La Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales decidió ayer paralizar las actividades del fin de semana, por lo que la cuarta fecha del Torneo Intermedio, que iba a ponerse en marcha esta noche, no se jugará. Los presididos por Diego Scotti tomaron la determinación luego de que Villa Española, recientemente intervenido por el Ministerio de Educación y Cultura ante denuncias de una serie de irregularidades por parte de asociados, manifestara públicamente que el club atraviesa hechos de violencia de los que son víctima futbolistas, dirigentes y funcionarios, “hechos que involucran agresiones físicas y amenazas de muerte”.
El gremio de los futbolistas remarcó a través de un comunicado que “hemos denunciado incansablemente distintas situaciones de inseguridad y violencia en el fútbol, y la existencia de un colectivo que de manera ilegítima y por medio de la violencia pretende interferir en las decisiones de las diferentes organizaciones deportivas, siendo lo que ocurre hoy con el C.S.D. Villa Española, un ejemplo más”.
La misiva agrega que “desde siempre, asumimos el compromiso de trabajar en la erradicación de la violencia, debiendo exigir a todos los actores del fútbol igual compromiso, único camino para sanear nuestro fútbol”.
Por lo tanto, la Mutual resolvió “parar la actividad del fútbol uruguayo profesional”, al tiempo que se exige “a las autoridades competentes que de forma urgente investigue con el fin de esclarecer los hechos de violencia públicamente denunciados, y se brinden garantías necesarias para la normal práctica de nuestra profesión”.
Horas antes Villa Española había denunciado también a través de un comunicado a la opinión pública, que luego de la intervención del MEC “un clima de extrema violencia se ha visto potenciado”.
El clima de violencia “no es nuevo, es sistemático, incluyendo amenazas de muerte y agresiones físicas que
se incrementaron” el pasado fin de semana cuando se enfrentó a Racing y ha continuado, “por personas vinculadas al club y ajenas al club”.
“Los hechos de violencia han estado dirigidos específicamente a dirigentes, jugadores y funcionarios”, apuntando según se entiende a “un método violento conocido que aplica el poder en el fútbol”, en este caso con el objetivo de “remover esta directiva por las buenas o por las malas, y ser funcionales a ese poder y a esos intereses”.
Y denunció que el futbolista Santiago “Bigote” López, su referente, decidió ante toda esta situación abandonar la práctica profesional del fútbol.
