Desafíos de la producción ganadera frente a las tendencias globales y demanda de los consumidores


La producción ganadera desempeña un papel fundamental en la economía de la región de Salto-Paysandú-Río Negro, contribuyendo significativamente al sector ganadero del país. Sin embargo, esta industria se enfrenta a desafíos sin precedentes provenientes de diversas fuentes. Estos desafíos incluyen la creciente conciencia de los consumidores sobre el bienestar animal y el impacto ambiental de la producción, la asociación de la carne roja con problemas de salud, la competencia de otros sectores productivos, la demanda de proteínas alternativas y fuentes vegetales y la reciente crisis en los precios de los alimentos. Como resultado, los consumidores y las demandas del mercado están ejerciendo una influencia cada vez mayor, lo que impulsa cambios en las prácticas de producción. En este artículo, se analizan de manera concisa algunos desafíos y oportunidades que la producción ganadera puede enfrentar en su esfuerzo por adaptarse y alinearse con las preferencias dinámicas de los consumidores.
La demanda mundial de carne y productos animales continúa en constante crecimiento, impulsada por el aumento de los ingresos, el incremento de la población y otros factores socioculturales. Podríamos asumir entonces que siempre habrá un mercado disponible para nuestros productos. Sin embargo, la creciente demanda de la carne debido al aumento del ingreso de los consumidores está asociada con cortes de menor valor. Por otro lado, en los países más desarrollados, un alto porcentaje de consumidores está reduciendo su consumo de carne. Los consumidores con mayores niveles de ingresos, y por lo tanto más exigentes, buscan productos que además de tener una alta calidad, sean producidos de manera sostenible y respetuosos con el bienestar animal. Para estos consumidores, los atributos de credibilidad del producto son cada vez más importantes, y esperan que estos atributos estén alineados con sus valores. En el momento de la compra, los consumidores deben confiar en la veracidad de las afirmaciones sobre los atributos del producto, a través del etiquetado, razón por la cual se les denomina “atributos de credibilidad o confianza”. Debido en parte a esta creciente demanda de los consumidores, los mercados también han aumentado los requisitos sociales, ambientales y de bienestar animal.
Aumentar el volumen de producción se vuelve cada vez más difícil debido a la superficie limitada y los límites medioambientales. En consecuencia, el futuro crecimiento de la ganadería debe basarse en generar un mayor valor en lugar de un mayor volumen de producción. Esto podría lograrse mediante un mejor posicionamiento de las exportaciones existentes en los mercados extranjeros (p. ej., identificando segmentos de consumidores dispuestos a pagar más, nuevos mercados), procesando parte de la producción en la región (p. ej., artículos premium de lana Merino extrafina, usos alternativos de lana gruesa como material para construcción y otros sectores), y produciendo productos para nichos de mercado (p. ej., carne y lana natural y orgánica).
Según encuestas recientes (Realini y colaboradores, 20221; Realini y colaboradores, 20232), el atributo de la carne más valorado por los consumidores es su sabor. Sin embargo, hay segmentos de consumidores para quienes las credenciales “verdes” (p. ej., aire y aguas libres de contaminación, integridad del suelo, reducción de emisiones de carbono, menor impacto ambiental) definen la calidad premium de la carne, además del sabor. Esto requiere comprender los atributos por los cuales los consumidores están dispuestos a pagar más en cada mercado y garantizar que este valor agregado se transmita a lo largo de la cadena de valor, para que los productores puedan cumplir con los crecientes requisitos de sostenibilidad.
Los consumidores están cambiando su percepción de los sistemas tradicionales de producción animal y sus productos. El sector ganadero necesita apostar por una forma de producción más allá de los objetivos de alta producción a bajo costo y valorar las fortalezas de la producción animal en relación con las demandas de los consumidores. Una mayor diversidad en los sistemas de producción y comercialización aumentará la capacidad del sector para adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades en los mercados globales. Adaptarse a estos desafíos no solo garantizará el crecimiento y la competitividad de la industria, sino que también contribuirá a la sostenibilidad económica, social y ambiental de la región y el país.