Venus está vivo: un volcán sigue despierto

A Venus se le conoce como el “hermano gemelo” de la Tierra. Sobre todo porque comparten dimensiones y estructuras similares. Sin embargo, explica la NASA, el segundo planeta del Sistema Solar “tiene un calor superficial extremo y una atmósfera densa y tóxica”. Además de su falta de campo magnético, esto provoca que el planeta sea incapaz de albergar vida como la conocemos.

Aún así, los astrónomos saben que, en algún momento de su historia natural, el planeta rebosó en océanos extensos. Aunque hay científicos que descartan esta posibilidad, parece que nuestro vecino en el Sistema Solar conserva algo de su actividad volcánica. Particularmente en Maat Mons, uno de los volcanes más altos de Venus.
Así como Marte, Venus es un paraje polvoriento e inhóspito. Y lo que es más: los astrónomos de la NASA han documentado pesadas nubes amarillas, cargadas de ácido sulfúrico. Estas concentraciones de gas atrapan el calor y provocan un “efecto invernadero descontrolado”, detalla la agencia espacial.

Este fenómeno hace que Venus sea el planeta más caliente de todo el Sistema Solar, aunque Mercurio se encuentre más cerca del Sol. Parece ser que las entrañas de nuestro vecino son igualmente infernales. Así lo demuestran los miles de volcanes que, a lo largo de miles de años, se han formado sobre la superficie. Al menos uno de ellos sigue activo, según descubrió la NASA recientemente con la misión Magellan. “Los flujos de lava se extienden por cientos de kilómetros a través de las llanuras fracturadas que se muestran en primer plano, hasta la base de Maat Mons”, asegura la agencia espacial en un comunicado.

El volcán de Venus heredó su nombre de Maat, la diosa egipcia de la Verdad y la Justicia. Otros colosos extraterrestres, como el Monte Olimpo de Marte, también han adquirido sus nombres en honor a mitologías antiguas. En una vasta región montañosa conocida como Alta Regio, los investigadores encontraron evidencia directa de actividad volcánica con un respiradero activo de Maat Mons.
Con este hallazgo, de acuerdo con Robert Herrick, investigador del Instituto Geofísico Fairbanks de la Universidad de Alaska, podría empezar una nueva era de vulcanismo en Venus. Aunque el especialista reconoce que, originalmente, no esperaba tener éxito, después de 200 horas de trabajo descubrió que el volcán de Venus sigue activo.