La pandemia trajo consigo una profundización de los problemas institucionales que la Unión Ferroviaria de los Ferrocarriles Norte y Noreste, ya venía sufriendo a raíz de la crisis de AFE, debido a la reducción de personal. Como una forma de abrir las puertas a nuevas alternativas que permitan seguir con vida a la institución fue que se creó el Espacio Cultural Unión, indicó a EL TELEGRAFO el directivo José Luis Álvarez.
“La empresa se ha venido abajo en los últimos años. A nosotros nos afectó muchísimo la cantidad de gente que se jubiló, AFE no repuso gente, entonces quedamos con muy poquititos socios activos, que era con lo que nos estábamos solventando”, señaló. “La pandemia nos terminó de complicar, porque uno de los fuertes nuestros es el salón de la Unión, que lo alquilábamos para fiestas, cumpleaños, todo ese tipo de cosas. Y en la pandemia hubo dos años que no lo pudimos alquilar, entonces nos vinimos abajo en la parte económica”, explicó.
Al frente de la institución habían quedado “cuatro o cinco compañeros, que estamos todos jubilados, pero no queremos que eso se termine”. Y es que además de la actividad institucional y de la gestión del local, de la supervivencia de la Unión Ferroviaria depende también un panteón y un urnario en el cementerio, “donde están todos nuestros familiares”, dijo Álvarez.
ESPACIO
La posibilidad de generar este espacio se fue gestando sola, porque en realidad hace ya tiempo que hay profesores impartiendo cursos, especialmente clases de apoyo. “Hace un tiempito que estamos ahí con una profesora, Ana Luna, la coordinadora, que empezó dando una sola materia. Y ahora se dan clases de apoyo desde primaria hasta terciario. Se prepara gente para concursar para entrar en UTE, en el BROU, en Ancap, en todos lados. Y más allá después, en las fechas en que hay exámenes se llena de chiquilines”, detalló. Fue así que, en el contexto de los 82 años de la Unión Ferroviaria, se decidió dar este paso, que lo que permite es aumentar el caudal de socios. “Antes el estatuto no nos permitía tener gente de afuera, éramos solamente ferroviarios los socios activos, entonces a través de unos abogados y escribanos abrimos la posibilidad de aceptar particulares”, comentó. La apertura de este Espacio Cultural Unión permitió el lanzamiento de una campaña de socios colaboradores “que con una cuota de 300 pesos mensuales tienen derecho a descuentos en toda la rama de cosas que estamos dando acá en la Unión. Todo lo que son clases de apoyo, de enseñanza, el ajedrez, ahora incluimos yoga, tenemos reiki, thai chi, sipalki, entre otras”.
Pero además los socios también tienen descuento en el alquiler del salón para eventos. “Todos estos socios colaboradores tiene derecho a utilizar el salón como un socio activo, que paga la mitad de lo que pagaría un particular”, indicó el directivo. “Al salón lo estamos alquilando en 10.000 pesos, que para lo que es el salón, que es reconocido, está muy barato; pero a estos socios colaboradores se lo dejamos como a los socios activos, en 4.500 pesos. Entonces ellos pagando 300 pesos por mes, es una inversión que están haciendo para cuando tengan una fiesta, para un nieto, para un hijo, para ellos mismos”. Para acceder a este beneficio los socios colaboradores deben contar con una antigüedad de seis meses, aunque pueden acceder en forma inmediata al beneficio pagando los seis meses por adelantado.
“Hemos tenido muy buena respuesta, ha respondido cantidad de gente, estamos muy contentos”, comentó Álvarez, que detalló que la gestión del Espacio Cultural está a cargo de una subcomisión “que trabaja en forma paralela al Consejo directivo, que son otros jubilados que se acercaron para darnos una mano. Son gente que siente a la Unión Ferroviaria”.