La Celeste ganó y se sacó pasaje rumbo a Qatar

La locura fue generalizada. La gente deliró en la tribuna mientras Luis Suárez cortó un pedazo de la red de uno de los arcos, Edinson Cavani se quedó con la pelota. Cuando el brasileño Anderson Daronco pitó el final del partido ante Perú, el Centenario explotó: Uruguay se clasificó al Mundial de Qatar de manera anticipada, a falta de una fecha para cerrar las eliminatorias.
Fue un corto 1 a 0 ante Perú, que dominó en la primera parte y que obligó a Rochet a ser protagonista.
La Celeste tenía en claro que no quedaba otra que ganar para clasificar anticipadamente, pero también que Brasil no cediera puntos ante Chile como local. Esto no dependía de Uruguay, pero sí lo primero.
Como se esperaba no fue fácil. Uruguay pareció algo nervioso ante un rival que tampoco tenía mañana. Lapadula complicó al fondo celeste pero no solo por la virtud del delantero sino por el error defensivo, que por partida doble hizo sufrir a todos.
Iban apenas cuatro minutos cuando la pelota enviada desde la derecha superaba a Godín y el peruano cabeceó solo, pero controló Rochet.
Apenas el reloj marcaba 11’ cuando Giménez quiso pasar la pelota atrás, pero no hizo otra cosa que dejarla en los pies de Lapadula, que se metió en el área y definió abajo, a la izquierda, encontrando otra vez atento al golero.
La realidad es que Uruguay no funcionaba. Lo intentaba tanto por izquierda como por derecha, intentando escalar metros, pero sin la precisión necesaria como para poder inquietar al rival.
Olivera, De Arrascaeta y Núñez por un lado, Pelistri y Araújo por el otro, pero sin que hubiera chances de generar algo más.
Valverde presionando, Bentancur colaborando, pero faltaba más. Y Perú se mostraba cómodo.
Dicen que en este tipo de partidos hay que ser efectivo. Y Uruguay se aferró tanto a eso, que en la primera llegada clara sobre el arco rival marcó el que sería a la postre el único gol del partido, más allá de un remate de Valverde que conjuró como pudo Gallese.
Núñez apretó el acelerador, la mandó al segundo palo y Giménez reventó la pelota en el travesaño, para que De Arrascaeta definiera e hiciera explotar a las 50 mil personas que colmaron el Centenario.
A esta altura todo era fiesta. Porque Perú lo sintió, y Uruguay también. La Celeste salió al complemento de otra manera, y dominó el trámite.
Estuvo cerca de otro festejo apenas comenzada la segunda mitad, pero el travesaño evitó el gol de Valverde, que probó de afuera del área.
Llegaron los cambios de Perú, obligado. Y también los de Uruguay, decidido a contrarrestar al rival, pero pensando también el poder encontrar los espacios necesarios para liquidar las cosas.
Así transcurrieron los minutos, hasta que sobre el final del partido el estadio enmudeció. Rochet adelantado y un envío largo lo complicó: retrocedió y controló, con su cuerpo más allá de la línea de gol, que la pelota no ingresara.
Los incaicos protestaron, reclamaron, pero el VAR desestimó la jugada: el balón no había ingresado en su totalidad.
Y Daronco dio por finalizado el partido. El DT Diego Alonso, que ganó su tercer partido al hilo, explotó y arengó a la tribuna. Los jugadores eran un par de lágrimas, alegría y locura: el pasaje a Qatar estaba sellado.
Lo que parecía imposible hace apenas unos pocos meses, se transformó en realidad. Uruguay clasificó de manera directa, a falta de una fecha para el cierre de las eliminatorias.
Sacó pasaje por cuarta vez consecutiva después de 48 años, en una noche en la que la emoción estuvo a flor de piel, con varios históricos teniendo en claro que se viene el último baile.
Pero todavía falta Chile, de visita, el martes. Y Uruguay puede, todavía, pelear el tercer lugar de la tabla.