El Mundial 2022 tuvo su ceremonia de inauguración y luego Qatar salió a escena para jugar ante Ecuador el primer partido, que terminó perdiendo 2 a 0.
La ceremonia fue corta y dio paso al partido en el estadio Al Bayt, con la participación de 60 mil personas, que observaron un espectáculo en el que la tradición de Qatar, el vínculo con el desierto y las raíces del país, con imágenes de la pelota siendo protagonista en aquellos años, se dio la mano con la modernidad.
El exjugador Marcel Desailly, campeón del pasado Mundial de Rusia 2018 con Francia, fue el encargado de llevar al escenario a la Copa del Mundo.
A lo largo de la ceremonia aparecieron las mascotas de todos los Mundiales, (así como la de Qatar 2022, el turbante La’ebb), se escucharon algunas de sus canciones, así como apareció el “Soy celeste” identificando a Uruguay a la hora del pequeño homenaje a cada uno de los 32 participantes, abogando en todo momento a poner sobre la mesa un mensaje de unidad. La cita fue corta y tuvo las palabras del emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, que abrió la polémica al hablar de inclusión y diversidad, y del presidente de FIFA, Gianni Infantino.
Y dentro de los espectáculos musicales, solo se presentó el surcoreano Jung Kook, quien interpretó la canción “Dreamers”, incluida dentro de la banda sonora del Mundial, junto al cancante local Fahad Al Kubaisi, tirando por tierra las especulaciones de la presentación de otras bandas internacionales, muchas de las que se negaron a estar presentes en la ceremonia al despertarse polémica por la violación de derechos humanos en el país anfitrión.
Lo más internacional e inesperado fue la presencia del aactor Morgan Freeman, que tuvo un papel importante en el inicio y a lo largo de su presentación aseguró que “el fútbol da la vuelta al mundo y el que une a las naciones une también a las comunidades”.