Parodi: “no tienen ni idea de lo que están viviendo”

Jueves. Un calor insoportable. La cabeza de Martín Parodi solo giraba en torno a su nuevo desafío: confirmar los nombres a los que dirigirá en el primer equipo del Paysandú FC.

Pero la cabeza del “Ñato” va más allá de la dirección técnica del Paysandú FC para la temporada 2023 de la Primera División Amateur. Porque sueña que los jugadores sanduceros tengan la posibilidad de formarse en casa. Eso es, en realidad, lo que lo desvela. Y no es verso. Parodi recuerda que lloró muchas veces estando solo en Montevideo y confesó a EL TELEGRAFO que hasta pensó en largar todo incluso estando en Nacional.

“Me fui con 16 años a la selección de Uruguay. Estuve un año y con 17 me fui tres meses a Danubio, y después a Nacional. ¿Sabés qué pasa? Me encantaría que se mantenga ese proceso de los jugadores entrenando en Paysandú a nivel profesional. Los gurises que están entrenando en las formativas del Paysandú FC no tienen ni idea de lo que están viviendo”, reflexionó el “Ñato”.

“El hecho de entrenar en un nivel exigente todos los días, con gente que tiene muchas ganas de enseñar, y que salgan del entrenamiento y se vayan a su casa para almorzar con su familia, que puedan ir en un ratito y hasta a pie o en bicicleta al liceo y después volver a su casa, es increíble y quizá no se valora”, sumó.
Nadie se lo contó. Lo vivió en primera persona. Y es eso lo que lo lleva a sumergirse de lleno en la idea.

“En mi caso me fui solo. Tenía a mis hermanas en su momento, pero después me fui al Parque Central. Y no son lindas esas noches de angustia por no poder ver a la familia, a los amigos, o no estar en casa. Y esas cosas son muy importantes para el jugador; que el jugador tenga las condiciones de lugar, la gente a cargo, y se pueda desarrollar en su entorno no tiene precio. Estoy convencido que es un valor agregado. El jugador va a poder brindarse más, porque va a estar feliz”, dijo.
El “Ñato” tiene en claro que “no todos tenemos la misma cabeza”, y reconoce que “fui lo suficientemente duro y tuve la cuota de suerte necesaria, pero hay que reconocer que la mayoría de los jugadores que van del Interior a Montevideo se vuelven con una desazón enorme, con la sensación de que son unos fracasados cuando no es así, porque estas condiciones influyen”.

El hoy entrenador reconoce que “muchas veces quise largar todo estando en Primera División, pero tuve el apoyo de mi familia y la contención necesaria en su momento”.

“¿Si lloré? Lloré durante muchas noches. Muchos días después de los partidos en los que no me iba bien, porque pensaba que no era lo mío. Son muchos los estados de ánimo que uno pasa en esa época de juventud”, y está claro que no es el ideal estar lejos de casa.
La reflexión del “Ñato” vale. Y mucho. No lo dice el que habla de la boca para afuera. Lo dice quien lo vivió.

Por eso decidió, tras dejar las formativas de Defensor, sumarse al Paysandú FC tras el ofrecimiento.

“En Montevideo se hace muy difícil estudiar y jugar al fútbol por la distancia, la presión, estás peleando por un lugar. Y acá tenés la posibilidad de llegar en bicicleta al entrenamiento. Llegan muy poquitos a hacer una carrera y menos a la élite del fútbol, por lo que hay que prepararlos para que sigan adelante porque la vida continúa”, dice poniendo por delante a la hora de hablar del proyecto.

Parodi sigue soñando, pero con los pies sobre la tierra. Y quiere contagiar.
“Acá es claro: se necesita de todos. Esto es cuestión de todos los equipos. Por eso uno tiene que ser delicado, tener empatía y ponerse en lugar de los clubes de acá. Pero hay que hacerles ver la importancia que tiene esto para Paysandú. Ojalá todos lo podamos entender y que la gente esté contenta”.

Ahora, el objetivo inmediato, es conformar el equipo. Parodi ha hablado con varios jugadores del medio local, buscando contagiar. “Están dispuestos, con ganas. Pero no es fácil porque estamos a contrarreloj, arrancamos tarde y todos los equipos están armados. Y más allá de que podamos contar con alguno, no es fácil desarmar un equipo, contar con algunos jugadores de cada club sin tener que desarmarlo, porque la mayoría ya se armó para la competencia. Algunos van a tener doble y hasta triple competencia y no queremos hacer eso. No es bueno ir y sacar jugadores”, repasó.

“Lo bueno es que los presidentes tienen la mayor predisposición, pero hay que tener cintura para no perjudicar a los clubes”, agregó.
El primer objetivo está claro. La formación en casa. Pero de la mano va lo deportivo, sabiendo que los inversores liderados por Nicolás López aspiran a subir escalones para estar en Primera División en 2026.

“Es un desafío complicado porque queremos armar un equipo competitivo. Lo bueno, por la vivencia de uno en el fútbol, es que muchas veces te podés armar un equipo con figuras y las cosas no terminan saliendo, y a veces armás como en este caso un equipo competitivo con jugadores con hambre y que quieren ser parte del proyecto, y quizás se da. Es lo lindo del fútbol y lo hablamos con los jugadores. Se van a encontrar con trabajo, respeto, disciplina y ganas de hacer las cosas bien para armar un equipo que aspire a dar ese primer paso” de poder clasificar entre los 10 que pelearán por el ascenso.
Pero no se cansa de hablar de los gurises. Porque, sencillamente, recuerda el esfuerzo que realizó para llevar adelante su carrera. Y sabe que las condiciones pueden ser diferentes trabajando profesionalmente en casa.

Pero también “me muero de ganas que el Interior siga teniendo participación en el Campeonato Uruguayo, de poder ver a Paysandú en alguna Copa, que la gente apoye al equipo. Porque debe ser el equipo de la gente, con el que Paysandú se sienta identificado”.

“Eso es lo que queremos más allá de los nombres. El proyecto tiene que tener el fin de darle a los gurises la posibilidad. Que las inferiores trabajen como están trabajando, que puedan hacer carrera y estar en su ciudad. Que puedan desarrollarse en su entorno, en su mismo liceo, con su madre, su padre, sus abuelos, sus amigos”, agregó.

Parodi está convencido que “todo pasa por eso”. Y también que “hay que cuidar que todo esto tenga una continuidad, sabiendo que el proceso va a ser difícil, porque requiere también de mucha cabeza y de lo económico”.

Pero tampoco se cansa de decir, apasionado, que “de este lado se van a encontrar con mucha pasión y ganas de hacer las cosas bien”.
El “Ñato” se apasiona. Y habla con convencimiento, repasando su experiencia para contarle al hincha, al que todavía no está convencido de esta experiencia que ahora sí va tomando forma, cuál es la importancia de que los chicos, más allá de lo que mil veces se pueda haber escuchado, se forme en casa.

“Uno ha tenido mil batallas y tiene la experiencia necesaria para saber que no tenés que creértela cuando estás arriba y tampoco pensar que sos un fracasado cuando no salen las cosas. Hay que tener equilibrio, hay que tener respeto y es algo que se está inculcando en el Paysandú FC. Es lo que yo pretendo inculcar”, remató, mientras espera poner manos a la obra en cancha.