Intersocial y Comisión de la Memoria reclaman respuestas por memorial

Laura Dessimoz y María Topolansky.

La Intersocial Paysandú y la Comisión por la Memoria reclaman por el “tortuoso e incierto laberinto burocrático” que debe recorrer “desde el despacho del intendente hasta un cajón de la Comisión de Tránsito y Nomenclátor” de la Junta Departamental que permita el uso de un espacio público frente a la antigua fábrica Paylana, para instalar un memorial en recuerdo de los dieciséis días de la Huelga General, en rechazo al Golpe del Estado.

El documento de las organizaciones señala que “por más vueltas que le damos, no hallamos argumentos mínimamente entendibles para lo que a esta altura parece ser la condena a ‘dormir el sueño de los justos’ por parte de las autoridades departamentales a una iniciativa que parte de organizaciones sociales representativas de la ciudadanía sanducera”.

Según la Intersocial y la Comisión por la Memoria, “la actitud manifiesta del intendente y la bancada del Partido Nacional en la Junta Departamental, no son otra cosa que la negación del papel que jugaron en la resistencia al golpe, también dirigentes y militantes blancos cuya memoria es patrimonio de todo el pueblo uruguayo”. Aseguran que “parece ocioso tener que renombrar los hechos que se quieren simbolizar en un sitio que fue bastión de la resistencia. Por eso simplemente nos preguntamos: ¿A quién puede ofender la presencia callada pero llena de significado de un recordatorio que nos dice que una vez la democracia fue avasallada, pero hubo un pueblo resistiendo?”

Reuniones

María Elia Topolansky y Laura Dessimoz, integrantes de ambas organizaciones, recordaron que fueron recibidos por el presidente de la Junta Departamental, además de las bancadas del Frente Amplio y Partido Colorado, cuyos ediles adelantaron su apoyo. Sin embargo, “no fuimos recibidos por el Partido Nacional y este lunes nos reuniremos con representantes nacionales por el departamento”.
Las reuniones comenzaron en marzo con el fin de diagramar el proyecto con el artista Wilson Bueno y los cálculos técnicos a cargo del arquitecto Rubens Stagno. “Son siluetas recortadas sobre láminas de acero inoxidable, afirmadas en una base de hormigón que no disminuye la visual para nada, en una calle transitada como es la avenida Salto. Además, no solicitamos financiamiento de ningún tipo, sino el permiso para usar ese espacio público, donde instalar la obra”, dijo Topolansky a EL TELEGRAFO.

Explicó que “la escultura debe instalarse este año porque son los cincuenta años del Golpe de Estado y la Huelga General. Las efemérides son importantes en la vida de una persona y una comunidad. Además, a lo largo de todo el país este año se realizaron conversatorios, exposiciones, obras de teatro, documentales y esto no es una actividad descolgada, sino que se enmarca con un sentido histórico. Se rescata no solamente la memoria de la resistencia, sino también de ese pasado industrial. Y esa fue al razón de la existencia de una clase obrera organizada que resistió a la dictadura. Faltan cuatro meses para que termine el año y no puede finalizar sin tener una explicación de por qué no permiten este homenaje en un sitio de la memoria como es la zona industrial”.