“Hay una visión antiempresarial en el BPS”

“Nos hemos encontrado en el Banco de Previsión Social (BPS) una situación peor que la que uno ve desde afuera”, indicó a EL TELEGRAFO el representante del sector empresarial en el Directorio del organismo, José Andrés Pereyra, quien evaluó además que en este organismo hay una “cultura antiempresarial” donde se culpabiliza al empresario por la situación, cuando en realidad hay muchos elementos en juego.

El jerarca del organismo previsional –electo por el movimiento Un Solo Uruguay en el último acto eleccionario– viene realizando un recorrido por dependencias del organismo en todo el país. Destacó que “la versión que teníamos nosotros era lo que nos contaban desde fuera del organismo, porque no teníamos las posibilidades de entrar, y estamos ya viéndolo por dentro y hemos encontrado las cosas un poquito peor de lo que las transmiten, es todo más complejo. Es parte del desafío, sabíamos que no era fácil el trabajar en un organismo así, que debería ser el organismo más humano del Estado uruguayo y que sin embargo hoy dista mucho de serlo”.

“Entramos al BPS con la visión de la empresa, pero somos uno de los representantes sociales de los tres que estamos en el Directorio, y el 70 por ciento de mi trabajo son las prestaciones, un 20 por ciento gestión y un 10 a 5 por ciento es empresas. La mayoría del trabajo que realizamos es más vinculado al ejercicio del organismo en la parte humana”, señaló.

Destacó que en el Directorio hay cuatro representantes del gobierno de turno y los tres directores sociales ejercen un contralor en este ámbito que –a diferencia de los políticos– son electos, por lo que no son designados directamente.

Cultura antiempresarial

Subrayó que fue votado por el empresariado, teniendo conocimiento de que hay una notoria “cultura antiempresarial del propio organismo, del BPS. El rol del empresario en el BPS es el de contribuyente, el papel del trabajador es igual y después tenemos el rol del jubilado, que es el de recibir una prestación”.
“La visión del empresario en el BPS es que al empresario se le maltrata, hay una clara cultura vinculada a que es prácticamente el culpable de la situación que vive el sistema, y esa cultura es la que queremos combatir, porque entendemos que no es así, que justamente es algo por lo cual se conformó y se le dio la participación social. Si el empresario fuera maltratado y esta cultura terminara en réditos para toda la sociedad y realmente se distribuyera el dinero de la forma que corresponde, sería menos engorrosa nuestra labor, pero el tema es que el Estado, que para nosotros es el sistema –sobre todo el sistema político– es el verdadero culpable de la situación y el que tiene menos empatía y menos distribuye la riqueza”, reflexionó.
“A su vez el empresario, que es al que se ve como el gran culpable, es el que más sufre al propio sistema, incluso sin que redunde en beneficio para toda la sociedad. Un ejemplo: dicen que la informalidad es culpa del empresario porque negrea a los trabajadores. Yo recuerdo que hace un tiempo tuvimos dos cooperativas vinculadas directamente al Pit Cnt, que son de la central, que estaban denunciadas por trabajadores en negro”, apuntó.
“Trabajadores que realmente a la hora de hacer una vivienda, arreglan su vivienda en total informalidad. Ahora el problema que debemos discutir es el educar al uruguayo, en el sentido de que cuando trabajamos en la informalidad, lo que estamos generando es que el que va a cobrar la prestación, el discapacitado, el niño, el adolescente, el adulto mayor, el trabajador, el jubilado que cobra jubilaciones de hambre, termina perjudicado”, subrayó.

Falta el esfuerzo del Estado

“Todos tenemos que hacer un esfuerzo, pero el que debería hacer el doble de esfuerzo es el Estado, porque debemos entender que la vara está muy alta y que los impuestos están tan altos que la gente lo que hace generalmente, si tiene la posibilidad y ve que no lo van a descubrir, es evadir. Y esto es transversal, porque abarca absolutamente a toda la sociedad y no tiene nada que ver con la calidad de ser empresario o de otra área de actividad o situación”, consideró.
Señaló que la parte de altos impuestos y contribuciones es un factor decididamente adverso y fomenta la informalidad, y destacó que recientemente visitó Rivera, donde pudo comprobar que las inversiones edilicias se hacen por uruguayos del lado brasileño y no del uruguayo, porque está asumido el alto costo de los impuestos y contribuciones al BPS.

“Hay sectores políticos que plantean irrisoriamente que hay gente que se ha beneficiado por la pandemia y que deberíamos ir a buscarlos para que la repartan. Nosotros estamos aceptando que un político se pelee con otro hablando en nombre de los pobres, pero ganando 10.000 dólares por mes, y aceptamos la discusión de que entre ellos se peleen y que digan que uno es mejor que el otro y que uno nació bueno y el otro malo… Y encima les creemos, como si estuviéramos hablando de equipos de fútbol”.

Respecto a las pasividades para los empresarios, dijo que “hoy están congeladas”, en tanto destacó que “hoy escuchaba al exministro Ernesto Murro decir que hubo quince años de reformas paulatinas y donde el BPS supuestamente estaba mucho mejor. Y yo pregunto por qué entonces es indiscutible la necesidad de una reforma y tan urgente, si estuvo mejorando durante quince, veinte o treinta años o durante el actual período. Si se habla de urgencia es porque seguimos haciendo las cosas mal. El sistema político debe primero analizar su mea culpa, cuál es el problema del propio sistema, auditar las gestiones y después discutir cuál es el rol del sistema y cuál es el rol de los ciudadanos”.

“Se dice que hay que cambiar la edad jubilatoria, porque cada vez los ciudadanos viven más, y nosotros en estas recorridas nos encontramos cada vez con más gente mayor que sigue trabajando, porque sabe que el día que se jubile no le va a alcanzar para la medicación ni para vivir”, acotó el director social del BPS.