Habilitaron oficialmente camino a Porvenir, con acto que será recordado por el “Incidente Irma”

 

Fue habilitado oficialmente el Camino General a la Colonia, de 7 kilómetros de extensión, que unen Porvenir con ruta 3. En su construcción se utilizaron 52.500 metros cúbicos de tratamiento bituminoso doble en su base, 1.250 metros cúbicos de base granular CBR 80%, 1.050 toneladas de cemento portland en base estabilizada, 52.500 metros cúbicos en riego de imprimación, 52.500 metros cúbicos en la ejecución de tratamiento bituminoso con sellado, 1.313 metros cúbicos de pétreos gruesos y medianos, y 142 metros cúbicos de elaboración de diluidos.

En el acto, realizado en cercanías del Mevir I, estaban presentes el intendente Nicolás Olivera, el presidente de la Junta Departamental Marcelo Tortorella, el secretario general Fermín Farinha, directores de la Intendencia y algunos vecinos. No concurrió el alcalde de Porvenir, Ramiro Ayende.

El único orador fue el intendente y posteriormente se cortó la cinta, con la participación de un vecino de apellido Oviedo.

EL INCIDENTE IRMA

No obstante, en un hecho inédito -al menos hasta donde alcanza la memoria- cuando transcurrían 5 minutos del discurso de Nicolás Olivera, una mujer apareció e intempestivamente interrumpió el acto a viva voz, acusando que “esto que están inaugurando es un fiasco”.
La mujer, que se identificó a viva voz como Irma Benini (Irma Esther Benini Reyes), había llegado en un Fiat Uno con matrícula de Salto, copó el acto siendo inútiles los esfuerzos por calmarla de Olivera durante 5.42 minutos.
Al comienzo, Olivera se sintió sorprendido cuando Benini al grito de “Perdón, disculpe” lo interrumpió mientras se dirigía los presentes. “Si señora…” dijo el intendente sin saber cómo reaccionar. “Yo la atiendo ahora, déjeme terminar”, atinó a decir.
Eso enfureció a la mujer que comenzó a gritar y moverse agitando los brazos. “Voy a hablar ahora; estoy hablando en representación de todo el pueblo. Acá esto que están haciendo ustedes es un fiasco. Es una vergüenza. Esto está muy mal hecho”.
Olivera buscaba sin suerte tranquilizarla, que escuchara lo que le quería decir, pero resultaba imposible. Fuera de sí, Benini hablaba sin parar, repitiendo las mismas frases. Hasta que decidió irse, gritando “sigan inaugurando este fiasco”.

PRIMERA PARTE DEL DISCURSO DE OLIVERA

El discurso de Olivera, por lo antedicho, tuvo dos partes. En la primera recordó que ayer se cumplieron dos años de su Administración, iniciada el 26 de noviembre de 2020. Luego entró de lleno en tema indicando que “más allá de un montón de cosas que en Paysandú pasaban y que entendíamos que había que cambiar y mejorar, lo cierto es que ha habido un problema de la vialidad en todo el departamento, con un descuido en el interior y sobre todas las cosas algo que se repetía quinquenio a quinquenio, se esperaba al ultimo año para haber si podríamos captar la atención de algún incauto” que votara al intendente en ejercicio.
Aseguró que en su caso “supimos desde que si no se empezaba a trabajar desde el día uno, era imposible llegar. Y aunque hacemos todo el esfuerzo, cuesta llegar. Este año ha sido muy intenso, y el que viene lo será igualmente o más intenso”.
En el caso del Camino General a la Colonia “en abril de este año hubo una muy linda asamblea de vecinos en el centro cultural. La gente pedía por el principal camino y la verdad que estaba en muy mal estado. Ahí asumimos un compromiso, después de algunos romances no correspondidos como siempre termina pasando. Y se empezó la obra. Lo que estamos inaugurando es la obra de restauración, un camino nuevo que se ha hecho desde el acceso de ruta 3 hasta pueblo Porvenir”.

LA SEGUNDA PARTE DEL DISCURSO

Al reiniciarse el acto –tras el pasaje de Irma–, Olivera varió su discurso, y dijo frases como “cuando estamos sentados, teniendo una responsabilidad pública pero sin hacer nada y lo único que hacemos todo el día es criticar lo que hace el otro, debo decir que creo que hemos demostrado con todo un equipo que las cosas se hacen, que aquellas que hace tanto tiempo se piden se están haciendo o en vías de hacerse”, un centro por elevación a la autoridad que no se hizo presente en la habilitación vial.
“Solamente puede cometer errores el que hace; el que no hace nada no se va a equivocar nunca” y destacó luego: “este capaz que fue un triste episodio influenciado o generado por vaya a saber quién, o por ese micro clima que muchas veces se respira. Pero Porvenir y su jurisdicción es una zona donde hicimos muchas mejoras, en Estación Porvenir, adonde fuimos y nos comprometimos a hacer bitumen, desagües pluviales y reforzar la iluminación; en la Tentación, Cangüé, Calle 28. Esta era una jurisdicción que estaba absolutamente tirada al abandono”.
Y siguió: “acá (el Municipio) no junta la basura, lo hace la Intendencia; no se corta el pasto, lo corta la Intendencia; no se hacen caminos, los hace la Intendencia. Ante la inacción no vamos a dejar a la gente de rehén, no vamos a permitir que el habitante residente en esta zona sea rehén”.
“Ha veces uno tiene que soportar estas cosas, pero son parte de las picardías seguramente a partir de alguna cuerda (haciendo referencia a un juguete a cuerda). Pero siempre voy a estar acá, poniendo la cara”, subrayó.
Al final de sus palabras, se procedió al corte de cinta simbólica, y lo ocurrido no dejó de ser comentado entre los presentes. Es que más allá de la obra habilitada, de la inversión que significó, el acto realizado será recordado esencialmente por el “Incidente Irma”.