“Una mirada aguas arriba de los humedales” cerró ciclo de charlas

Días atrás se cerró el ciclo de charlas en el marco del Mes de los Humedales con un conversatorio en el Cenur de Paysandú, organizado por la organización Amigos de los Humedales con el apoyo del Núcleo Interdisciplinario de Aguas Urbanas.

La actividad se realizó de forma presencial y virtual a sala prácticamente llena. Abrió la charla la bióloga y ecóloga argentina Adriana Rojas con un “Mapeo de coberturas de suelo en el Corredor del Bajo río Uruguay y la conectividad estructural de los bosques hidrófilos”. En la misma se hizo un análisis de los cambios de cobertura y uso del suelo entre los años 1985 y 2017, tanto del lado argentino como del uruguayo y la conectividad entre ambos. Rojas planteó tendencias a nivel regional, donde se notaba por ejemplo, un aumento del bosque hidrófilo y una disminución de agua, mientras que en algunos suelos el gran impacto se produjo con las inundaciones del año 2002 (Argentina).
Por otra parte, la licenciada en diseño integrado Sofía Rameau, –que actualmente hace una maestría en Desarrollo Territorial y está especializada en la Gestión del Riesgo de Desastres y Adaptación al Cambio Climático–, habló de cómo los usos urbanos de la cuenca impactan sobre la calidad del agua.

Cuando hay inundaciones, por ejemplo, “el agua es un problema y hay que taparlo; se tiende a tratar con una mirada muy sectorial la intervención. Cuando intervengo, soluciono este problema puntual de inundación pero puedo generar otro problema en otra área de la cuenca”. Además, habló de los problemas de “contaminación por residuos domiciliarios e industriales, pérdidas en la red de alcantarillado, problemas que tienen que ver con la forma de saneamiento y también problemas de drenaje fluvial”.

La bióloga, profesora adjunta del Cenur Litoral Norte y coordinadora del Polo de Ecología Fluvial en la sede de Paysandú, Christine Lucas, comenzó explicando qué trabajos realizan los equipos para saber qué pasa en una cuenca; cómo es la calidad. “Nosotros decimos que el humedal es como un gran riñón; recibe todo y lo filtra todo y lo que sale a veces es algo más limpio. Para entender cómo es la calidad de esa cuenca y qué es lo que llega a ese humedal que queremos proteger, hacemos análisis de calidad de agua. Depende del problema, cuál parámetro vamos a elegir para estudiar. Si tuviéramos muchos fondos, analizaríamos todo, pero como todo es acotado, vemos cuáles son las preocupaciones más grandes de los ciudadanos que nosotros como científicos podemos analizar. Nosotros utilizamos sensores para estudiar esos parámetros. Podemos estudiar parámetros del cuerpo o de la cuenca, pero también vamos directo al agua y estudiamos cómo están los niveles de oxígeno –eso es importante para los grises (aguas residuales de duchas, etcétera)–, cómo están los niveles de conductividad, –eso puede indicar algo de las fuentes (si son aguas subterráneas, aguas superficiales)–”.

En lo que respecta a la presencia de nitrógeno de la Curtiembre, varía. “Está como por abajo de lo permitido en las nacientes.
Por un lado eso resalta cuáles son las problemáticas –principalmente de los aportes de los afluentes– pero también da esperanza porque si las nacientes no están tan mal, si podemos arreglar los problemas abajo, capaz que se puede mejorar. Entonces eso es positivo”.

La bióloga explicó además, que hay un decreto sobre los parámetros que se usan para esos análisis –qué estándar utilizar para evaluar la calidad del agua– que es del año 1979. Se presenta una discusión sobre qué parámetros habría que revisar porque quizás son valores están bien para Europa pero no para esta parte del mundo.

Efecto contaminante de inundaciones

Cuando se hicieron esos estudios (2016-2017), “era una época donde había inundaciones, se inundaba todo y se lavaba todo, entonces nosotros observamos que en esos momentos –que con el cambio climático esperamos más lluvias extremas–, resulta que empeora la calidad del agua. Ese mismo lavado de corrientes se encontró en La Curtiembre pero también en El Ceibal” en Salto, también por inundaciones.