Se “viene un problemón” con el puente internacional abierto, y temen durísimo golpe al empleo en Paysandú

Desde 1982 no se ve una diferencia de precios tan grande entre una y otra orilla.

Lo centros comerciales de la región se mantienen en permanente contacto entre sí y con el gobierno nacional con la mirada puesta en la reapertura total de los puentes internacionales, habida cuenta de que hasta ahora las exigencias sanitarias habían obrado como barrera, pero la gradual flexibilización ya “nos instala el problemón” de los cruces masivos hacia Colón, se indicó a EL TELEGRAFO desde el Centro Comercial e Industrial de Paysandú (CCIP).
De no adoptarse medidas paliativas desde ya, se perderán innumerables empleos por efectos de la baja del consumo –como ya ha ocurrido antes de la pandemia– y quedan en peligro de cierre muchas empresas que se crearon en período de pandemia para una realidad con los puentes cerrados, indicó Juan Martín Della Valle, dirigente de la entidad empresarial sanducera.
Subrayó que “en realidad las gestiones han sido permanentes, y desde que se cerraron los puentes tenemos conversaciones semanales con el gobierno nacional, primero tratando de sacar adelante los proyectos y las propuestas que les presentamos hace dos años y eso se mantiene en un borrador, yendo y viniendo, pero siempre presionando para llegar a tiempo, sabiendo que es imposible ya llegar a tiempo a algo. Ya hace 90 días por lo menos que agregamos al tema de buscar soluciones de fondo, el tener prontas medidas inmediatas ante la reapertura de los puentes”.
“Lo que en realidad ya se dio, ya existe, solo que los protocolos sanitarios como determinan un costo, todavía inciden como barrera, pero cada vez menos, porque gradualmente se va flexibilizando también eso y tienden a eliminarse los controles sanitarios”, acotó el entrevistado.
“Ahí sí que nos vamos a ver envueltos en un problemón, pero se están haciendo gestiones de todo tipo en todas las oficinas del Estado, prácticamente, porque hemos estado hablando con todo el mundo”, expuso. Consideró que “luego la sociedad hace una opción, que puede ser cruzar, porque puede y tiene derecho a hacerlo, y enfrente va a encontrar las cosas a mitad de precio y hay poco para hacer respecto a eso”.
“Esta semana que terminó hubo al menos seis reuniones, en este sentido, pensado siempre del lado de la generación y mantenimiento del empleo, cómo hacemos para conservar empleo en esta realidad que parece que se viene ya, no es que se viene dentro de treinta días. Esto va a ser un golpe enorme, hay mucha empresa que abrió, que no se armó con la realidad de los puentes abiertos sino que se armó en pandemia y con volúmenes de venta de pandemia. Hay muchas empresas que se sostuvieron y la verdad es que desde1982 que no hay una diferencia de precios como esta”, analizó.
“Todos los centros comerciales de la región, principalmente los de frontera, Rivera, Salto, Artigas, Paysandú, Río Negro, en forma constante mantenemos reuniones tanto con el Ministerio de Economía como con referentes locales, como también obviamente hemos estado al tanto de como se encuentra Aduana preparada, aunque esta es la última de las medidas. Cumple una función, es resorte de ellos, pero no tenemos injerencia ahí, aunque sabemos que pueden atenuar la incidencia de ese volumen de gente que va a cruzar y comprar, sobre todo el que hace negocios”.
“Eso ya está, porque entrás a Facebook y ya se ven los precios y te das cuenta de que no es mercadería uruguaya, imposible”, indicó Della Valle. Sobre los planteos formulados al gobierno, recordó que “el primer aspecto tiene que ver con las microimportaciones, que en realidad viene del sector político. Eso supone que empresas locales puedan importar directamente volúmenes locales con un mecanismo simplificado y mucho menos gravado que lo que lo hace Montevideo o un importador convencional. Esto sería como una excepción a la ley en ese sentido para empresas determinadas y de rubros determinados”.
“Es algo que no viene de los centros comerciales, pero éstos están abiertos a estudiar todas las propuestas rápidamente; hemos intercambiado algún borrador, ideas, posibles problemas y demás. Eso está sobre la mesa”, explicó el dirigente del CCIP.
“A su vez los centros comerciales proponemos seguir por la línea de lo que es el tema de los combustibles, con rebajas tributarias que supongan un beneficio para todos porque defiende mucho la competitividad. Se podría ensanchar la rebaja, porque está previsto que se pueda ampliar un poco más, estamos peleando por eso y para hacerlo extensivo a otros productos, que son precisamente de la canasta básica”, señaló.
“A lo que se apunta es a poder competir, a retener aunque sea en parte el consumo local, porque el consumo local es trabajo para los sanduceros, cuanto más personas hay consumiendo más gente se necesita emplear para atender ese consumo, y ahí no puede haber dos lecturas. La bola de nieve empieza cuando baja el consumo, se prescinde de parte del equipo, se pierde capacidad de compra porque obviamente se pierden ingresos porque se queda desempleado y más necesita cruzar. Así se retroalimenta el círculo vicioso, que es de nunca acabar”, consideró. “La gente cruza a Colón cuanto menos trabajo tiene, y cuanto más va a Colón más empleos locales se pierden. A su vez se cae en una tentación como sociedad pero de lo que después se desprende un montón de problemas que nos afectan a nosotros mismos como sociedad”, analizó Della Valle.