación y coordinación entre distintos equipos es importante. La implementación del teletrabajo no generó grandes consecuencias en la comunicación entre los funcionarios y sus equipos de trabajo. (…) Sin embargo, los datos muestran que las principales consecuencias se vieron reflejadas en la interacción con otros equipos de trabajo, dentro y fuera de los organismos”.
  8. “El teletrabajo es una oportunidad para impulsar una lógica de resultados en el sector público. La última reflexión está vinculada a la oportunidad que el teletrabajo trae para impulsar un cambio de paradigma en la gestión pública. (…) Cuando se teletrabaja se tiende a ponderar el logro de resultados, más allá del cumplimiento de horarios y rutinas. Esto implica un cambio en la forma en que se hacen las tareas, en la gestión interna de los equipos, en las formas de relacionamiento y en la manera en que los funcionarios conciben su función”.

Dr. Rodrigo Deleón

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