Trabajadores artistas y seguridad social en Iberoamérica (II)

En la presente entrega finalizaremos la consideración del informe titulado “Seguridad Social de Personas Artistas en Iberoamérica” el cual fue dado a conocer recientemente por la Organización Iberoamericana e Seguridad Social (OISS), entidad con sede en la ciudad de Madrid.

  • 4. Género

De acuerdo con la OISS, “a la hora de analizar la situación laboral y de protección social de las personas trabajadoras de la cultura, lo primero que debe advertirse es el escaso peso que estas actividades tienen desde el punto de vista del empleo, lo que en algunas ocasiones tiene que ver con la importancia relativa de la cultura como actividad económica, mientras que en otras obedece a la influencia que el trabajo informal tiene en la economía. (…) reviste especial importancia también la perspectiva de género” ya que “la amplia variedad de situaciones en la región es la nota dominante. Así, el grupo de países en los que el sector está más masculinizado lo encabeza El Salvador, donde nueve de cada diez personas trabajadoras de la cultura son hombres. Le siguen la República Dominicana con ocho de cada diez y Uruguay con siete de cada diez. Del lado contrario, en Brasil y Panamá el peso de las mujeres es mayor, aunque con un desequilibrio menos acusado. En el primer caso estas representan el 62,5%, mientras que en el segundo el 53,9%. En el resto de países, el reparto del empleo cultural se realiza prácticamente a partes iguales, aunque siempre con una mayor inclinación hacia los varones”.

  • 5. Trabajo adicional

El informe se refiere, asimismo, al porcentaje de personas ocupadas en el sector cultural que cuentan con más de un trabajo. Con este dato podemos analizar, por una parte, la importancia que las actividades culturales tienen como fuente de ingresos de la unidad familiar y, por otro, puede ser también un indicio de informalidad. Pues bien, a este respecto, destacan como atípicos los datos de Uruguay y El Salvador, para los que todas las personas trabajadoras de la cultura y nueve de cada diez respectivamente cuentan con más de un trabajo en el sector cultural. Muy lejos de estos se sitúan países con porcentajes relativamente altos, como Perú (22,1%), Honduras (17,4%), Paraguay (12,6%) y Panamá (11%). Entre los países en los que resulta menos frecuente compatibilizar varios trabajos en el sector cultural se encuentran México (7%), Ecuador (6,6%), Portugal (4,9%) y España (4%). El hecho de que se contabilicen varios trabajos en el sector cultural puede ser debido a que no están suficientemente remunerados. Del lado contrario, cuando no se compatibiliza de forma frecuente, puede ser sinónimo de remuneraciones insuficientes o de altos porcentajes de empleo informal, de tal suerte que sólo afloraría una parte del empleo en el sector cultural. En este análisis también debe tenerse en cuenta que, dentro de la economía formal, el hecho de tener una relación por cuenta propia o ajena suele determinar el nivel de ingresos, por lo que es otro de los factores a tener en cuenta”.

  • 6. Fuentes de ingresos

Según este documento, “las personas trabajadoras de la cultura tienen tendencia a tener varias fuentes de ingresos. Por ejemplo, los escritores reciben “royalties” y las personas artistas o técnicos de medios reciben flujos irregulares de ingresos cuando se venden sus obras de arte o se realiza una grabación. En otros casos, pueden tener acceso a derechos de autor o de propiedad intelectual, que pueden o no generar ingresos. Tales rendimientos económicos generalmente no son significativos, debido a su escaso poder negociador. Incluso cuando se les paga, puede ser solo por algunos meses, en lugar de todo el año, o consistir en una suma global después un período determinado, en lugar de mensualmente, esto es, de forma prorrateada a lo largo del tiempo. Además, en ciertas ocupaciones culturales, los ingresos fluctúan mucho según demanda de la obra de la persona artista. Los ingresos de un pintor o de un actor pueden aumentar sustancialmente después de un éxito, pero en la misma línea puede disminuir drásticamente después de un fracaso profesional.

En suma, la irregularidad en la percepción de ingresos y la multiplicidad de fuentes, combinado con una tendencia hacia ingresos insuficientes, puede afectar la periodicidad de los pagos de cotizaciones, lo que a su vez repercute, de nuevo tanto el acceso como a las prestaciones como en la intensidad y duración de la protección que se dispensa. Esto implica que, sin una adecuada adaptación de los sistemas de seguridad social a esta realidad ajena a su configuración tradicional, resulte imposible propiciar una cobertura suficiente y un adecuado nivel de protección”.

Dr. Rodrigo Deleón