Intendencia y oenegé analizarán el programa de castraciones en Paysandú

Directora de Promoción Social, Guadalupe Caballero.

La directora de Promoción Social de la Intendencia, Guadalupe Caballero, confía en continuar con el programa de esterilizaciones caninas a nivel departamental en forma conjunta con la oenegé Amigos de los Animales y la obligatoriedad de su aplicación a través de lo que dispone la ley, que aún se encuentra en Presidencia de la República a la espera de su reglamentación.
Caballero se reunió con la directora ejecutiva del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), Marcela Delgado, y dialogaron “sobre la ley que obliga a las castraciones y chipeo canino para aplicar la tenencia responsable”, dijo a EL TELEGRAFO.
Explicó que “la oenegé nos manifestó su preocupación por la importante inversión con recursos propios para castraciones, que pueden usarla en la compra de insumos. A ese planteo lo estamos analizando y este lunes nos reuniremos con la protectora para ver la forma de optimizar los recursos que nos da el INBA, lo que tiene la Intendencia y los de la oenegé”.
De acuerdo a la jerarca municipal, “el INBA transfirió seis millones de pesos para hacer seis mil castraciones. Pero el convenio entre las tres partes dice que debe llegar a diez mil. A las restantes cuatro mil castraciones las pagan la Intendencia y la oenegé. De ahí surge la dificultad de Amigos de los Animales para cumplir con su parte ante una baja de sus recursos”.
Caballero señaló que durante la reunión “la directora ejecutiva del INBA dejó en claro que esos mil pesos que se pagan por cada castración y chipeo, no tienen que ir solo para eso sino destinarlo, también, a todo lo que implica concientización y traslado de los animales”.
Recordó que “el convenio entre la oenegé y la Intendencia surgió antes de que el INBA anunciara su inversión en un programa nacional. Es decir, Paysandú fue pionero. Y la Intendencia, por querer cumplir con el planteo de la protectora sobre la necesidad imperiosa de las castraciones, accedió a ese acuerdo con recursos propios y de la oenegé”.
Caballero precisó que el programa que se lleva adelante en los barrios e Interior departamental “se hace con recursos de ambas partes porque la plata del INBA no se ha tocado”. Consultada sobre las razones para no destinar el dinero enviado por el instituto, explicó que “ultimamos detalles a través del área Jurídica de la Intendencia, para un convenio con algunos integrantes del Centro Médico Veterinario. Incluiría educación, concientización y capacitación para el censo canino que continuará a lo ya realizado. A esto se suma la preparación del animal con los medicamentos correspondientes y el cuidado en el posoperatorio. Los contadores de ambas instituciones están cerca de acordar los términos de este convenio para comenzar a castrar”.
Según la directora, “convengamos que en este momento se hizo el grueso de las castraciones voluntarias, ahora hay que salir a concientizar a la gente para que lleve a sus animales porque cuando comience a regir la ley, lo tendrá que hacer obligatoriamente”.

Llamado

Días pasados la Intendencia lanzó un llamado abierto a veterinarios para asumir esta tarea, pero “se declaró desierto”. Aclaró que “este resultado no necesariamente condiciona a la Intendencia a que no pueda contratar los servicios de un profesional independiente. Desde esta dirección estamos abiertos a propuestas de veterinarios que quieran trabajar”.

Albergues

El Plan Nacional de Control de la Población Canina, a cargo del INBA, está basado en campañas de concientización, el registro de los animales de compañía, el programa de control reproductivo o castraciones y la concreción de un programa nacional de albergues. En este último caso, el objetivo es la reubicación de los animales sueltos en la vía pública o que sufran maltrato, con el apoyo de la Fundación Cero Callejero.
“Nosotros tuvimos reuniones con Cero Callejero y la fundación solicitó a la Intendencia que ponga el espacio físico para la construcción de un albergue. No es el fin de esta administración comprometerse con iniciativas que a lo largo del tiempo no sean sustentables, si una oenegé o fundación se diera de baja por innumerables razones”.