Un siglo del Destacamento de Bomberos de Paysandú, el primero del Interior

La incorporación de tecnología a un ritmo vertiginoso en las últimas dos décadas en equipamiento para protección personal y de rescate por parte de Bomberos, que lo posicionan al mismo nivel que países del primer mundo, fue uno de los ítems que puso de relieve el jefe de la Región I del Comando de Bomberos del Interior, comisario Víctor Mello, en entrevista con EL TELEGRAFO a propósito del centenario del destacamento sanducero, valorando el sacrificio, compromiso y entrega de aquellos primeros hombres que integraron este cuerpo, espíritu que permanece intacto.
EL PRIMERO; HOY SON 66
“Han pasado ya 100 años de servicio. El Destacamento de Bomberos de Paysandú era el único al principio en el departamento, pero hoy ya se cuenta con el de Guichón. En aquel momento Paysandú no solo iniciaba el servicio de emergencia de bomberos sino que, a su vez, era el primer destacamento de Bomberos en el interior del país y hoy llegamos a 66 destacamentos en todo el territorio, exceptuando Montevideo. Entonces, evidentemente ha habido un esfuerzo importante en tratar de brindarle a todos los ciudadanos la mejor capacidad posible en respuesta a emergencias con estos 66 destacamentos que se han llegado a crear”, apuntó Mello.
Para ilustrar sobre cómo se prestaba el servicio en aquella época, “vale decir que en aquel momento, 1921, estamos hablando que el carro de bomberos se cinchaba con caballos –Sorpresón y Fortaleza se llamaban los dos primeros– y la bomba era mediante la propulsión que le podían dar los bomberos, haciéndolo mecánicamente. Vaya si hay diferencias en las condiciones y la capacidad de recursos que existían, si bien los desafíos y riesgos tampoco eran los de ahora; el avance desde la industria, los traslados a las rutas, los procesos, la organización, mayor población, ha hecho que también se hayan visto incrementados los riesgos”, analizó.
“Hoy –continuó– contamos con camiones con tecnología de ingeniería de incendios, camiones europeos, poderosas centrífugas, equipos de rescate y un sinfín de tecnología de protección personal, de respiración autónoma más liviana, con mayor capacidad de aire, que no contaba aquella gente en aquel momento”.
“Entonces, en término de reflexión el compromiso que todos aquellos bomberos en un primer momento abrazaron, a nosotros nos viene forjando; en el proceso de formación la entrega de cada uno más allá de su jerarquía ha sido una constante”, subrayó.
El solo pensar que el carro de bomberos era tirado por caballos –y hoy tienen llave electrónica para cargar combustible–, basta para imaginar “las condiciones, el tiempo de respuesta en aquellos años. En cuanto al equipo de protección, el casco era metálico y las botas eran de cuero”, ilustró Mello.
“En sí lo que más nos conmueve es esa realidad de sacrificio que la profesión impone y que nos mueve a estar a la orden para ayudar a quien lo necesita o a quien requiera del servicio, más allá del lugar o las condiciones con las cuales se encuentre para prestar ese servicio. Que eso haya permanecido y perdurado a través de los tiempos realmente nos llena de satisfacción, a través de todos esos cambios que mencioné. Ese espíritu de entrega sigue intacto”.
“El día que empezó este destacamento estaba en la Jefatura de Policía para después pasar al lugar donde está hoy. Hoy tiene mucho más frente que fondo, por la flota, por la salida de los vehículos y por las maniobras que se necesitan hacer y esto, antes, era al revés, porque estaba en el enclave de aquel momento”, describió.

DESAFÍOS

Respecto a los desafíos que enfrenta hoy la institución y esta región en particular –que abarca los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro con 8 destacamentos–, identificó “varios; hay algunos que son constantes y hay otros que son particulares”.
Dentro de los primeros, “lo que nunca existe en ninguna emergencia es tiempo, en cualquier circunstancia, en cualquier lugar y por mejores equipos que se tenga. Entonces, por supuesto que tendemos a capacitarnos más, apersonados con mejores técnicas en rescate, tecnología, técnicas de rescate del incendio, tener mejores equipos. Por ahí van un sinfín de desafíos que siempre están pendientes”, señaló.
En tanto, en lo particular, “en esta región es notorio que hay una superficie muy amplia que cubrir. Tenemos destacamentos en Artigas, en la capital, en Gomensoro, Bella Unión, en Salto solo en la capital, Paysandú capital y Guichón, en Río Negro, Fray Bentos y Young. Son ocho destacamentos y hay jurisdicciones que son muy grandes, pero también hay que trabajar apoyados en estadísticas para poder distribuir los recursos de manera racional. Sí es cierto que compartimos jurisdicciones en algún sentido avanzando un poquito en Tacuarembó, Guichón tiene jurisdicciones amplísimas, en Young tienen que recorrer grandes distancias para llegar a algunas localidades: tenemos una masa forestal de una industria muy presente en Paysandú y Río Negro”, detalló.
“Hemos avanzado mucho en el trabajo con las forestadoras, que llegan inmediatamente después de Bomberos, o a veces ya están presentes, se logran organizar las maniobras para poder contener el incendio y afortunadamente así ha sido”, destacó.
“El desafío es poder estar en el menor tiempo posible donde lo requiera cualquier vecino, teniendo unas jurisdicciones muy amplias”, resaltó.

“AGIORNAMIENTO PERMANENTE”

“Bomberos viene haciendo un proceso de aggiornamiento permanente y fundamentalmente orientado a la protección para el funcionario”, con la incorporación en los últimas dos décadas de tecnología de punta al mismo nivel de países europeos o Estados Unidos, según aseguró nuestro entrevistado.
Para ilustrar el grado de avance que en tal sentido ha habido en la última década, Mello relató que, luego de realizar la carrera para Oficial en la Escuela Nacional de Policía y competir por una vacante en Bomberos, “cuando en ese entonces ingresamos a la Dirección Nacional de Bomberos, uno salía a un incendio de intervención de largo aliento, al otro día el compañero que lo relevaba iba a buscar el equipo al balcón, donde había quedado secándose, porque eran solo tres o cuatro para la guardia. En 2005 los equipos eran compartidos.
Hoy por hoy tenemos equipos de entrega personal, cada uno de los bomberos ejecutivos tiene su propio equipo”.
“En aquel momento todavía no estaba tan accionada la necesidad de cumplir con una normativa técnica, cuestión que culturalmente se fue arraigando, se fue profundizando. Hoy nuestros equipos de protección personal son los mismos que se compran en Europa, que pueden tener bomberos norteamericanos, están estandarizados bajo normas, entonces, usted cuando los usa puede tener la misma tranquilidad y seguridad en cuanto a tratamientos ignífugos, en cuanto a aislación térmica, tecnología en los sistemas de cierre, los sistemas de remolque para sacar a un compañero si se desvaneció en el incendio, cosas que antes no había. Hemos dado un salto en cuanto a tecnología y en cuanto a lo cualitativo en los equipos de protección personal. Nuestras botas son específicas botas de incendio, nuestros cascos son específicos bajo norma, testeados y probados con la misma norma que exigen en todas partes del mundo.
Con respecto a los equipos de respiración autónoma para respirar aire independientemente de la atmósfera contaminada, hemos venido avanzando en cada proceso de licitación y adjudicación, de tal manera de poder tener equipos más livianos, con mayor autonomía de aire; cuando entra a un incendio con un equipo de esos, usted sabe que tiene 40 minutos de autonomía. En algún momento teníamos 25, sumamos a 30 y algo, ahora son 40-45 dependiendo, por supuesto, del estado físico de la persona, de los nervios y otra cantidad de cosas que determinan su carencia respiratoria. Lo que quiero decir es que se viene renovando período a período porque tienen también fecha de vencimiento; los cilindros se vienen renovando. Acá en Salto tenemos uno de los equipos que cargan los cilindros. Entonces, en ese sentido la incorporación de los equipos de rescate que tenemos hoy por hoy, también en estos últimos años ha sido vertiginoso cómo se ha acelerado”.
Precisamente el destacamento local, “hace poquitos días recibió un equipo de rescate de gran poder. Ya tenían equipo de rescate de última generación con cero hora vida de uso, pero este que vino es de gran poder, hay seis en el interior del país. Tiene herramientas específicas con una fuerza determinada; nos permite acceder y poder retirar el vehículo de la víctima, no a esta del vehículo y hacerlo en menor tiempo posible, con mucha mayor eficiencia de tiempo y de recurso del equipo”, anunció.
“En otra época –acotó– eso era muy difícil de imaginar. En ese sentido Bomberos viene haciendo un proceso de aggiornamiento permanente y fundamentalmente orientado a la protección para el funcionario”.
La incorporación de los citados equipamientos “hace la diferencia con el sacrificio y la entrega de quienes prestaban el servicio sin todas estas cuestiones”, analizó Mello.