El Movimiento Nacional en Defensa de la Seguridad Social elaboró un proyecto alternativo al informe con recomendaciones presentado por el Comité de Expertos en Seguridad Social, creado por el gobierno en la Ley de Urgente Consideración (LUC), y se manifestó contrario al aumento de la edad jubilatoria. Reclaman, además, la eliminación de las AFAP, en rechazo al fortalecimiento del ahorro previsional privado y una reforma constitucional que reafirme el rol del Banco de Previsión Social (BPS).
“El proyecto alternativo de reforma de la seguridad social plantea un proceso que exige tiempo de concreción. Pero a partir de una reforma constitucional es posible eliminar algunos de los grandes problemas que tiene la seguridad social, por ejemplo, el de las AFAP. Y, a su vez, instalar en la Constitución los cambios que permitan reestructurar la seguridad social para apuntar a consolidar un proyecto de una seguridad social universal, integral, estatal, justa y solidaria”, dijo José Luis Borges, integrante del movimiento.
Definió que las “injusticias de la seguridad social”, se encuentran en “el hecho de que tengamos algunas de las cajas paraestatales, en particular la militar y policial, donde hay un gran despilfarro de recursos y gran desigualdad con una brecha de ingresos para los componentes de la caja. A su vez, es un elemento de desequilibrio de las cuentas y recursos del BPS”.
Explicó que el BPS “atiende a aproximadamente 800.000 jubilados y en el conjunto de las prestaciones del ente, al final del año, hay una diferencia negativa de 600 millones de dólares”. La Caja Militar, “atiende a menos del 10% de los jubilados y pensionistas que atiende el BPS y genera un déficit de 500 millones de dólares. Eso no quiere decir que ese déficit, ni los recursos que administra la Caja Militar, se distribuyan equitativamente”.
Según Borges, “hay una brecha entre los ingresos de la oficialidad, que es un pequeño número de esos 50.000 jubilados de la Caja Militar, con relación a los ingresos percibidos por los soldados”.
Otras “injusticias tienen que ver con el seguro de paro, seguro de enfermedad y atención especial que hace el BPS a la discapacidad. Creemos que es necesario reafirmarlo a través de una reforma constitucional”. De acuerdo al movimiento, “hay que aumentar las jubilaciones con la creación de un mecanismo que atienda realmente las necesidades de los jubilados y nos permita vivir en líneas generales con dignidad y autonomía”.
Problemas de empleo
Borges sostuvo que la prolongación de los años de trabajo, “generará problemas sociales más graves”. “Si se trabaja más años, quiere decir que a otras personas le costará más tiempo encontrar un empleo. Eso generará un aumento de la desocupación, que lleva atada una presión a la baja de los salarios”.
Además, “se rebajan las jubilaciones, tal como está planteado con el cambio del método de cálculo y los tiempos que se van a emplear. Se pasa del sistema actual a 300 meses, sobre los cuales se va a calcular la jubilación. Según las indicaciones de las propuestas del comité de expertos, en el sistema actual normalmente un trabajador se jubila con 30 años de trabajo y 60 de edad. Así recibe el 50% del salario que tenía”.
Con las propuestas del comité de expertos, “esa tasa de reemplazo se ubicaría entre 33 y 40%. Con esta reforma se fortalece aún más el sistema privado y, entre otras cosas, se hace obligatorio a quienes ingresen al mercado laboral a afiliarse a una AFAP”.
De acuerdo al dirigente, “otorgan nuevos beneficios de inversión con el aporte de los trabajadores, por lo tanto, fortalece un sistema que al día de hoy es un fracaso desde el punto de vista de los trabajadores. Porque las AFAP vienen liquidando jubilaciones en promedio de $7.000 –que paga el Banco de Seguros del Estado– cuando el promedio del BPS es de $23.000, que tampoco es bueno, pero muestra las diferencias”.
