
El diagnóstico e investigación de las enfermedades de los rumiantes en la plataforma de salud animal, INIA, determinó que la tasa media de mortalidad de terneros en la cuenca lechera es de 15,8% (41.000 terneros por año). El 20% de los establecimientos tuvo mortalidad igual o menor a 5%.
De esta manera, el doctor Franklin Riet Correa se presentó en el Simposio de Patología y Clínica de Rumiantes, de las 50 Jornadas Uruguayas de Buiatría que se iniciaron este jueves en Paysandú. Allí indicó que se concluyó que, con medidas sanitarias, de higiene y manejo adecuadas, se puede disminuir la mortalidad a aproximadamente 5%. Esa disminución resultaría en un ingreso adicional de 17.000 terneros por año al sistema lechero.
Explicó el profesional uruguayo que la principal enfermedad que afecta la cría es la diarrea y sus principales causas fueron cryptosporidium, rotavirus y salmonella, siendo frecuente encontrar infecciones por más de un agente.
Los resultados presentados en este trabajo complementan la publicación realizada anteriormente con los resultados de los primeros 5 años de trabajo de la Plataforma de Salud Animal.
Serotipificación fue realizada en 41 aislamientos de salmonella enterica y se evaluó la susceptibilidad a 14 antibióticos de 9 clases. Salmonella typhimurium fue el serotipo más frecuente, seguido de S. Dublin y S. Anatum. Las mayores frecuencias de resistencia fueron registradas para la tetraciclina, la estreptomicina y la ampicilina. Cinco aislamientos fueron resistentes al menos a un antibiótico, 21 eran resistentes a 2 antibióticos y 14 eran multirresistentes (resistentes al menos a un antibiótico en 3 categorías de antibióticos).
En la investigación, se encontraron once patrones de resistencia diferentes. La resistencia a múltiples fármacos en S. enterica es una preocupación para salud animal y pública no solo por su potencial zoonótico sino también por la posibilidad de transferir determinantes de resistencia a otros géneros bacterianos.
Además, se identificó cryptosporidium parvum en 255 muestras de materia fecal de 170 terneros con diarrea y 85 sin diarrea, provenientes de 29 tambos. Se identificaron 7 subtipos de C. parvum, 5 de las cuales pueden causar diarrea en humanos, por lo que la contaminación de las fuentes de agua puede ser un riesgo para la población.
ROTAVIRUS A
Un total de 833 muestras de heces y contenido intestinal de terneros de leche y carne se analizaron mediante RT-qPCR y secuenciación. Se detectó rotavirus A (RVA) en el 57% de las muestras La frecuencia de detección fue significativamente mayor en los terneros de leche (59,5%) que en los de carne (28,4 %), mientras que no difirió significativamente entre terneros nacidos en rebaños que fueron vacunados (64%) o no vacunados (66,7%) contra las diarreas neonatales.
La frecuencia de detección de RVA y la carga viral fueron significativamente mayores en muestras de terneros diarreicos. En esas mismas muestras fue determinada la frecuencia de infecciones por coronavirus bovino (BCoV) y su diversidad genética. La tasa de detección general fue de 7,8% (64/824); 7,7% (60/782) en bovinos de leche y 9,5% (4/42) en bovinos de carne.
NUMEROSOS PROYECTOS
Durante el funcionamiento de la PSA, en el período 2015-2022, deben destacarse la ejecución de numerosos proyectos de investigación mencionados en este artículo, la publicación de más de 200 trabajos científicos en revistas internacionales y de numerosos trabajos de divulgación, la realización de cinco jornadas de Salud Animal, la presentación de más de 150 charlas a productores y la orientación de 20 alumnos de maestría, 13 de doctorado y 3 de posdoctorado. Durante este período INIA aportó, inicialmente, U$S 3 millones que fueron utilizados para financiar la construcción de los laboratorios de la Plataforma de Salud Animal, diversos proyectos de investigación y becas para alumnos de posgraduación.
Posteriormente, en 2017, otros U$S 300.000 fueron aprobados por INIA. Adicionalmente otros recursos, de más de U$S 350.000 fueron aportados por la ANII.
INVERSIÓN = RESULTADOS
Franklin Riet Correa manifestó que la experiencia de estos años en INIA muestra que la inversión en I+D en salud animal genera resultados tangibles y resuelve problemas concretos y demandas de los productores. Como consecuencia, a nivel nacional se genera un incremento en la productividad del campo favoreciendo las distintas cadenas de la industria ganadera, así como contribuye a que Uruguay pueda mantener un elevado estatus sanitario que es necesario para el acceso a diversos mercados extranjeros.
En los próximos años Uruguay enfrenta el desafío de sostener la inversión en I+D en salud animal realizada en este último periodo, para poder así disminuir las enormes pérdidas económicas por problemas de salud y a la vez mantener el acceso de su producción a los mejores mercados del mundo.