Oenegés rechazan Programa Nacional de Albergues, reglamentado por decreto

Las organizaciones de la sociedad civil mantienen reparos y otras rechazan la integración de un Programa Nacional de Albergues, reglamentado por un decreto presidencial en las últimas semanas y resuelto desde el año 2020 en la Ley de Urgente Consideración (LUC).

“Cuando se planteó, las organizaciones sociales no fueron favorables al programa y sí a las castraciones obligatorias. Hay una sociedad civil formada y fuerte que necesita el compromiso del Estado. Porque las oenegés sostienen la protección animal y, a su vez, son el gran sustento del INBA” para aplicar las políticas en el territorio, dijo a EL TELEGRAFO la directora de la Asociación Por el Trato Ético Hacia los Animales (Aptéha), Rita Rodríguez González.

“Es necesario que la sociedad civil empiece a recibir apoyos y menos exigencias. Es necesario que estén protegidos y en condiciones dignas”, agregó la representante de la coordinadora nacional de oenegés protectoras de animales. “Hemos marcado una postura clara en esto y no vemos buenas razones para que exista un programa nacional de albergues. Creemos que la mayoría cumple con los protocolos mínimos, todo lo hacen a pulmón y desde su esfuerzo como sociedad civil organizada”.

La activista recordó que “la presidenta del INBA resalta que todas las organizaciones que quieren, pueden hacerlo. Eso es algo que discutimos entre las asociaciones y no es posible que el Estado le ponga más obligaciones a la sociedad civil. Es decir, es una posibilidad si mejora las condiciones de vida de los animales y de quienes se dedican a su cuidado. Pero hay mucho para discutir y aclarar”.

En oportunidad de las argumentaciones presentadas por las organizaciones cuando se discutía el artículo de la LUC que creaba el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), “nos opusimos al programa nacional de albergues. Deberíamos preguntarnos qué implica este programa para la sociedad y para el Estado y los beneficios que obtendrán las organizaciones para integrarse al sistema de albergues”.

Asimismo, cuestionó la logística de estos espacios. “Hay que preguntarse qué va a pasar con estos animales, quiénes van a estar a cargo de los albergues. Estas cosas no están del todo claras. Hemos asistido a muchos lugares, como municipios, que no contemplan las mínimas condiciones y han salido a capturar animales con el rótulo de albergues”.

Costos del albergue

La oenegé Amigos de los Animales manifestó su desacuerdo con la instrumentación de la medida, recientemente reglamentada. “Somos conscientes, y lo sabemos por experiencia, que no funciona. Se transforma en un depósito de animales porque si no se fiscaliza, no se logra que la población tenga una tenencia responsable”, dijo la directiva Laura Deleón a EL TELEGRAFO.

En este sentido, se preguntó “con qué van a bancar la construcción de un albergue, el pago de la luz, el agua, el teléfono y los sueldos de las personas que van a tener que trabajar en tres turnos, porque con uno solo no se puede hacer todo el trabajo”.

Consignó que “si van a levantar todos los perros que estén sueltos en la calle, deberán saber que el 80% tiene dueño. Si se lo llevan a un albergue, la ayuda no va a alcanzar nunca porque hay un gasto enorme en vacunas, insumos para las castraciones, productos de limpieza y medicamentos. Creo que no tienen ni idea de lo que sale un albergue”.

Deleón recordó que “en la Junta Departamental se expuso una experiencia que iba a contar con el apoyo de empresarios. Pero hay que preguntarse qué empresario invertirá en algo que será de por vida y por cuánto tiempo van a tener los animales en ese lugar. Porque allí habrá muchos que van a envejecer y morir. A menos que se maten entre ellos, como ha ocurrido. O si ingresa uno con la joven edad y contagia a todos los demás. Quienes tenemos transitorios, conocemos esa realidad”.

No está interesada

Opinó que “esta medida anunciada va en último término. Porque la LUC dice que las castraciones son obligatorias, pero no hemos visto un minuto de publicidad. No hay campañas de difusión, pero queremos que la gente se entere. Y si no se obliga, no se hace”, enfatizó.

En la experiencia que llevan adelante con las campañas de castraciones en forma conjunta con la Intendencia de Paysandú, señaló que “vamos a los barrios y la gente se niega, porque no castran a los machos. ¿Cómo van a hacer? Si no ingresa el Ministerio del Interior, a una parte de la sociedad no hay forma de hacerla reaccionar”.

Ante la posibilidad de instrumentar el programa de albergues, Deleón señaló que “tiene que hacerse en un predio ubicado en la periferia de la ciudad y, además, hay que considerar el carácter de cada animal”.

Finalmente, aclaró que “a la oenegé Amigos de Animales no le interesa este programa porque en nuestro caso, no tenemos una sede, sino que existen varios transitorios. Y los transitorios son los hogares de cada uno que ya no tienen espacio para atender a más animales”.