Recuperación con formalización “desacopla” a Uruguay del resto

El investigador senior Matías Brum presentando el informe en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Los datos referidos al mercado laboral en nuestro país muestran una recuperación similar a lo que ocurre en el resto de la región, sin embargo Uruguay presenta algunas particularidades que fueron analizadas en un estudio realizado por Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En particular en nuestro país se aprecia una reducción de varios puntos en la informalidad, al contrario de lo que ocurre en el continente, donde las tasas han trepado hasta el 50%.

El responsable del estudio, y encargado de su presentación, fue el investigador senior del Iecon, Matías Brum que presentó los datos actualizados hasta febrero de 2022 basados en los boletines del INE y en información del Ministerio de Trabajo y del BPS, entre otras fuentes.
Brum señaló que mientras la tasa de desocupación se encuentra por debajo de la que teníamos antes de la pandemia, las tasas de actividad y empleo están alineadas con lo que ocurría antes de la pandemia, pero hay otros valores en los que también estamos mejor que antes. Durante la pandemia la informalidad bajó, al igual que ocurrió en el resto de América Latina. “Lo que se esperaba era que tras la pandemia los informales volvieran al mercado de trabajo, que la informalidad volviera a sus niveles previos, que fue lo que pasó en líneas generales en los países de la región”, indicó. Agregó que entre el 60 y el 80% de los empleos que se crearon en América Latina luego de la pandemia “son en la informalidad, que en el resto de América Latina anda por el 50%, pero que en Uruguay se mantuvo baja. Unos 3, 4 puntos por debajo de lo que pasaba previo a la pandemia”, expuso.

POR QUÉ

En el estudio Brum y su equipo lo que tratan de hacer es explicar este comportamiento para identificar si es transitorio o permanente. “Una mirada al vaso medio lleno es que se recuperó empleo, con menos informalidad, hay más cotizantes que los que había antes. Pero la lectura del vaso medio vacío es que sigue habiendo gente por fuera del mercado de trabajo, gente que se fue a su casa y no volvió a buscar trabajo”, planteó. Para completar el escenario, “las horas trabajadas no han sido del todo recuperadas, hay heterogeneidad por ramas en empleos e ingresos, ha crecido el subempleo y bajó el salario real”. Todo esto, según Brum, hace ver que en realidad “el vaso (el mercado laboral) está cambiando. Estamos viendo un vaso distinto”.

Entre otros cambios que se han detectado mencionó que “hay menos participación de menores de 25 años y mayores de 65, cambió la estructura etaria. Hay menor participación del sector privado, especialmente perdimos muchos cuentapropistas sin local, perdimos muchas microempresas, menores de 5 personas y esto incluye muchas unipersonales, y perdieron participación los sectores de servicio doméstico, construcción, comercio y servicios”.

Interpretó que estos cambios pueden haber apuntado a la formalización, “porque nosotros sabemos que los mayores de 65 años son muy informales, porque son jubilados que están haciendo una ‘changa’ para compensar la jubilación, sabemos que los menores de 25 suelen ser más informales que el resto, sabemos que el servicio doméstico y la construcción son muy informales. Capaz que parte de la caída en la informalidad es por estos cambios en la estructura del empleo”. Por ello considera relevante entenderlo, “para saber si estas cosas son transitorias o permanentes, si las trabajadoras domésticas (que cesaron su actividad durante la pandemia) van a volver a ser domésticas, debiéramos esperar que la tasa de informalidad en cierto sentido vuelva un poco para atrás”.

EJERCICIOS

El experto explicó que se plantearon algunos escenarios “exagerados” a modo de ejercicio para determinar en qué medida el cambio que se aprecia en la informalidad de debe a un cambio en la estructura del empleo, o si está expuesto a volver atrás.
La falta de activos (personas que trabajan o buscan trabajo) está por debajo de la prepandemia en 1,8%, si todos ellos volvieran a activarse y se incorporaran en la informalidad, “tendríamos una tasa de informalidad dos puntos por encima de la actual”, es decir que no alcanza para explicar la baja actual. De todos modos entiende que si estas personas quisieran volver al mercado “ya tendrían que haber vuelto, por lo menos a buscar trabajo”.

También plantearon el escenario de que la baja de la informalidad se deba a los programas de empleo como Oportunidad Laboral (15.000 empleos) y el ABC de la Intendencia de Montevideo (4.000 puestos). “Si hacemos el ejercicio de pensar qué pasa el día que estos programas caigan, si estas 19.000 personas vuelven a un trabajo informal, la informalidad tendría que estar 1,1 punto más alta”, por lo tanto tampoco estos programas explican la caída.

PERMANENTE

Para Brum, la caída que estamos viendo en la informalidad genuina, “en el sentido de que no se debe a algún artificio estadístico de este tipo. No va a pasar que ocurra algo en el mercado laboral que vaya a llevar la tasa de informalidad de vuelta 3 o 4 puntos hacia arriba”.
Parte de esto, entiende, se justifica en cambios en patrones de consumo que se produjeron durante la pandemia. “Un estudio de Equipos mostró que un 40% de los consultados dijo que no va a volver a consumir como antes de la pandemia, en hoteles, cine, teatro, bares, informática, alimentos, vestimenta y calzado. Esto no nos está diciendo que esos cambios sean permanentes, pero nos da una pista”.

Por otra parte, la que para el experto es la mayor explicación de esta caída de la informalidad es que “la pandemia puso negro sobre blanco la importancia de tener una red de contención social. Lo que mostró la pandemia son los beneficios de estar registrado. Si yo tengo derecho a la seguridad social, me van a dar un seguro de paro, si no tengo, me toca la canasta del Mides. Entonces se mostró de pronto la conveniencia de tener seguro”, afirmó.
En el mismo sentido destacó la reacción del Gobierno y de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Desarrollo Social. “Podemos discutir estar de acuerdo o no con las medidas, si son suficientes o no, pero reaccionó enseguida, tuvimos una respuesta en dos o tres días y lo que se hizo fue flexibilizar o focalizar las medidas”, valoró.

PRO

Brum agregó que “si tuviéramos que contar una historia, diríamos que la pandemia destruyó empleos en las microempresas y parte de esa gente fue a empresas más grandes, donde es más normal o es más común que estén formalizadas las personas. Tenemos una suerte de efecto pandémico pro formalización”.
Concluyó que durante la pandemia “la caída de la informalidad no es genuina, en el sentido que no se registró más gente en la seguridad social, simplemente ‘prendimos fuego’ todos los informales y fue como si hubiera crecido la formalización”. En contrapartida, durante la recuperación “nos desacoplamos de la región, hicimos recuperación con formalización, tenemos más formales que antes. Es un dato de la realidad”.