Día y Mes del Soldado: “sal en las heridas”

En nuestra edición de ayer informamos: “La intervención en el cartel La Heroica, con letras corpóreas, realizada por el Batallón ‘General Leandro Gómez’ de Infantería Mecanizado Nº 8 ante el Mes del Soldado –que este año se conmemora en mayo– y el Día del Soldado caído en Servicio, conmemorado el pasado 24, fue vandalizado en las últimas horas. La intervención, con un motivo de camuflaje militar propio del uniforme de los soldados, fue vandalizado escribiendo nombres de personas desaparecidas durante la represión por las Fuerzas Armadas al movimiento Tupamaros. La conmemoración del Día del Soldado causó controversia por coincidir con el mes en que se recuerda a los desaparecidos. Se instauró el 24 de mayo, porque ese día de 1811 dejaba de existir el capitán Manuel Antonio Artigas, tras las heridas recibidas en el combate de San José, considerado el primer oficial muerto en la revolución”. Además, el pasado 2 de mayo el Ejercito realizó el lanzamiento del Mes del Soldado, un mes para reconocer y agradecer al personal de esa fuerza, instancia en la que el ministro de Defensa, Javier García, anunció la presentación de un proyecto de ley para formalizar el 24 de mayo como “Día del Soldado Oriental”.

Obviamente los soldados de nuestro país constituyen un importante contingente de personas que cumplen con una tarea esencial de cualquier Estado, como lo es la defensa nacional. Ningún país, aún aquellos que han abolido su ejército como Costa Rica, puede prescindir de la existencia de un cuerpo organizado al cual se le confía la defensa de la nación. Tal como ha señalado el especialista uruguayo Juvenal Javier, “la Defensa Nacional es un cometido esencial del Estado, pues es inherente a su calidad de tal, que sólo se concibe ejercido directamente por el mismo Estado, que se halla dotado de poderes jurídicos más intensos que cuando desempeña otros cometidos, pues puede imponer prestaciones personales, como el servicio militar obligatorio, o limitar la libertad personal, en tanto la violación de sus normas acarrea consecuencias más severas que cuando se trata de los demás cometidos, como la aplicación de multas pecuniarias. El cometido fundamental que la Constitución le asignaba al presidente de la República, en la Carta de 1830, era la conservación del orden y la tranquilidad en lo interior y la seguridad en lo exterior, cometido que desde la reforma constitucional de 1934, en el hoy artículo 168 numeral 1º de la Constitución vigente, le corresponde ejercer actuando con el Ministro o Ministros respectivos o con el Consejo de Ministros. Este mismo autor expresa que la Ley N°18.650 de Defensa Nacional define el concepto de Defensa Nacional como un bien público, una función esencial, permanente, indelegable e integral del Estado, para cuya instrumentación deben confluir en forma coordinada las energías y los recursos del conjunto de la sociedad”.

Sin perjuicio de la importancia de los soldados y de la actividad militar como tal, creemos que la decisión de relanzar el 24 de Mayo como Día del Soldado y la decisión de instaurar el Mes del Soldado, constituyen medidas que consideramos inoportunas y desacertadas. Existen otros meses y fechas que pueden ser utilizados para ser designados como de homenaje a los soldados, pero en el caso del mes de mayo, existen razones y prácticas sociales que aconsejaban no utilizarlo, ya que el 20 de mayo se celebra, desde hace 26 años, la llamada “Marcha de Silencio” y el “Mes de la Memoria”, eventos que recuerdan a los detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar, así como diversas violaciones a los derechos humanos.

La elección del 20 de mayo como fecha histórica por la lucha de los detenidos-desaparecidos tiene un trágico origen que no es caprichoso ni antojadizo. En efecto, el 21 de mayo de 1976 fueron encontrados, en el interior de un automóvil en la esquina de las calles Avda. Richieri y Perito Moreno de la ciudad de Buenos Aires, los cadáveres de cuatro ciudadanos uruguayos: el senador Zelmar Michelini, el presidente de la Cámara de Diputados Héctor Gutiérrez Ruiz y los miembros del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros) Rosario Barredo y William Whitelaw. Tal como lo menciona la Fundación Zelmar Michelini en su página web, “Los secuestros de Buenos Aires tenían como objetivo también a Wilson Ferreira, el candidato más votado de 1971. La dictadura cívico-militar intentó liquidar así a las principales figuras opositoras en el extranjero, que lo eran antes que nada y sobre todo, por su convicción republicana. Estos asesinatos no fueron sin sentido político: el blanco esencialmente herrerista que era el Toba y el batllista de vertiente radical que era Zelmar representaban las dos grandes corrientes de pensamiento y acción democráticas de la historia del país”. Con el correr de los años, la denominada “Marcha del Silencio” se ha extendido a diversas localidades del interior (incluyendo Paysandú), convocando en cada oportunidad más participantes, cuyas pertenencias político-partidarias no se identifican únicamente con las agrupaciones de izquierda sino también con el Partido Nacional o el Partido Colorado. Se trata de un reclamo tan silencioso como ensordecedor, que lejos de acallarse con el paso del tiempo va cobrando cada vez más fuerza y claridad.
Ante este panorama, que el Día del Soldado y el Mes del Soldado sean celebrados en mayo sirve únicamente para poner “sal en las heridas” y para colocar en una situación incómoda a los integrantes de los cuadros militares y a las propias instituciones, instaurando una lógica de “ellos” y “nosotros” que no aporta nada a la necesaria convivencia pacífica en nuestro país.

Una muestra de ello fueron las pintadas en el cartel La Heroica y no era necesario ser un especialista en temas políticos o militares para imaginar que algo así iba a suceder tarde o temprano. Sin perjuicio de ello, los actos de vandalismo al cartel La Heroica deben ser claramente repudiados porque constituyen una indudable muestra de intolerancia. Al mismo tiempo, se debe tener en cuenta que elegir mayo como “Mes del Soldado” es una vandalización por sí misma contra los colectivos que organizan la Marcha del Silencio y contra la izquierda en general.
Ambas acciones fueron totalmente desacertadas y nada hacen por la concordia nacional y por “el estado del alma” al cual hacía referencia el Dr. Jorge Batlle, quien durante su mandato recibió a familiares de detenidos desaparecidos (Cuesta, Luz Ibarburu y Javier Miranda) y creó la “Comisión para la Paz”.
Así las cosas, el cartel La Heroica se ha transformado en un campo de enfrentamiento entre quienes piensan diferente y no son capaces de dirimir sus diferencias sin avasallar a quienes no comparten su opinión. La vieja historia de siempre: la política partidaria metiéndose en todos los ámbitos de la vida de las personas (trabajo, profesión, familia, amigos, etcétera) y dividiendo mientras se sigue ensanchando la grieta entre “ellos” y “nosotros”. El ministro Javier García se equivocó al tomar medidas que enfrentan cronológicamente al Mes de la Memoria y la Marcha del Silencio con el Día y el Mes del Soldado. Con su proceder, la ha hecho un flaco favor tanto a quienes integran las fuerzas armadas y son merecedores de ser homenajeados, como a los familiares de los detenidos-desaparecidos que desde hace décadas expresan sus ideas y convicciones en estas fechas.