Pasó la 74ª edición de la Regata Meseta de Artigas – Paysandú, la más importante del país y la región, con victoria del Aniquilador local, en tanto la cinta azul también fue para una embarcación representante del Yacht Club Paysandú, el organizador de la clásica competencia náutica, el Zig Zag.
La prueba tuvo de todo. Y era de esperar que fuera complicada. Fue, en definitiva, una clásica versión de la regata que presenta sus complicaciones y es un desafío para las tripulaciones.
El escaso viento, todo un clásico, se sumó a la bajante del río. Los escollos a sortear fueron importantes, sobre todo en la segunda etapa.
En la primera etapa, el viernes, se acortó el recorrido para no tener que sortear la parte más complicada en cuanto a la altura del río. En la segunda, el poco viento y la bajante llevó a que la regata fuera complicada, táctica dado que el poco viento sopló de frente y se fueron tirando bordos y buscando el canal, con poca profundidad.
La segunda etapa comenzó en la desembocadura del arroyo Malo, y terminó algunos kilómetros antes de lo previsto, dado que la falta de viento llevó a que se cerrara la competencia frente a la entrerriana San José.
Hubo veleros que compitieron a muy buen nivel, y hasta último momento fue difícil estimar cuál sería el vencedor. El Aniquilador pudo lograr la diferencia necesaria sobre el Malacara para descontar el tiempo necesario para quedarse con la clasificación general.
El balance de la regata fue positivo. Buen número de participantes, que permite ir pensando en una muy buena 75ª edición el próximo año, y el sabor del deber cumplido pese a las dificultades: la Meseta – Paysandú sumó una nueva versión de manera ininterrumpida y sigue haciendo historia tras superar, incluso, la pandemia.