La “transformación educativa”, algo que “los uruguayos demandan enormemente”

“Creo que estamos haciendo una cosa que hacía mucho tiempo que había que hacer y una cosa que los uruguayos demandan enormemente”, dijo a EL TELEGRAFO el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, al referirse a la “transformación educativa” y a la implicancia que tendrá en niños y jóvenes.

En ese sentido, agregó que “no podemos seguir siendo un país donde el 60% de los jóvenes no terminan la educación obligatoria, porque eso le pone un techo a las posibilidades de desarrollo de muchos de esos chicos”, y por tanto “a nuestro propio desarrollo social”. “No puede ser que sigamos siendo un país” con enormes desigualdades, en donde “si usted nació en una familia favorecida, en un entorno urbano, seguramente va a tener una educación de calidad, pero si usted nació en una familia desfavorecida y especialmente si nació en el Interior, va a tener muchas menos posibilidades”, entendió. “Tenemos que terminar con todo eso”, aseveró, a la vez de considerar que “por supuesto no son cosas que se terminan de un día para el otro, pero lo importante es ponerse en marcha”.

Igualmente aclaró que “esos cambios ya vienen pasando, lo que pasa que ahora estamos muy centrados en el tema del cambio curricular, es decir los planes y programas. Pero ha habido muchos otros cambios”, tales como “en el sistema de gobierno de la Educación”, donde “se terminaron los viejos concejos” y “hoy tenemos un Codicen integrado con los directores generales de cada una de las distintas ramas de la enseñanza”, precisó. A la vez, “se cambió de lugar institucional y se fortaleció Ceibal, se modificó el Instituto Nacional de Evaluación Educativa”, detalló, apuntando que “hay un montón de cosas que se hicieron desde el punto de vista del gobierno de la educación”.
Asimismo, “se creó un nuevo modelo de centro educativo de Educación Media, que son los centros Espínola que se diseñaron y que se están inaugurando en todo el país a muy buen ritmo”, indicó.

“Se está avanzando mucho en la reforma de la formación docente”, agregó, entendiendo que si bien “en estos días se está hablando mucho del cambio de planes y programas –y es verdad que eso es una cosa que se va a ver en marzo del año que viene–”, igualmente “hay que tener en cuenta que esa no es toda la transformación educativa, es una parte”, y que este proceso “ya viene desde hace 2 años”.
Consultado respecto a si el tiempo que resta será suficiente para comenzar en marzo de 2022 con la implementación de esos cambios en los planes y programas, entendió que “sí”, pero aclaró que “nadie piensa que todos los cambios van a estar terminados y consolidados en marzo del año que viene, por eso nosotros no hablamos de reforma educativa”, que lleva a pensar en “que se hace de una sola vez y ya quedaron resueltos todos los problemas”, sino que “hablamos de transformación educativa, que es un proceso”. “Empezamos el proceso de cambio, seguiremos cambiando y seguiremos ajustando” lo necesario y “si aparecen errores” se corregirán, “pero insisto, lo importante es salir de la parálisis”, observó. Respecto a la resistencia que tienen estos cambios, aclaró que la misma existe “del lado de los sindicatos, no de los docentes” y en tal sentido argumentó: “acabamos de abrir un curso que se hace a través de Ceibal para prepararse para la reforma y 11 mil docentes en todo el país se inscribieron enseguida. Se ha hablado mucho de un grupo de unos 30 inspectores que declararon su oposición a la transformación educativa, pero nadie dice que esos inspectores representan menos del 10% del total de inspectores que hay en el país. Más del 90% de los inspectores que hay en el país están trabajando en la transformación educativa.

Entonces, a veces pasa que un árbol que cae hace más ruido que un bosque que crece, se ve mucho a quienes critican y a quienes se oponen, pero hay una cantidad enorme de gente que está contenta con esto y está participando”.