El destacado toro “Apolo” de Ataliba es clara muestra del trabajo familiar de 80 años de la cabaña sanducera

La felicidad de la familia, al recibir la distinción por el Campeón Supremo de la Expo Durazno.

No pudo entrar a la pista en la pasada edición de la Expo Prado. Y como la vida da revanchas, el doctor Agustín Álvarez Fernández y el equipo de cabaña Ataliba decidieron llevar a “Apolo”, un soberbio toro Senior Polled Hereford, a la 109º Exposición de Reproductores de Durazno, considerada precisamente, la antesala del Prado. Y demostrando sus condiciones, no solo fue el Gran Campeón en la pista, sino el Campeón Supremo, generando “un amor a primera vista” en el jurado, el doctor Santiago Bordaberry, y con la mira puesta en ir en setiembre a Montevideo.

No solo llama la atención por como se desplaza tan fácilmente con sus 1.050 kilos, sino que “es un ejemplar espectacular, con muchísimas cualidades: tiene un tamaño moderado, buen arco de costilla, un largo muy bueno, pigmento, color, carne, mucha carne”, resaltó el director de la cabaña ubicada sobre ruta 90, a unos 35 kilómetros de la ciudad de Paysandú.

Acotó que es un animal de 2 años y 4 meses, “y con ese peso de 1.050 kilos se mueve sin problemas, con mucho aplomo, teniendo en cuenta además, que lo veníamos haciendo trabajar y ya tenemos hijos de Apolo y están congelando, demostrando que tiene gran fertilidad”.

Y para Agustín, sin dudas “engloba el trabajo familiar de muchos años, 80 años de cabaña”, por lo que resaltó el trabajo efectuado en años por parte de su padre, Alberto Álvarez, “quien junto a mi madre me dieron la posibilidad de seguir con la cabaña. Pero no dejó de reconocer el fundamental apoyo de “mi familia, mi esposa y mis hijos, que siempre me acompañan”, precisó el profesional sanducero.

Refiriéndose a “Apolo”, expresó que “me gustó mucho desde que nació. Fue al Prado de ternero y obtuvo el gran campeonato”. Apostaron por él para el Prado 2022, pero el animal no pudo ingresar. “Una lástima, porque era la gran ficha de la cabaña”, enfatizó Agustín. “Pero queríamos verlo caminar en una pista tan importante como la de Durazno, y no dudamos en traerlo”, señaló.

Aseveró que “muchas veces se pretende llegar al toro que uno visualiza, y “Apolo” indudablemente lo es, y por algo en una pista tan difícil como Durazno se defendió muy bien y el jurado no titubeó en ningún momento y le dio la cocarda de una, lo que me llamó la atención, porque normalmente el jurado, da una vuelta nuevamente de todos los animales que ingresan para el gran campeonato, y acá agarró la cocarda y se fue derecho al toro”, dijo.

“Apolo” tiene “datos muy positivos en EPD y se puede utilizar sin inconvenientes en vaquillonas”, explicó el médico veterinario, agregando que “en el rodeo general puede hacer una muy buena obra, por lo que disponemos de semen para aquellos que estén interesados”.

Respecto al ejemplar, indicó que “lo hicimos trabajar en el rodeo en la primavera y verano. Lo veíamos muy bien y evolucionaba espectacularmente”, recordando que tras ganar en la Exposición de Reproductores de Paysandú, comenzamos a analizar su futuro en las pistas. Habitualmente no concurrimos a Durazno porque la fecha es complicada por nuestro trabajo y llevar hembras es difícil por las preñeces”.

Sobre el particular dijo que “llevamos una ternera de setiembre, que ganó en su categoría y finalizó siendo la Tercera Mejor Hembra Polled Hereford de la Exposición, lo cual es muy meritorio”.

Agustín Álvarez Fernández sostuvo que “para la cabaña Durazno fue muy especial, porque llevamos tres ejemplares, salimos Gran Campeón en macho, que además fue el Supremo al competir con el astado, la ternera que fue Campeona Intermedia se ubicó Tercera entre todos los vientres de la muestra, y el restante animal que llevamos fue Tercer Mejor Terneros Intermedio, así que estamos muy contentos”.

Para encuadrar

Ataliba viene en menos de un año con distinciones en muestras de reproductores que son para encuadrar. En Mercedes, el primer fin de semana de junio del año pasado, Ataliba presentó el mejor ejemplar de la Nacional Hereford.
“Ese ejemplar y Apolo son de sangres distintas y además, son bien distintos entre ellos. Y si bien la línea es la misma que buscamos, en tamaño, carne, pigmento y color, en sí son muy distintos. El ganador de la Nacional es un hijo de toro norteamericano, e incluso la madre no tiene que ver con el Campeón de Durazno”, aclaró.
Precisó que “lo importante también para nosotros, es que los dos están congelando perfecto. El de la Nacional recién está con un año y tres meses y trabajó en el verano, y está en un centro de ventas de semen, y Apolo lo hará seguro próximamente”.