Una emprendedora que alienta a cumplir tus sueños

Antonella Palumbo en plena labor.

Antonella Palumbo López, es una mujer emprendedora montevideana que al llegar a Paysandú, hace 11 años, se encontró con una realidad distinta para desarrollar su profesión de maquilladora, pero que no fue impedimento para empezar de cero e ir tras su propio sueño. En diálogo con EL TELEGRAFO, nos ofreció su testimonio para que muchas mujeres se atrevan a soñar y, más allá de las circunstancias, trabajen fuertemente en ello.
“Desde los 16 años soy maquilladora; tenía clarísimo que yo me quería dedicar a esto, así que hice mi primer curso y desde ahí no paré. Después empecé a trabajar en una empresa nacional y enseguida me fueron a buscar de Revlon, donde fui maquilladora durante 10 años, hasta que me trajo a Paysandú el amor”. Antonella se casó y se radicó en Paysandú y hoy es madre de tres hijos.

“Fue una elección que tuvo un proceso que no fue fácil, porque si bien en la parte amorosa fue lo mejor que me pasó, en lo laboral fue como que me dejaran en el desierto y tenía que empezar de cero, porque me encontré en Paysandú con un mundo totalmente diferente. Las mujeres me decían ‘yo no me maquillo, lo hago sólo para salir’, y ‘un labial rojo no, van a pensar ¿en qué ando?’ En Montevideo te ponés un labial rojo a las 3 de la tarde, si te gusta”, comentó. “Yo siempre les digo ‘si te gusta, usalo’, porque no hay hora para usar un labial rojo o maquillarte como quieras, va en una, porque si no vivimos pendientes del que dirán y no hacemos nunca lo que realmente queremos”, reflexionó.

“Fue todo un proceso; empecé a ofrecer mi trabajo, nadie me conocía, manejaba otros precios que acá eran mucho más bajos, ello me llevo un poco a la frustración. Hice un poco de lado el maquillaje y terminé el liceo, estudié Logística y me recibí. Como no conseguía trabajo, empecé a estudiar Prevencionista, hice 2 años y una noche cuando estaba estudiando para un parcial mi marido me dice: ‘¿por qué no conectás con lo tuyo, con tu sueño?’ Me iba bien en el estudio, pero me sentía totalmente frustrada”, contó.

Y eso que vivenció hoy se lo transmite a muchas mujeres. “Cuántas veces estudiamos para complacer al otro. En mi caso, me decían ‘tienes que estudiar, si no acá no vas a conseguir nada’, ‘con el maquillaje acá te mueres de hambre’. Y cuando prestás atención a esas voces externas, tu sueño se va haciendo chiquito y te vas apagando”, aseguró.
Decidida a trabajar en lo suyo, “así empecé nuevamente; fui con una peluquera, le ofrecí mi servicio, me dijo que sí y empecé a maquillar en una peluquería”. Sin embargo, no fue un acierto porque “regalé mi trabajo”, cuando en realidad “hay que valorar tu trabajo porque es tu tiempo, vos te estás perfeccionando en ello”, sostuvo.

“Hoy en día esto es una profesión, yo vivo de esto, y es como cualquier otra”, destacó, a la vez que aseguró que “haciendo lo que realmente te gusta, no hay manera que no puedas tener resultado, pero haciéndolo al 100%”.
Ello la motivó a incursionar en la formación y hoy lo hace exitosamente, tanto con talleres de automaquillaje como con cursos profesionales. “Empecé con 4 alumnas y año a año fui creciendo”, dijo orgullosa Antonella quien también se valió de las redes sociales para llegar a un mayor público. “Empecé a conectar con mujeres que me contaban sus historias, muchas me decían ‘me dejé de maquillar porque con la vida de madre no tengo los tiempos’, o ‘a mi marido no le gusta que me maquille’, y ahí comencé con los talleres de automaquillaje para potenciar ese lado”, contó.
“Uso las redes sociales de repente para dar un mensaje o cuando me voy a maquillar paso tips” para mostrar cómo usar el corrector o escoger una base. “Hago vivos y siempre estoy haciendo historias, y me preguntan y las asesoro”, relató.

CONECTAR CON TU SUEÑO

En el Día Internacional de la Mujer, Antonella transmitió su propio mensaje: “A vos mujer decirte: no importa en qué etapa de tu vida te encuentres, soy fiel creyente que todo ser humano tiene un sueño y que muchas veces no lo podés ver, no podés conectar, pero ahí está. Piensa cómo soñarías estar, qué te gustaría y aunque te parezca lejano conecta con él y empieza a trabajar en él. Apaga las voces externas y escúchate a vos, ahí está todo lo que está bien, deja de vivir por el otro y complacer al otro. La mayor satisfacción es complacerte vos y nada más que vos, ámate, valórate y reencuéntrate con esa hermosa mujer que dejaste atrás”.

A la vez, recomendó que “la mujer se anime a más, que usen esa herramienta que es el maquillaje para potenciarnos como mujer y levantar nuestro autoestima”.