La historia de la Plaza Acuña y su barrio, reflejadas en un libro

El autor hizo una exhaustiva recopilación de testimonios.

El periodista y escritor sanducero Ricardo Cattani presentará el próximo 14 de abril su nuevo libro, “Huellas de identidad. Barrio Plaza Acuña”, en una velada que tendrá lugar en el salón parroquial de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.

En diálogo con EL TELEGRAFO, Cattani comentó que “este es un libro que surge como idea allá por julio de 2022, a partir de una serie de conversaciones que fui teniendo con los vecinos del barrio. A raíz de esas conversaciones surgió la idea de publicar un libro contando la historia del barrio; nací, me crié y vivo allí, de hecho, soy parte de la cuarta generación familiar afincada en la zona. En principio pensé hacer algo corto, de muy pocas páginas y algunas fotografías, agregando no más de cinco entrevistas. Pero a medida que fui caminando el barrio empezaron a dispararse historias y de aquellas cinco entrevistas originales, pasé a más de 20 y llegué a las 30 en total. Hay además 140 registros fotográficos, y el libro aborda distintos planos de la actividad humana en el barrio: allí está contemplado lo político, lo cultural, lo social, lo deportivo, los emprendimientos familiares”.

UN PAISAJE CAMBIANTE

Al hacer un recorrido tan extenso, el autor se fue encontrando con un sinfin de emprendimientos y de iniciativas colectivas que marcaron la historia del barrio. “Tomé como punto de partida el año 1830, por lo que abordé un recorrido muy distinto a lo que vemos en el presente, con conventillos y pensiones. En todo ese tramo de tiempo el barrio tuvo tres batallones de artillería, el Estadio Abierto, y de entre los emprendimientos de familia puedo nombrar pequeñas fábricas de diversos rubros” aseguró Cattani, al tiempo que aclaró que ante cada testimonio recogido iban apareciendo nuevas revelaciones.

En su momento llegaron a existir además 11 clubes que se dedicaban a la práctica del básquetbol.
Es por eso que Cattani entendió que el libro no podía quedar como una publicación escueta y anecdótica y debía darle una dimensión mayor, con ribetes historiográficos: “aquello que arrancó como algo que pretendía ser apenas representativo terminó siendo un libro de 384 páginas. Todo eso fue posible gracias a un equipo multidisciplinario que trabajó junto a mí. La corrección ortográfica, de estilo y gramatical estuvo a cargo de la docente Mabel de Agostini, el prólogo estuvo a cargo de Mario Pons, el epílogo a cargo del cura párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, Gustavo Langone. El informe de lectura estuvo a cargo de la profesora de francés Marta Cabral, y Martín Talamás hizo la edición del libro. Además, Héctor Rodríguez se encargó de la ilustración que está en la imagen de la cubierta del libro”.

UNA PUERTA QUE SE ABRE

Además, el escritor remarcó que hay mucho de aporte personal en el libro, “porque están mis recuerdos de niño, mi convivencia con el territorio, y porque me parecía importante contar algo que no es la historia oficial del barrio, sino una aproximación. Es una suerte de puerta que se abre y que ojalá que otros puedan darle vida a otras cosas, como sé que va a ocurrir con algunos trabajos que están en proceso. El libro persigue la idea de transmitir a nuevas generaciones el arco de tiempo y el recorrido histórico del propio barrio y de sus vecinos”. “Creo que es una representación muy equilibrada de distintas épocas, con un relato muy doméstico. Intento honrar y homenajear a quienes considero mis héroes, porque fueron personajes fundamentales para el desarrollo de la comunidad”, concluyó el periodista y escritor.