Pesebre viviente en la Capilla San Francisco de Asís

Tradicionalmente, desde hace 20 años (exceptuando el anterior por la pandemia), el equipo formado por catequistas y la Hermana Silvia como coordinadora, trabajan para llevar a cabo esta jornada. El pesebre viviente fue representado por padres y abuelos y los pastorcitos por los alumnos de primero, segundo y tercer año de catequesis; siendo el niño Jesús un bebé de 4 meses de la comunidad. EL TELEGRAFO habló con Milka Píriz, una de las catequistas quien nos contó que “este año hemos trabajado involucrando también a padres y abuelos, transmitiéndoles la importancia de la catequesis, que no se trata sólo de dejar a los niños en clase y después pasar a buscarlos. Hemos tenido muy buena recepción en los adultos que han participado activamente colaborando en todos los aspectos”.
“Para nosotros es importante destacar que el pesebre viviente significa ponernos en presencia del Señor para celebrar con alegría y entusiasmo el nacimiento de Jesús, el Salvador, nuestro Mesías. Deseamos que en todas las personas prevalezca la espiritualidad”.