¡Racha liquidada!

La tabla está apretada. Nadie tiene margen de error. Y Uruguay, que lo tiene clarísimo, viajó a Paraguay, se impuso 1 a 0 ante el dueño de casa, y de estar séptimo en la tabla de posiciones de las eliminatorias, saltó al cuarto lugar, al de clasificación directa al Mundial de Qatar.

Claro que hoy se complementa la 15ª fecha, y las cosas pueden cambiar. Pero la realidad, lo que nadie puede cambiar, es que la Celeste fue e hizo lo que tenía que hacer en Paraguay: ganó. Y mostró otra cara para cortar una racha de cinco partidos sin ganar y de cuatro derrotas al hilo.

El debut de Diego Alonso como DT celeste fue óptimo. Tres puntos en el bolsillo, alguna sorpresa en la integración de la oncena titular que a esta altura se recitaba de memoria, y alguna pincelada del poco trabajo que tuvo al frente del combinado, sobre todo en pelota quieta. Y, hay que remarcarlo, los históricos terminaron siendo claves.

Entonces, ¿qué cambió? Mucho, y sobre todo la actitud. Tras algunos minutos en los que el dueño de casa, necesitado como pocos de puntos, salió a presionar arriba, Uruguay tuvo en claro que la pelota quieta era un arma clave. Por eso, seguramente, Alonso puso en el fondo a tres hombres grandes al sorprender con Araújo en el lateral derecho.

Y la realidad es que Silva salvó su arco ante cabezazo de Godín, y a continuación, tras el córner, Suárez estrelló la pelota en el travesaño. Pasaron pocos minutos para que la Celeste volviera a hacer temblar el arco local con otro cabezazo de Godín, sin que Vecino pudiera transformar en gol el rebote.

ero fue en el complemento cuando Uruguay le tomó los puntos al partido. Y cuando lo liquidó. Una pelota sucia en mitad de cancha terminó en el pecho del capitán Godín, que automáticamente abrió a la izquierda para que picara solo Suárez, que se acomodó para cruzarla de zurda ante la incredulidad de los guaraníes. Fue el golpe de gracia. Porque después, salvo una tímida reacción sin consecuencias ni peligro, Uruguay dominó a placer. Hizo su juego, estuvo cerca del segundo y lo mereció, hasta que al final decidió la lógica: no tentar al diablo.

Así, plantó una línea de cinco en el fondo que cerró el candado ante la impotencia de los locales, que se vieron ya sin chances de nada. Y sin Mundial. Uruguay se puso a tiro. Quebró la racha. Los históricos hicieron lo suyo, pero Alonso metió mano y sorprendió con Olivera, Pellistri y Núñez desde el vamos.

El primer paso está dado. Ahora, el martes y ante Venezuela, se deberá dar el segundo ante un rival que seguro no va a proponer, y que será un nuevo escollo a superar para llegar a Qatar.