Dr. Ricardo Diez: Dermatitis atópica (DA)


La Dermatitis Atópica es una enfermedad de la piel, muy frecuente, crónica e inflamatoria, con brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor y enrojecimiento. Afecta la calidad de vida de los pacientes; impacta en el ámbito laboral, escolar, social, vincular y económico.
Comienza en la infancia y puede estar presente hasta en la edad adulta. Se la considera una afección sistémica con espectro amplio de manifestaciones clínicas, desde leves a severas y un curso evolutivo variable.
La DA es multifactorial y en la que intervienen factores genéticos, ambientales, alteraciones inmunológicas y/o problemas en la función barrera de la piel.
El 85% se manifiesta antes de los 5 años y 5% desarrolla DA en la edad adulta.

Cuadro clínico

Piel seca y agrietada, engrosada, picazón, erupción en la piel hinchada que varía según el color de piel, pequeñas protuberancias (en personas de piel morena o negra), exudado y costras, oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos.

Comorbilidades

Rinitis alérgica, asma, alergia alimentaria. Engrosamiento de la piel con descamación crónica. Infecciones bacterianas de la piel debido a grietas que se forman. Dermatitis irritativa y de contacto de manos. Insomnio. Depresión, ansiedad, ausentismo laboral, trastorno de déficit de atención. Queratoconjuntivitis atópica.

Diagnóstico

Son características esenciales:
Prurito. Eczema (agudo, subagudo, crónico) con morfología típica y patrones específicos de edad. Afectación facial, cervical y extensora en lactantes y niños. Lesiones pliegues actuales o previos en cualquier grupo de edad. Preservación de ingle y regiones axilares. Historia crónica o recidivante.

Tratamiento

Las opciones son de acuerdo con la severidad de la enfermedad.
Programas educacionales. Uso de cremas hidratantes. Evitar los alérgenos en caso de que haya una alergia asociada. Uso de corticoides tópicos. Antisépticos tópicos. Fototerapia. Inmunosupresores sistémicos. Corticoides orales, biológicos.

En conclusión:

Se destaca la importancia de un diagnóstico correcto y temprano de la enfermedad, que favorece la indicación de cuidados especiales de la piel y que pueden evitar, en los casos leves, la progresión a eczema. Dado que la DA una afección crónica y compleja es vital la información al paciente y familiares.